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viernes, 22 de noviembre de 2024

Preocupación premamá

¿Cómo se las ingenian las mujeres cubanas para vestirse cuando están encinta?...

Andrés Yunior Gómez Quevedo
en Exclusivo 17/05/2014
2 comentarios
Vestidos para embarazadas
Muchas madres de hoy en día prefieren usar licras, con blusones al estilo mamita.

Tengo una amiga que está embarazada, y como recién supo de tal eventualidad empezó a cuestionarse una serie de aspectos, al estilo crisis existencialista, y uno en el que recalcó, sorprendentemente para mí, fue respecto a qué ponerse en el proceso de crecimiento de la barriga, pues —en el caso de ella— suele llevar mucha ropa ceñida y zapatos altos.

Le recordé que el embarazo es un proceso transitorio, que solo dura nueve meses y que no tiene por qué deshacerse de su ropa actual, sino más bien tratar de conseguir blusas y vestidos más anchos, y que luego podrá volver a ponerse lo que le gusta, pero me frenó con una pregunta certera: ¿Y dónde consigo yo ropa para embarazada?

Vaya bombazo, como decimos a lo cubano. Creía que existía algún tipo de cuota o módulo como la canastilla, por ejemplo, pero que facilite los artículos premamá, que es como se le llama formalmente a la ropa y a los accesorios destinados a las mujeres embarazadas. Pero ella misma me aseguró que no, que solo dan el módulo de la canastilla y hasta con irregularidades, pero que ya tendría tiempo de lidiar con eso. Ante la pregunta de mi amiga decidí averiguar al respecto y me dirigí a una vecina que trabaja en una tienda de ropa reciclada y por lo general está bastante bien informada con los temas de la vestimenta.

“¿Ropa para embarazada? Lo mejor que puedes encontrar es en la propia reciclada, que aparecen muchos bermudas con la cintura elástica para facilitar que se adapte al hinchamiento gradual de la barriga, así como pantalones de hilo con tiras que ayudan a regular el ancho. Pero con todo y eso últimamente ha llegado muy poca mercancía, y a veces la calidad no es la mejor. Lo ideal son los vestidos amplios, al estilo mamita, que se recogen bajo los senos y luego caen sin apretar la barriga ni las caderas. Pero muchas madres de hoy en día prefieren usar licras, jeans apretados, y la verdad esa vestimenta apretada no es sana  ni para el bebé ni para la madre”.

Al respecto, el doctor Orlando Martínez, del Policlínico Plaza, me comentó: “Cuando la mujer está embarazada tiene que tener en cuenta el aumento de su peso corporal y las consecuencias que esto trae consigo. No debe usar pantalones ceñidos, ni licras, ni cinturones, ni nada que apriete los miembros inferiores, ya que de por sí el embarazo acarrea algunos problemas circulatorios que son típicos del proceso, quizás en el primer trimestre sí pueda llevar alguna que otra pieza ceñida, pero no es recomendable. Es necesario que la ropa sea ancha, y poco calurosa. Otro punto muy importante que hay que tener en cuenta es que no debe llevar tacones ni plataformas, pues existe el riesgo de caídas. Pero las embarazadas más jóvenes principalmente no hacen mucho caso a estos consejos, quieren andar con la ropa ceñida que se usa todo el tiempo, sin saber el daño que se hacen a sí mismas y al bebé. Es cierto que se dificulta el conseguir ropa para la mujer embarazada, pero como cubanos estamos habituados a la innovación y siempre se puede inventar algo. Lo más importante es cuidar a la madre y al bebé”.

Ahora se están llevando otra vez los vestidos largos y anchos de tirantes que se combinan muy bien con sandalias, y esta opción que viene muy bien a nuestro clima también puede servir para las mujeres embarazadas, pues estarán a la moda y a la vez llevarán puesta prendas que no hacen daño a su estado físico.

