Hola y bienvenida(o) amiga y amigo de Parada con Estilo, nuestro blog quiere sumarse a la alegría de constatar cómo durante la pasada semana el número de fallecidos por causa de la COVID-19 se mantuvo en cero por muchos días, sin lugar a dudas es una gran noticia y un magnífico ejemplo de cómo nuestros profesionales de la salud y nuestros científicos están entregándolo todo en una situación tan sensible como la actual.
Sin embargo, esperamos el exceso de alegría no nuble nuestra percepción del riesgo y comencemos a sumarnos a aquellos que aún siguen violando o pasando por alto las medidas básicas orientadas por nuestras autoridades sanitarias. Sigamos siendo serios y responsables en ese sentido para no echar por tierra la entrega de tantas personas que están dando lo mejor de sí para mantenernos a salvo.
En nuestro blog siempre hacemos alusión al cultivo de una belleza saludable, es decir, asumir conductas en dirección a cuidar de nuestra imagen personal pero que dichas conductas sean realizadas de manera tal que no infrinjan daño a nuestra salud ni afecten nuestro bienestar.
Hay una acción vinculada a la belleza que es de las más antiguas y concierne tanto a hombres como a mujeres y aunque no todas las culturas la practican, la mayoría sí lo hace. Me refiero al afeitado. Aunque el afeitado parece una acción extremadamente simple, sin embargo, requiere también de ciertos cuidados a fin de cuidar de nuestra piel.
Sin lugar a dudas mucho determina para un buen afeitado la calidad de la cuchilla o la máquina empleada pero una técnica inadecuada puede causar no pocos daños y molestias. Les invito a compartir sobre algunos cuidados que harán de nuestro afeitado una actividad poco riesgosa para la salud de nuestra piel.
Lo primero a tener en cuenta es que no debemos pasar la cuchilla en cualquier dirección ya que, creamos o no, podemos dejar secuelas en nuestro tejido epidérmico. Cuando efectuamos el afeitado en varias direcciones sin tener en cuenta el sentido hacia donde crece el pelo entonces, es probable, que tengamos que realizar varios pases sobre la misma zona aumentando la posibilidad de causar cierta irritación que será mayor o menor en dependencia del tipo de piel.
¿Por qué se irritaría la piel? Pues bien, cuando la cuchilla pasa sobre la piel no sólo retira el pelo sino que además retira parte de las células más superficiales de la piel y lo hace, comúnmente, antes de que estas estén listas para hacerlo de manera espontánea y natural. Se podría decir en este sentido de que el afeitado vendría a realizar una especie de exfoliación. Es importante entonces que afeitemos en el sentido del crecimiento del pelo.
Otro enemigo del buen afeitado es la prisa. La dinámica de la vida hace que muchos se afeiten casi corriendo, o sin espejo o en cualquier lugar donde les sorprenda el imprevisto o la emergencia. A veces, incluso, sin nada de espuma o jabón.
La piel necesita ser preparada para el afeitado para que la agresión resulte lo más ligera posible. Lo primero siempre es limpiarla, recuerde que la piel debe ser limpiada antes de cualquier acción o procedimiento que se vaya a realizar sobre o en ella. Dicha limpieza previene no sólo agresiones sino que además ayuda a cuidar del filo de las cuchillas.
De igual forma, la terminación es de gran importancia. Al terminar el afeitado la piel debe ser untada con alguna especie de loción que ayude a refrescarla y tonificarla. Para dicho fin se han diseñado los llamados after shave. La piel tiene varias funciones y entre ellas posee la de funcionar como barrera y para ello debe estar correctamente hidratada y humectada. Por tal motivo es recomendable después de tonificarla aplicar algún tipo de sustancia o producto que contribuya a humectarla, puede ser una crema humectante o, al menos, hidratante.
Está también el afeitado aquel que realizamos con una cuchilla en mal estado. Se da el caso incluso de que contamos con otra cuchilla nueva pero insistimos en sacarle el quilo a la que hemos estado empleando. Y tal es el punto que al terminar el afeitado podemos llegar a sentir que nuestra piel está, literalmente, ardiendo. Una cuchilla en mal estado o desgastada puede traer varios perjuicios para la piel como pueden ser cortes, irritación y un mayor riesgo de posible infección. Pero, por si fuera poco, recuerde que al cortar menos habrá que aplicarle una mayor fuerza y raspará nuestra piel.
Amiga y amigo, afeitarse es una acción que se ha tornado rutinaria pero no por eso debemos realizarla a la ligera pues, lo creamos o no, a largo plazo la piel protestará.
Y ahora me despido con la alegría de haber compartido con cada uno de ustedes sobre algún tema que espero resulte de utilidad al menos para alguien. También le recuerdo que cada semana estamos aquí, encontrándonos en una Parada con Estilo para seguir compartiendo sobre belleza y bienestar. Hasta entonces salud y suerte.
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