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domingo, 22 de diciembre de 2024

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La revancha de ellos

La noticia de que en Cuba más de mil cubanos usan prótesis de pene atrapó la atención de muchos, aún cuando este tratamiento se realizaba en el país ya desde el año 2005...

Mayte María Jiménez
en Exclusivo 03/02/2012
28 comentarios
prótesis de pene
Más de 1.000 cubanos usan prótesis de pene colocadas gratis.

La noticia de que en Cuba más de mil cubanos usan prótesis de pene atrapó la atención de muchos durante el recién finalizado VI Congreso Cubano de Educación, Orientación y Terapia Sexual, aún cuando este tratamiento se realizaba en el país ya desde el año 2005.

Pero más aún,  fue una realidad que cambió la vida de los hombres que padecían de una disfunción eréctil compleja, que les impedía disfrutar y mantener una intimidad placentera, sin temores o frustraciones.

A ellos les fue colocada gratuitamente en los centros de salud de Cuba, las llamadas prótesis maleables, las cuales consisten en un material rígido, silicona, con un alambre de plata o de acero en su interior.

Según explicó el doctor Ramiro Fragas, jefe del Grupo Nacional de Sexología, y directivo de la Sociedad Cubana de Urología, esta técnica —que cuesta en el mundo entre 10 mil y 20 mil dólares— tiende a ser más duradera y económica, con un nivel de efectividad mayor que las conocidas como prótesis hidráulicas.

Aunque la impotencia en sí misma no es una enfermedad grave, genera problemas psicológicos que en ocasiones puede alterar el desarrollo normal de la vida cotidiana del paciente.

Puede condicionar en el hombre un comportamiento depresivo y una desvalorización de si mismo. En casi todas las culturas y grupos sociales, gran parte de la autoestima varonil se basa en la capacidad de erección, por lo que la mayor parte de los hombres reaccionan con profunda consternación ante este tipo de problemas, siendo frecuente la aparición de trastornos depresivos y la pérdida de la autoestima.

DAÑOS ¿IRREVERSIBLES?

La causa más común de la impotencia sexual es un daño en los nervios, arterias, músculos lisos y tejidos fibrosos, a menudo como resultado de una enfermedad.

Enfermedades tales como la diabetes, enfermedades del riñón, alcoholismo crónico, esclerosis múltiple, ateroesclerosis, enfermedad vascular y enfermedad neurológica, son las responsables de alrededor del 70 por ciento de los casos de impotencia sexual.

Pero estas prótesis maleables tienen un 90 por ciento de eficacia. La mayoría de los pacientes que las reciben tienen problemas orgánicos, condicionados por factores de riesgo mal manejados como el hábito de fumar, alcoholismo, sedentarismo, obesidad, mal control de diabetes, o enfermedades crónicas como hipertensión, cardiopatía isquémica y otras.

El doctor Fragas señala que dados los orígenes de esta impotencia, reciben este tratamiento entre un cinco y un diez por ciento de todos los pacientes con disfunción eréctil severa, que ya pasaron por otras alternativas que no resultaron.

El experto advierte que este es una solución de tercera línea, pues siempre se trata de acudir a la cirugía en caso de que no puedan ser efectivos otros tratamientos menos invasivos.

La fibrosis post priapismo, la hipotrofia del pene, los pacientes con Enfermedad de Peyronie, sometidos a una radical de próstata, son grupos especiales de riesgo que requiere cuidados extremos.

En ellos es muy importante la Consejería, el acompañamiento psicológico, tanto para el paciente como su pareja, además del Consentimiento Informado, lo cual explica una alta satisfacción del paciente y su pareja, de hasta un 95 por ciento.

Para Fragas la prótesis peneana no es algo nuevo y acudir a ella significa en algunos casos un fracaso de la labor preventiva, la cual debía haber evitado que el paciente llegara a una disfunción eréctil.

El funcionamiento de la prótesis es maleable, o sea, tiene una posición de erección y una de reposo. Según señala el doctor, en Cuba se logró conservar parcialmente el tejido eréctil, de manera que se coloca la prótesis dentro del tejido cavernoso.

La operación consiste en una incisión pequeña, que no debe tener implicaciones desde el punto de vista estético. Una vez puesta la prótesis el paciente logra y mantiene la erección, lo que le permite un acto sexual con penetración.

Con ellas, el paciente tiene sensibilidad y eyaculación, salvo que haya sido operado de un cáncer de próstata o si tiene un trastorno neurológico que se lo impida.

REALIDAD ALENTADORA

La disfunción eréctil significa que el pene de un hombre no se endurece lo suficiente como para tener relaciones sexuales. Actualmente se estima que un 50 por ciento de los varones pueden sufrir de impotencia alguna vez en su vida, ya que muchos los esconden por vergüenza y la persistencia de prejuicios sociales. En el caso de los diabéticos la incidencia se estima entre el 35 y el 50 por ciento.

En Cuba, aunque no existe un estudio definitivo a nivel nacional sobre la impotencia, la incidencia se comporta de manera similar, pero solo acuden al médico cerca de un 10 por ciento de los afectados.

Se conoce poco acerca de cómo prevenir la impotencia. Sin embargo, el evitar fumar y el mantener niveles normales de presión arterial y colesterol puede ayudar, ya que el tabaco y el colesterol elevado pueden afectar los vasos sanguíneos.

El estrés, la ansiedad, el sentimiento de culpa, la depresión, poca apreciación de si mismo, dolor, cansancio o sentimientos homosexuales reprimidos, pueden ser desencadenantes psicológicos de una impotencia.

Los problemas y las situaciones conflictivas que pueden aparecer en una relación de pareja también pueden afectar la potencia del hombre, aunque la más común causa es el dolor sufrido por perdida de alguien muy querido.

En cuanto al tratamiento los especialistas sugieren seguir un trayecto que va de las medidas menos invasoras a las más invasoras. Seguidamente se combina la psicoterapia y las modificaciones del comportamiento, seguidas de la utilización de dispositivos de vacío, medicamentos por vía oral, medicamentos de inyección local y dispositivos que se implantan quirúrgicamente.

En cualquiera de los casos, en Cuba estos tratamientos están al alcance de las personas afectadas, quienes tienen la posibilidad de acudir a las consultas, seguir terapias, o tener una cirugía, en caso de ser necesario…todos para ayudar a una salud sexual placentera y sin limitaciones.


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Mayte María Jiménez

Periodista del Diario Juventud Rebelde y editora del Suplemento En Red, dedicado a Ciencia, Salud, Tecnología y Medio Ambiente. Aborda temáticas relacionadas con juventud, sociedad, salud, ciencia, economía y otros tópicos de la actualidad nacional de Cuba. Coautora del libro Periodismo incómodo: la cuadratura del círculo, de la Editora Abril

Se han publicado 1 comentarios


Roberto
 17/6/19 19:53

Entiendo q el implante es apto para casos de la enfermedad del Peyrone y la diabetes en el desarrollo de esta enfermedad que problematica suele acarrear?

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