Fue un monólogo blanco, y no es para menos. El coste de la plantilla inicial de los sevillanos era de 28 millones euros, una cifra inferior a los fichajes más baratos de los blancos, que abrieron con un once de 412 millones. El dinero no determina la calidad pero... No es cuestión de envidiarle al Madrid su espectacular plantilla ni de criticarle su manera de moverse en el mercado, pero ya la diferencia entre clubes parece tan abismal, que a uno se le quitan los deseos de ver fútbol.
El dominio blanco fue absoluto y las dianas de CR7 no reflejan el dominio merengue en el campo. El Madrid hizo los deberes, marcó cuando fue necesario, llevó los tiempos a la perfección y se llevó un título de poca monta, pero que sirve para justificar los millones invertidos, que por momentos parece un absurdo.
Si analizamos fríamente la plantilla dirigida por Ancelotti, saltan una vez más las sospechas de siempre: el último en decidir quién entra al equipo es el director técnico. Primero traen a James y deciden sacar a Di María. El colombiano brilló en la Copa del Mundo y los dirigentes blancos, obnubilados, sacaron 80 millones para traer a un muchacho que si bien lleva varias temporadas demostrando su calidad, aun no puede considerársele un crack como para pagar esa suma. Luego está el argentino, quizás el hombre-revulsivo de la pasada temporada y uno de los pilares del equipo dirigido por el italiano; el fútbol es de ingratos, y ya todos olvidaron que cuando Cristiano andaba en horas bajas debido a lesiones, el Fideo se echó los galones encima y fue, entre otros méritos, el mejor jugador de la final de la Champions League; por suerte para ellos, el PSG se retractó y ya no desea comprar al argentino.
Y de paso traen a Kroos, otro monstruo que no debe perderse un partido en toda la temporada por su calidad. ¿Y entonces quién sobra? Ya desde la temporada pasada, Ancelotti tuvo sus problemas para colocar todas las piezas sobre el tablero y logró agenciárselas gracias a par de lesiones y al sacrificio de 60 millones de euros, dígase Isco e Illara; cada día el Madrid tiene más hombres y todos quieren jugar bastantes minutos, lo que trae conflictos; esa supuesta competencia por un puesto no funciona cuando quienes compiten son jugadores de primer nivel.
De paso, se cargan a Diego López para traer a otro fuera de serie, Keylor Navas, que a todas luces jugará apenas algunos minutos, porque el santo Casillas, amén de sus problemas con varios compañeros, vuelve a tener la confianza del Fiore, al final del día, el hombre que paga las cuentas.
Hasta el momento solo han vendido a Morata, y aunque el mercado no cierra hasta que termina agosto, la plantilla de Carletto no parece que vaya a sufrir muchos cambios, por lo que un nuevo dolor de cabeza le espera cada fin de semana al italiano, cuando deba decir si se quedan en el banquillo Di María o Bale, James o Benzema, siempre y cuando Falcao no llegue.
Pedro Keiler
22/8/14 8:41
Con respecto al tema James y Di María, muy polémico por cierto, ya la directiva Merengue aclaró que ficharon al colombiano porque el mismo Di María pidió salir de la institución para este mismo mercado, además de rechazar las ofertas de renovación previa que se le han ofrecido!!! Saludos.... Hala Madrid
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