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sábado, 23 de noviembre de 2024

El yoga facial, un cosmético natural

Incluir algunas prácticas de yoga facial en nuestro día a día puede hacer más por nuestra piel que la aplicación de incontables cosméticos...

Luis Manuel García Olivera
en Exclusivo 01/11/2020
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Yoga facial-cosmético natural
Cuando hablamos de yoga facial estamos haciendo referencia a ejercicios que alternan la tonificación y relajación de los músculos de la cara, el cráneo y el cuello. (Tomada de bellezapura.com).

Así como el agua que un día se evaporó regresa una y otra vez a la tierra, de igual manera, los amantes de la belleza saludable volvemos una y otra vez a cruzar nuestros pasos en este blog donde hacemos una Parada con Estilo para intercambiar un poco sobre belleza y bienestar. Un intercambio donde intentamos compartir sobre maneras de cultivar la belleza sin atentar contra nuestra salud.

Cuando hablamos de yoga facial estamos haciendo referencia a ejercicios que alternan la tonificación y relajación de los músculos de la cara, el cráneo y el cuello. Esto trae consigo una mejora en el tono muscular y en la irrigación sanguínea, resultando en rasgos más serenos y relajados.

Cuando fortalecemos los músculos del rostro permitimos que nuestros rasgos se tensen atenuando los pliegues y las arrugas. Al mejorar el riego sanguíneo, permitimos que ocurra una mayor nutrición y oxigenación de los tejidos desde sus capas más profundas. La piel mejorará visiblemente en cuanto a su tono y calidad.

Al trabajar sobre los músculos faciales se disolverán las crispaciones locales, los rasgos se serenan y desaparecen las tensiones en las zonas del entrecejo, la frente y la mandíbula. Cuando influimos sobre los músculos, debemos recordar que estaremos influyendo sobre el soporte más cercano a la piel pues la piel está unida a los músculos faciales que están debajo de ella y sobre los cuales debería poder deslizarse sin restricciones.

Si los estados tensionales se prolongan en el tiempo, entonces surgen adherencias en los tejidos provocando una pérdida de elasticidad y una deficiente irrigación sanguínea que se traducirá en una pérdida en el tono muscular y la aparición de arrugas.

Pero no todo es malas noticias ya que tenemos una muy buena: podemos actuar sobre la piel y obtener resultados visibles, palpables y eficaces. Podemos mejorarla en gran medida mediante una alimentación equilibrada y asumiendo algunas conductas como la práctica de algunos ejercicios que mejoren el tono muscular y la irrigación al tejido conjuntivo lo que asegurará una correcta nutrición y oxigenación de las células de la piel.

Si de manera consciente y regular comenzamos a tensar y relajar los músculos de la cara, aprendemos a detectar las zonas donde hay tensión acumulada y a disolverlas. A la vez, conocemos también cómo controlar nuestra mímica lo que disminuirá o eliminará algunas de las marcas o líneas producidas por ellas.

Amigas y amigos, les diré algo muy importante y que podría parecer exagerado, pero es real: la inserción de prácticas de yoga facial en nuestro estilo de vida logra lo que ningún producto cosmético puede conseguir y es tener acceso a nuestro interior. Y aquí es necesario recordar aquel precepto que dice que la belleza viene del interior y eso no se refiere únicamente a lo emocional y mental sino también a la salud en sentido general pues la belleza natural emerge de manera espontánea.

Podemos empeñarnos en coleccionar cada crema o serum que salga al mercado de la cosmética y aplicarlo incluso varias veces al día que, a pesar de eso, su efecto será superficial y efímero. Pues poco pueden hacer los cosméticos para mejorar la calidad de la piel si su principal sustento, los músculos, están flácidos o muestran alguna carencia nutricional por falta de irrigación sanguínea, si nuestra alimentación es deficitaria o si nuestro sistema digestivo no metaboliza bien los alimentos, o si nuestro sistema nervioso está alterado pues todo eso será reflejado por nuestra piel.

Por eso las técnicas del yoga facial están diseñadas para retrasar e incluso hacer retroceder parcialmente el posible deterioro de los músculos faciales que, como hemos mencionado, son la base del sustento de nuestra piel.

El método es sencillo, natural y asequible a todos, añadiendo que sus efectos son notables y variados. Entre ellos podemos mencionar algunos: actúa contra el envejecimiento prematuro, ayuda a modelar nuestros rasgos, mejoran por efecto reflejo muchas de nuestras funciones corporales, disuelve tensiones faciales y craneales. Está demostrado que las tensiones psíquicas, mentales o emocionales se reflejan también en nuestros músculos, sobre todo en la zona de la espalda, hombros, cuello, mandíbula, frente y entrecejo.

Amiga y amigo, si por casualidad te ha surgido la curiosidad sobre conocer un poco más sobre el yoga facial y algunas de sus técnicas entonces no dejes de pasar por este rincón digital la próxima semana porque estaremos comentando sobre tan interesante tema con la esperanza de que resulte útil para usted y otras personas. La invitación está hecha, hasta entonces chao y suerte.


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Luis Manuel García Olivera

Estilista


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