La plancha de pelo es un accesorio que sirve si tienes el pelo rizado, para alisarlo, y si lo tienes lacio, para moldearlo, hacer ondas o rizos, pero toda fuente de calor directa en la fibra aunque se usen productos para contrarrestarla puede deteriorar el cabello cuando su uso es excesivo.
Para evitar que se queme o maltrate, deberás dividir el cabello (limpio y seco) en secciones finas para que sea más cómodo y fácil moldearlo, con la ayuda de un peine y presillas. Es necesario que lo hagas con cuidado y delicadeza para obtener buenos resultados.
Debes recordar no abusar de la temperatura, si el cabello es fino requiere de menos temperatura y si es grueso podemos aumentarla, y si es normal, una temperatura media, y nunca detenerte sobre cada mechón mucho tiempo.
Rizos con plancha:
Coger un mechón de 3-4 cm y acercar la plancha a la raíz del cabello, con cuidado de no tocar la piel para no quemarnos. Girar la plancha e ir despacio hacia las puntas, moldeado así el mechón.
Ondas con plancha:
Sostener un mechón y empezar desde la mitad o más cerca de las puntas, girar ligeramente la plancha hacia las puntas con más suavidad, moldear ligeramente. Podemos girar hacia dentro para introducir la punta o girar la plancha hacia fuera para sacarla un poco.
Alisar el pelo con la plancha:
Sostener un mechón desde la raíz sin quemarnos y sin girar la plancha, ir deslizando la plancha por el mechón en línea recta, primero trabajar la zona de la raíz, con 3-4 pasadas y luego bajar hacia la zona de las puntas.
Precauciones:
No tocar las zonas calientes de la plancha con las manos o dejar la plancha en una zona que pueda quemarse. Y mantenerla lejos del alcance de los niños.
No es recomendable usar la plancha de pelo diariamente, aconsejamos utilizar métodos tradicionales para transformar la textura del cabello como, por ejemplo: rolos, torniquete, bucles o sortijas.
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