En la Canastilla “La Gloria” también ubicada en el municipio de Plaza, la dependienta Dulce María Miró esclareció que todo lo que llega es para bebés, que ya no ofrecen módulos para la mujer embarazada, y que incluso estos módulos para bebé a veces los ofrecen ya bastante cercana la fecha del parto y en muchas ocasiones hasta después de haber parido.

Verónica Hernández, trabajadora de “Confecciones Gala” narra: “Yo soy madre de 2, y tuve a mis hijos a finales de los setenta y principios de los ochenta. En aquel tiempo hasta en el Hospital te daban cosas, lo mismo chancletas, algodón, leche, 18 cm de tela antiséptica y 13 cm de gasa, después —si entraba adicional— podías obtener más. Vendían telas para confeccionar, incluso nos daban ropa interior, batas largas y batas cortas. Era otra época realmente y habían más cosas, pero hoy en día igual hay telas para algunas cuestiones pero para otras no, y se ha dejado de lado la atención a las embarazadas en ese sentido”.

Si bien en materia de salud estamos conscientes de que la atención a las embarazadas es algo primordial en nuestro país, hemos detectado estas irregularidades en cuestión de estética, aspecto que cada vez se va tomando más en cuenta en nuestra sociedad.   

Irma Díaz, también trabajadora de “Confecciones Gala” se unió al debate y confrontó experiencia, pues ella parió en el año 1995, en pleno período especial: “Para aquel entonces no te daban ya casi nada, tuve canastilla al final de la barriga, en la etapa en que el niño tenía que tener un año de nacido para que te dieran nueve metros de tela antiséptica, y no había gasa ya. No daban ropa para las embarazadas y una se las ingeniaba como podía”.

Pero si en los años noventa la situación era mala en ese sentido, hoy es peor, porque al menos redujeron la cantidad de metros de tela de una década a otra, mas ya en este nuevo siglo a las embarazadas solo les toca recibir un módulo escaso de artículos para el bebé. Ciertamente han mermado las ofertas, y esto también incide en el hecho de que muchas mujeres no quieran parir, por las enormes dificultades económicas y los problemas que esto acarrea.

Los sueldos en Cuba y por lo tanto el poder adquisitivo es menor en comparación con los precios de los productos y servicios, y el sector estatal una vez más se despinta en este sentido por las pocas opciones, la falta de estudios de mercado, y la insatisfacción que provoca en el público. Volvemos a caer en el tema de la compra de ropas a los cuentapropistas, esta vez de forma ilegal, pues ya no tienen permiso para ejercer, los sastres venden un poco más caro por las telas, la mano de obra, y el alquiler del espacio para trabajar, y los atelieres ofrecen servicio de confección a la medida, pero vamos a hablar claro, las propuestas textiles no son las mejores, y la mayoría de las embarazadas se rehúsan a llevar batas todo el tiempo.

“Yo no soporto andar vestida de bata todo el día solo porque estoy embarazada, prefiero ponerme blusas anchas, al estilo mamita o de estas de corte retro que caen en forma de mariposa, pues no aprietan. Pero la ropa está carísima, y una ha de comprar en los merolicos, porque ya ni cuentapropistas se les puede llamar desde que les prohibieron vender ropa, cosa que está muy mal, porque ellos sí te conseguían lo que te hacía falta, lo mismo por encargo que ya en la percha, y había para todos los gustos y para toda ocasión con variedad de precios y hasta se podía regatear un poco, con el estado no puedes regatear ni lo que está a precios sobrevalorados”. Fue la respuesta de María Cristina Domínguez, joven de 29 años embarazada de siete meses.

Otro detalle importante que hay que tener en cuenta, es que a pesar de las enormes carencias, bajos sueldos y niveles adquisitivos, existe una tendencia moderna en Cuba a tener lo último y lo mejor. Ya la sencillez es historia pasada.

