La desmemoria y el azar han invadido al calcio italiano. Acaso para romper con la aburrida redundancia de una liga deslucida e insípida o porque, sencillamente, el morbo de la “traición” aparente siempre genera interés. La Serie A se ha vuelto loca. El efecto dominó producido en los banquillos ha generado un resultado cuanto menos curioso: el nuevo míster del Milan resulta un amante confeso del Inter, al del Inter todavía se le recuerda por sus hazañas con la Juventus, el técnico de la Juve desde hace mucho juró pasión eterna al Nápoles y al del Nápoles se le considera una leyenda en Milán.
Así, entre revoluciones tácticas y amores malogrados, se ha visto resurgir de la nada a un gigante dormido. El Inter de Milan versión Antonio Conte quizás sea, con su dinamismo, presión alta y constante acumulación de jugadores en el centro del campo, uno de los elencos más cambiados de la recién iniciada temporada.
Condenado por quienes lo supieron alguna vez el novio predilecto de la Vecchia Signora y disfrutaron o sufrieron de su prolífica etapa bianconera— como jugador y luego bajo la cruz de estratega—tras su experiencia agridulce en Londres, Conte decidió abrazar la causa nerazurri con la ilusión de devolver a base de triunfos la mística de antaño. Cual Quijote, aferrado a su filosofía hidalga y cosmovisión austera del balompié, pretende conquistar el Scudetto esquivo por casi ya una década y ganarse el respeto perdido en Europa .
Como jugador de la Juve Antonio Conte conquistó cinco Ligas, cuatro Supercopas de Italia, una Copa y una Champions (Foto: Fifa.com).
Por primera ocasión en mucho tiempo los interistas avizoran el inicio de un proyecto sobrio y coherente, basado en el pragmatismo de entender a la perfección a qué y con qué se quiere jugar. Sin margen para el adorno, la estética o la retórica, pero con la confianza en un método establecido y trabajado hasta el cansancio¿Cuántos agradecerán ahora aquel fichaje casi anónimo del director deportivo Giuseppe Marotta a finales de 2018? Un tipo que sin vestirse de corto logró cautivar con su personalidad arrolladora y especial talento para las “insubordinaciones” al entonces exseleccionador del Chelsea.
El acostumbrado intervencionismo de Conte se notó nada más llegar. Al más puro estilo Guardiola se deshizo de figuras establecidas de la talla de Mauro Icardi (París Saint Germain), Radja Nainggolan (Cagliari), Perisic (Bayern Múnich) o Ansaldi (Torino) para nuclearse de italianos como Politano, Bastoni, Lanzano, D` Ambrosio o Sensi, y así establecer el 1-3-5-2 como fisonomía de equipo.
El joven Stefano Sensi se ha convertido en pilar indiscutible dentro del esquema de Conte (Foto: Guetty Images)
A esto se le suman las incorporaciones por la “asequible” cifra de 155 millones de euros de Romelu Lukaku (Manchester United), Diego Godín (Atlético de Madrid), Lazaro (Hertha Berlín), Politano y Sensi (Sassuolo), Barella (Cagliari) y Agoume (Sochaux); además de las sesiones de Alexis Sánchez (Manchester United) y de Biraghi (Fiorentina). Fiel a sus costumbres, el nacido en la provincia de Lecce continúa apostando por tres en defensa.
La disciplina y agresividad caracteriza a una zaga que entiende y se adapta a disímiles lecturas del partido: presión alta y en bloque, o repliegue organizado. La cultura de la recuperación se ha instaurado en una plantilla donde todos tienen el deber de ponerse el overol de trabajo. Sensi marca al pivote del adversario para impedir cualquier referencia a la hora de construir, los carrileros presionan a los laterales cuando el rival sale por fuera, y Brozovic junto Vecino marcan en zona cuidando el centro del campo.
Para la salida, los centrales se abren y permiten que los extremos avancen pegados a la línea de cal, siempre bien cerca de los centrocampistas que alternan posición constantemente. Gustan de triangulaciones cortas entre los ubicados de interior y en banda para así romper la línea intermedia del adversario y ganar por superioridad numérica. Arriba cuentan con la corpulencia de Lukaku, un delantero de formidable zancada y extraordinaria habilidad para marcar de cabeza. Mientras que Alexis (lesionado) y Lautaro se caracterizan por tener una técnica mucho más pulida.
Evidentemente, los negriazules han adquirido más que espíritu ganador desde que el bueno de Antonio asumió la capitanía de un barco movido por la nefasta inercia de la vulgaridad. El término regularidad resume el performance de una oncena con ganas de destronar a los de Mauricio Sarri, y aunque por el momento no lo consigue, esto apenas acaba de empezar. Como siempre, el fútbol dirá la última palabra.
Juve100
23/10/19 23:03
Soy un fiel seguidor de la Serie A sobre todo de la Juventus de Turin AC (antes de Cristiano) y puedo confirmar lo dicho en este artículo, el Inter puede ser el único equipo que pudiera destronar a la Vecchia Signora pero me parece que le falta un poco de profundidad en la plantilla. Los grandes jugadores como Lukaku, Godin y Lautaro dan seguridad pero cuando hay que buscar sustituto para uno de ellos Conte no cuenta con lo que por ejemplo tiene Sarri. La Juve cuenta en la banca con jugadores de la talla de Ramsey, Rabiot, Douglas Costa, Mandzuckic, Buffon, Bernardeschi que nada se parece a la del Inter. Siendo fan de la Juve me hubiese gustado que los de Turin ficharan a jóvenes como Barella o Sensi siendo este último la gran revelación del medio campo del Inter aunque ya en el Sassuolo demostró ser determinante. Muchos ya están cansados de ver a los bianconeros ganar pero el fútbol dirá en mayo quien se llevara esta Serie A pero yo como fan de la Juventus creo que el noveno Scudetto consecutivo llegará a pesar del Inter.
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.