martes, 24 de septiembre de 2024

Política juvenil y con ciencia

El Centro de Estudios sobre la Juventud ha puesto la ciencia al servicio de la Revolución como nos enseñó Fidel y ha contribuido también a concretar mejor las políticas dirigidas a los niños, adolescentes y jóvenes...

Yuniel Labacena Romero en Exclusivo 14/12/2016
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Jóvenes cubanos
El Centro de Estudios sobre la Juventud indaga a partir de diversas miradas sobre problemáticas relacionadas con los jóvenes en el país.

Señalaba Fidel que “El futuro de nuestra patria tiene que ser necesariamente un futuro de hombres de ciencia, tiene que ser un futuro de hombres de pensamiento”, y esa máxima encuentra total sintonía en el Centro de Estudios sobre la Juventud (CESJ), una institución que ha realizado investigaciones de corte social, encuestas, sondeos, eventos internacionales y servicios científico-técnicos sobre temas vinculados con los niños, adolescentes y jóvenes cubanos.

Desde su surgimiento en 1971, como comisión de investigaciones sociales del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), la producción científica de la institución no se ha limitado a sistematizar la realidad de la sociedad por medio de diagnósticos y evaluaciones, sino que se ha orientado a transformarla a través de la formulación de propuestas que contribuyan a la solución de los problemas objeto de estudio.

Así consta en el libro 45 años entre ciencia y juventud, publicado por el aniversario 45 del CESJ, y donde además se reconoce que el trabajo desplegado durante este período se ha basado en un sistemático y denodado esfuerzo por acompañar a los jóvenes, a la UJC y a la Revolución en las distintas coyunturas por las cuales ha transitado en la construcción del socialismo.

Fe de ello da Susely Morfa González, primera secretaria del Comité Nacional de la UJC, quien confirma que el Centro ha puesto la ciencia al servicio de la Revolución, como nos enseñó Fidel siempre, y ha contribuido también a que la organización juvenil ejerza mejor su labor de dirección, a concretar mejor las políticas dirigidas a los niños, adolescentes y jóvenes, y sobre todo, a vislumbrar la Cuba que queremos y que estamos construyendo, desde sus hijos más nuevos.

Y hay más, la prestigiosa institución —única en Cuba dedicada íntegramente a los estudios sociales sobre la juventud— ha permitido caracterizar los problemas de este grupo poblacional en su diversidad y complejidades, para acercarse más a él y diseñar estrategias de trabajo acordes con lo que dicen las investigaciones, además de establecer una unión entre la academia, la ciencia y la organización juvenil, una divisa muy necesaria en los tiempos actuales.

Apuntaba Morfa González que ninguna de las pesquisas se ha engavetado, pues mucho sirven a los jóvenes y a su vanguardia para hacer forjar el camino por el cual deben transitar. “Sus resultados los evaluamos en el Buró Nacional de la UJC y acordamos acciones concretas en asuntos vitales como la preparación de los cuadros, la definición acertada de métodos y vías para la instrucción política, así como la inclusión de las estadísticas provenientes de las indagaciones en los documentos que elaboramos, entre otras estrategias”.

Diferentes asuntos relativos a políticas de juventud, proyecto e inserción social, asociacionismo, sexualidad, cultura e identidad nacional, marginalidad y antisocialidad, familia, derechos, género, inserción laboral, espacios educativos, así como recreación y tiempo libre han estado año tras año en la agenda de las líneas de investigación del Centro, siendo la Encuesta Nacional de Juventud el estudio más importante de la institución, de la cual ya se prepara su quinta edición, para aplicarse el próximo año.

Entre las últimas indagaciones destacan Adolescentes y jóvenes en los ámbitos de familia y pareja, Juventud en cifras, Recreación en el verano, Hábitos de lectura, Sistematización de información sobre los consumos culturales y uso del tiempo libre de estudiantes universitarios y el Estudio del adolescente cubano actual, amplia caracterización psicosociológica de ese grupo poblacional, que no solo es el principal resultado científico del Centro en 2016, sino también la primera gran tarea de la Red Nacional de Investigadores Sobre Juventud.

Como ha dicho Teresa Viera Hernández, directora del CESJ, llegan a este aniversario con la dicha de que en diciembre de 2014 naciera ese mecanismo de integración, concertación e intercambio para el país, que reúne a más de un centenar de miembros y cuyo trabajo permite ofrecer una visión más integradora de la juventud y el acceso de la información en la toma de decisiones.

A ello se une —destaca— que en abril de este año la institución es reconocida en el Libro de Registro Nacional de Entidades de Ciencia, Tecnología e Innovación en calidad de Centro de Investigación, en ese propósito de las ciencias sociales de aunar esfuerzos en el campo de la investigación de la comunicación a fin de ofrecer análisis sistémicos del entorno cubano y optimizar el uso de los recursos y materiales.

Igualmente, contar con la revista Estudio, aparecida por vez primera en 1986 y que actualmente tiene una publicación semestral, permite difundir los estudios y reflexiones acerca de la juventud cubana y propiciar el debate científico en torno a este sector, no solo de las instituciones de la Mayor de las Antillas sino también de Iberoamérica. Ahí también se cuentan los eventos científicos, actividades docentes, el espacio de debate Dialogando sobre jóvenes, los concursos de fotografía Jóvenes en el lente, los talleres de resultados Diálogo sobre Juventud, así como los congresos internacionales de Investigadores sobre Juventud, el último desarrollado este año.

“Y otro logro es que la institución le da oportunidades al talento joven como nos pedía Fidel. Propiciamos el trabajo en equipo y resulta muy cómoda la dinámica laboral que se crea. Eso le ha dado identidad propia y la hace distinta”, reconoce Viera Hernández, quien además asegura en el libro 45 años entre ciencia y juventud, que despojada de todo chovinismo, el CESJ es la joya más valiosa de las ciencias y la sociedad cubanas.

“Mis argumentos se basan en nuestro objeto de estudio y lo determinante que es en el presente y futuro de la nación. No hablo solo de las ciencias sociales, hablo de la ciencia y su potencial humano en general. Hablo de lo importante que es conocer cuál será el futuro de un país basado en lo que sus hombres y mujeres son y serán capaces de hacer…”.

Viviendo estas cuatro décadas y medias de fundado, que no han estado exentas de desafíos, fortalezas y debilidades, el Centro tiene más que razones para seguir consolidando su prestigio, fortalecer los espacios de diálogo, de debate y de participación social necesarios, para que los niños, adolescentes y jóvenes cubanos se sientan escuchados y responsables del futuro de su nación.


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Yuniel Labacena Romero


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