Álex Díaz, o el viaje entre el comienzo y el final de un verso

A Álex Díaz se le puede encontrar en cada viaje que va desde el inicio hasta el final de un verso. En una realidad poética creció, y esa manera aprehendida de mirar al mundo y devolverlo en rimas ha sido — y es— una constante en su día a día.

Eso, precisamente, constituye Oralitura Habana para él: un universo abarcador y repleto de lirismo al que le ha ido dando forma sin marcar jornadas infecundas en el calendario; un espacio donde encuentran hogar poetas, decimistas, repentistas, raperos…; una simbiosis en la que la improvisación oral resulta palabra de orden y sustento para conjugar cualquier verbo.

• Consulte además: Oralitura Habana 2019: un encuentro sin precedentes 

En las esencias de este proyecto, que ha convertido a la capital cubana en sede de dos megaeventos (uno físico en el año 2019; y otro desarrollado en las redes sociales, debido a la pandemia de la COVID-19), nos adentra Álex.

“Pretendemos posicionar el término neorepentismo, que no es más que la vinculación de la improvisación en décima con otras manifestaciones artísticas como el teatro, la danza, la música y el audiovisual... Con todas las que sea posible, pues la ductilidad destaca como una de sus riquezas y puede unirse a casi todas las aristas de la creación artística.

Colectivo de Oraliteratura Habana (Foto tomada de El Caimán Barbudo)

“De igual modo, promovemos a la nueva generación de repentistas: los grandes exponentes que tenemos en la actualidad, y también los clásicos que hoy no están físicamente, pero que constituyen las raíces fundamentales de Oralitura.

“Defendemos que nuestro proyecto tenga un pie en lo tradicional y otro en lo contemporáneo, pues salimos desde lo tradicional para llegar hasta al repentismo con aires actuales; con una visualidad moderna, y sacándolo del encasillamiento y encorsetamiento que vive”.

Y en ese empeño de dar a conocer a los cultores de los distintos géneros que tributan a este universo, se asumió a La Habana como centro de operaciones para el desarrollo del festival.

La desición, señala Álex, no fue fortuita y obedece a romper con los imaginarios que visibilizan a la décima —en el caso cubano— como una tradición cultural solo de los campos y alejada de los espacios citadinos.

No obstante, y sinergias aparte, una gran certeza defiende Álex: nunca dejar relegadas vertientes como el punto cubano o la décima, inscritas en la identidad cultural de nuestra nación. Entre acordes ellas se entrelazan en el ADN del joven y en el del proyecto.

El improvisador enfatiza, además, que las maneras modernas de presentar estas poéticas han encontrando resistencia en no pocos de sus culturores, quienes consideran que sacar dichos espectáculos de sus sitios habituales y brindarle “dejos de contemporaneidad” atenta contra sus valores auténticos.

“Vale la pena que existan espacios tradicionales, así como otros con características distintas. Por eso abogamos nosotros. Cada uno apuesta por la manifestación desde su perspectiva y desde su forma de apreciar a la cultura y al arte. Soy citadino, aunque defienda una tradición campesina. 

“En cuanto a exponentes, el repentismo goza de una salud excelente en Cuba. Seguimos siendo, a mi criterio, el país donde están los mejores improvisadores del mundo a nivel textual. Sin embargo, a nivel de concepto, de show, de venderlo y tener marketing y trabajo en redes sociales, el repentismo cubano está en una crisis”.

***

Cuartetas, quintillas, coplas… Diferentes tonadas y maneras de cantar. Acentos de una decena de países y de varias regiones del mundo. Una verdadera fiesta poética llegó en 2019, con la primera edición de Oralitura Habana: Encuentro de Improvisación Poética.

¿Dos de sus momentos cumbres?: la tarde en la Casa de la Poesía del centro histórico capitalino donde El Quijote constituyó el pie forzado, y sus peripecias desandaron en forma de versos en un patio que vibraba ante los aplausos constantes de los asistentes; y el ring de boxeo en el Pabellón Cuba que enfrentó a repentistas y raperos para que ganaran, siempre, las mejores rimas y el público presente.

En 2021, en pleno desarrollo de la pandemia de la COVID-19, llegó la segunda edición de Oralitura Habana. Las plataformas digitales fueron espacios amplificadores de conferencias magistrales, batallas y presentaciones especiales de reconocidos cultores del género. Ante las medidas restrictivas que exigía la pandemia para su contención, las redes sociales convirtieron a la improvisación poética en una bendita circunstancia por todas partes.