“Hoy todo se hace difícil de conseguir para una embarazada, pero es peor si te pones a mirar que nadie quiere una ropa sencilla, o se conforma con lo barato que, claro está, no es lo más lindo. Se usa mucho la frase no se puede perder el glamour, y de esta no escapan ni las embarazadas. La gente quiere el mejor vestido, el coche más sofisticado para su bebé, y todas esas cosas son carísimas tanto en el sector estatal como en el cuentapropista”. Comentó Graciela López, vecina de la localidad de Lawton, en el municipio de 10 de Octubre.

Habituados estamos a las justificaciones, pero hemos llegado a un punto en el que no son justificaciones lo que se necesita, sino soluciones. Seria bueno que esta necesidad latente en nuestra población haga eco, y en algún momento no lejano se tomen medidas al respecto, pues está claro que en nuestro país hoy en día esperar un bebé no es solo causa de estrés para la madre por los cambios de tipo físico que representa para ella, sino también para el resto de la familia por el tema económico, factor que influye en casi todas las aristas de nuestra existencia.

¿Acaso no deberíamos darle un poco más de facilidades y atención a la madre en este sentido? Aunque para muchos suene superficial, el tema vestimenta puede constituir una causa de estrés, y en el estado de embarazo la mujer requiere de encontrar opciones que se ajusten a sus necesidades y peculiaridades físicas. El tener una preocupación menos es también colaborar con el nivel de vida y de salud emocional para una embarazada, y el problema del vestir no escapa de esta teoría.

Ante la pregunta de mi amiga “¿Y dónde consigo yo ropa para embarazada?” mi respuesta oscila entre las frases de los demás que le han respondido: “donde puedas, por ahí, donde aparezca algo que te sirva o que puedas modificar”. Aunque en verdad me hubiera encantado tener otra solución.


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Andrés Yunior Gómez Quevedo

Se han publicado 2 comentarios


LIANET
 29/1/17 17:24

ESTOY EMBARAZADA, EN ESTE PERIODO LO SENOS ME HAN CRECIDO Y NO EXISTEN LOS AJUSTADORES EN LAS TIENDAS, LAS ROPAS PARA BEBES, QUE DECIR, SIN PALABRAS ES DIFICIL SER MADRE EN ESTE TIEMPO, LOS COLCHONES DE CUNA CON SUERTE LO PUEDES COGER CON SUERTE A LOS 9 MESES O CUANDO EL BEBE TENGA CASI UN AÑO. QUE DILEMA ES NECESARIO AUMENTAR LA NATALIDAD INFANTIL  EN CUBA PERO NO BRINDAN EN TIEMPO Y  FORMA LOS RECURSOS NECESARIOS PARA ELLOS, NO QUEREMOS QUE SEAN GRATIS, SOLO QUE EXISTA VARIEDAD Y PUNTUALIDAD POR ES DE VOLVERSE LOCA CON EL LIO DE LA CANASTILLA.

Thais
 16/9/14 9:33

 

nuestro país debería preocuparse por cosas como estas, es cierto que ni para los bebés, la ropa de niños es bien cara no solo aquí, en cualquier parte del mundo, pero en cualquier parte del mundo son comunes encontrarlas en cualquier supermeracado o en tiendas que se especializan  en esto...las que existen en Cuba, o tienen poca mercancía o son solo ropas y zapatos y juguetes carísimos que a cualquier trabajadora promedio le sería casi imposible acceder a ellos, sin tocar el tema de los biberones, los tetes y otros artículos que son extremadamente difíciles de conseguir y que a veces se encuentran solo con las personas que lo traen del extranjero o que les son enviados...existen en otros países ropas, zapatos incluso ropa interior para embarazadas, ajustadores preparados para cuando vas a amamantar....por qué nuestro país no lo hace también...es verdad que por cuestiones económicas la mayorái de las mujeres no quieren parir y las que lo hacemos a veces no tenemos ni idea del reto que enfrentamos (económicamente)...

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