El repentismo y el rap,

Vaya fiesta del lenguaje.

Qué tremendo maridaje,

Desde la tonada al trap.

Tenemos el handicap

De que no se nos valora,

Pese a lo bueno que aflora

De toda la Oralitura.

¿Qué esto no es arte de altura?

Já, se van a enterar ahora.

 

Versaba el Presidente de Honor del festival, Alexis Díaz Pimienta, al inicio del videoclip que acompañó a este segundo encuentro.

 

Remataba el final del coro del tema oficial, a modo de inmensa certeza. Hermosa metáfora ante una realidad que impedía respirar a plenitud.

 

***

Cuando Álex habla de “nosotros” para referirse a Oralitura Habana, ese pronombre no resulta una entelequia. En la pluralidad que alberga su carga semántica está su esposa Leidys Hernández, codirectora de la iniciativa. Ella, periodista de formación, tiene un gran peso en la sinergia que hacia el centro de esta aventura se da entre comunicación e improvisación poética.

Oralitura Habana constituye también un viaje familiar más abarcador: desprendido de la sombrilla que resulta Oralitura, creado por el escritor, narrador, decimista e investigador Alexis Díaz Pimienta —padre de Álex—. Proyecto que vino a enraizarse en España a través de Academia Oralitura, y mediante los esfuerzos de Alexis, su hijo Axel Díaz y Lidia Moreno.

Asimismo, integran este periplo cultural en verso la tonadista Adriana Díaz Pimienta y el repentista Roly Ávalos Díaz, tía y primo de Álex. Una comunión de empeños que el joven enfatiza como una ganancia.

 “La confianza que nos tenemos se revierte en saber qué puede hacer cada cual. Además de conformar una familia, el respeto que existe hacia el trabajo conjunto resulta fundamental para concretar proyectos, y que salgan con el nivel que queremos”, acentúa.

Y en esa pluralidad también se funden lazos que trascienden la consanguineidad y vienen guarecidos bajo el sello de la amistad: “Gente que nos ha extendido la mano desde el primer momento, que lucha junto a nosotros a capa y espada contra quienes no creen en lo que hacemos. La familia y estos amigos son los que te dan el impulso para levantar la cabeza y seguir...”.   

***

En su infancia más temprana, el niño Álex tuvo la confirmación de que para él la improvisación era el camino. Un sino marcado, de alguna manera, por un entorno cercano en el que confluían abuelo, padre, hermanos, tíos y primos repentistas.  

“Además, egresé de la cátedra y de los talleres de repentismo fundados hace poco más de 20 años. A mi formación contribuye todo ello: la parte familiar y académica, así como mi propio trabajo y manera de ver lo que me rodea. Soy repentista, y seguiré siéndolo en las próximas vidas”.

En el intento de andar por un camino propio, ¿cómo influyen las comparaciones con tu padre, un improvisador muy reconocido dentro y fuera de Cuba?

“Resulta bastante complejo. Las comparaciones existen desde el momento en que decides hacer algo que tu papá ya es. Mi padre no tiene comparación con nadie en el mundo. Muchos amigos, contemporáneos y homólogos del gremio dicen que están los mejores repentistas de Cuba, y luego Alexis Díaz Pimienta.

“Refieren que está en otro nivel, muy completo. No solo por improvisador, sino también por lo logrado en la investigación, con su literatura, en la docencia y como músico; por todo lo alcanzado en espectáculos, eventos competitivos y con las nuevas vertientes de la décima.

“Cuando tú dices 'Soy hijo de Alexis Díaz Pimienta y soy repentista', inevitablemente mucha gente piensa 'Vamos a ver qué tal, si se parece a su papá'. Eso para mí resulta imposible. Ni yo ni nadie creo que podamos ser como él.

“He tenido momentos en mi vida donde me he prometido a mismo no cantar más o no escribir más poesía. Complejos que uno tiene por estas comparaciones, por quedar siempre por debajo de tu gran referente. Porque mi padre, además de ser mi progenitor, es mi ídolo y mi mayor referente.

“Creo injusto que te comparen con alguien, y más cuando es tu padre. Sin embargo, eso está en el día a día. Ahora mismo disfruto mucho este momento en el que estoy, donde además de como repentista me desempeño como promotor cultural”.

***

En no pocas emisiones de los últimos dos años del programa Al Mediodía, perteneciente a la parrilla del canal Cubavisión, a las figuras de la cultura nacional invitadas les obsequian una décima.

Yo conozco de Valientes

anónimos, sin remesas.

Valientes con la promesas

de cuidar a sus pacientes.

Héroes de pasos silentes

y bostezos de mañana.

Pero tú, (de alma liviana)

cargaste con la utopía

de hacer que a la valentía

todos la llamen Adriana.

 

Adriana, ese nombre es

el actual, como el que cita

del teatro a la Margarita

o a Arropamiento después.

Cada obra a tu palmares

le hace madurar edades.

Y la Luz de las ciudades

te hacen volver al Oficio

de tu isla, cual sacrificio

para calmar tempestades.

 

¿Qué te queda por hacer?

Tu vida es una espiral

donde tu nombre real

ahora empieza a amanecer.

Daliana, tiene tu ser

el éxito retratado.

Y yo, tan solo he llegado

con mi poético aroma

para ponerle una coma

al guion que has empezado.

 

Versaba Álex a la joven actriz Daliana González, una de las protagonistas de la teleserie Valientes. El dramatizado televisivo tuvo 14 capítulos, y mostró las peripecias del grupo de voluntarios universitarios que trabajó en el primer centro de aislamiento para sospechosos de la COVID-19 abierto en la residencia de una casa de altos estudios de la Isla.

Igualmente, se le puede escuchar improvisarle a la periodista, escritora e investigadora Magda Resik, directora de Comunicación de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, en ocasión del 503 aniversario de fundación de la urbe capital cubana.

 

Habana, volver a ti

hoy 16 de noviembre

hace que al tiempo le siembre

tu historia. Hoy estoy aquí

por tu aniversario y

me cuesta no improvisarte.

Me cuesta no retratarte

con versos. Me cuesta ser

hijo tuyo y no poder

con rimas enamorarte.

 

503 años son.

Diego Velázquez sabía

que en esta ciudad había

aires de renovación.

Si desde su fundación

La Habana siempre sonríe

y hace que yo me extasíe

en su afrodisíaco aroma.

Es que La Habana me doma

sin dejar que me extravíe...

 

... Por cualquier otra ciudad.

Magda, La Habana me cuida,

aunque Mi Cuba querida

cita tu fidelidad.

La Habana tiene la edad

de la Luz sobre el espejo.

Y el centro histórico, viejo

de bastón y guayabera

se pasa la vida entera

especulando lo añejo.

 

El malecón con su oleaje

flirtea al Hotel del Prado

y el faro que está a su lado

vigila, (luz de espionaje).

Un trovador va de traje

uniendo primeras citas.

Y van tres niñas bonitas

caminando ilusionadas

buscando con su miradas

a las bellas sirenitas.

 

Es que así es la capital,

Magda lo sabe de sobra

La Habana con ella cobra

La herencia que dio Leal

La Habana es tan musical

como ellos. Nota que enlazo.

Es que La Habana en su ocaso

para encontrarse despierta

a las 9 abre sus puertas

Cuando suena el cañonazo.

 

Y así, miles y miles de metros de versos gentiles están apilados en los oídos de los televidentes habituales del programa televisivo.

Exposiciones mediáticas allende, si le preguntan a Álex Díaz ¿cómo ha impactado Oralitura Habana en el improvisador que es en la actualidad?, el joven te dirá que el inicio de este proyecto significa para él un antes y un después. 

“Tenemos ahí un punto que divide dos etapas de vida. Distintas. Enriquecedoras. Ambas de aprendizaje y crecimiento, y ambas, de alguna manera, de éxito. Antes de Oralitura estuve en iniciativas que fueron muy importantes. Sin embargo, todo lo realizado después de creado el proyecto está volcado en él.

“Felizmente, Álex Díaz se conoce gracias a Oralitura. Somos un binomio. Leidys y yo decimos que este es nuestro primer hijo. Creo que eso lo define”.

Un primogénito que ha venido agigantándose y amoldándose a los circunstancias de los tiempos en que se ha desarrollado.

Rumbo a su tercera entrega, prevista para el último fin de semana de septiembre de 2023, los organizadores de Oralitura Habana insisten en que todo lo que confluya hacia y desde la cita tiene que estar atravesado por la sinergia del crecimiento. Dando como resultado, entonces, una edición superior a sus predecesoras.

“La iniciativa estuvo pensada al inicio solo como un festival, y se convirtió en una plataforma de promoción de la décima, la improvisación y la oralidad...

“No solo los improvisadores y repentistas tienen protagonismo en Oralitura Habana, sino también los músicos, los narradores, los escritores y todos aquellos creadores que tengan que ver con la poética”, enfatiza Álex.