domingo, 22 de septiembre de 2024

Arte en la era de la tecnología

Numerosos artistas cubanos apuestan por el arte digital y lo incorporan al panorama de la cultura cubana. Le proponemos una mirada al desarrollo de esta manifestación en Holguín...

Elizabeth Bello Expósito en Exclusivo 13/12/2013
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Finisterre, de Rafael Villares Orellana, obra premiada en el VIII Salón de Arte Digital.

Cuando se está frente a una obra o manifestación de la creación del hombre ¿Quién no se ha preguntado alguna vez si realmente lo que está observando es arte? Para la mayoría de las personas resulta enigmático y complejo discernirlo, especialmente en los últimos años, un período abrumado por las nuevas tecnologías. 

Hoy el potencial de las nuevas tecnologías atrae a numerosos artistas y actualmente las computadoras están presentes en distintas fases del proceso de creación y reproducción de obras en muchas disciplinas artísticas.

Es así como surge el arte digital, nacido del talento en alianza estratégica con las nuevas tecnologías. Una nueva forma de hacer arte que personaliza la osadía, el ímpetu y la revolución de la modernidad.

El concepto de arte digital ha sido bastante debatido y discutido en los círculos académicos-artísticos. La terminología para describir lo que también se conoce como arte electrónico, o el arte de los nuevos medios, no se unifica bajo un criterio único y acordado. Sin embargo, se ha llegado a precisar cuáles son las características que definen a esta nueva tendencia.

El arte digital incluye una serie de disciplinas creativas en las que se utilizan tecnologías digitales en el proceso de producción o en su exhibición. Puede estar generado únicamente por el ordenador, o provenir de otras fuentes y puede apreciarse en diversos ámbitos como las artes plásticas, el cine o la animación. Esta tendencia nació de la mano de los piratas informáticos, conocidos como hackers, que fueron los primeros digiartistas al expresar su propaganda con imágenes digitales.

El trabajo o manipulación digital de imágenes como forma de expresión es una de sus más sencillas formas. Los artistas usan imágenes tomadas con una cámara digital o por la digitalización de imágenes o negativos fotográficos escaneados y como ingrediente esencial una paciente faena en el computador cuyo producto final son novedosas representaciones pictóricas. La imagen obtenida puede ser vista desde la pantalla de cualquier ordenador, o bien impresa en distintos soportes, como papeles o lienzo. En la actualidad se habla incluso de pintura digital, que es cuando la obra se crea imitando las formas, técnicas y estilos de la pintura tradicional, pero utilizando el software de una plataforma informática.

Pero el arte digital no solo se vale de iconografía ya existente sino que también explota los distintos paradigmas en la creación de imágenes por ordenador. Entre ellos el más simple es el de los gráficos 2D y el modelado 2D o 3D. .

El arte digital tiene también como punto fundamental la interactividad, lo que constituye una potencialidad para el observador. El arte digital interactivo busca la multisensorialidad en las representaciones: la llamada realidad virtual donde los sensores globales exceden sentidos como la vista y el tacto. Lo representado se manifiesta creando entornos ficticios que se pueden manipular e incluso cambiar. Las instalaciones artísticas y la arquitectura interactiva son ejemplos de ello.

Actualmente, a nivel internacional el espacio virtual de creación del arte digital trasciende los límites de la pantalla del ordenador y a las formas anteriormente mencionadas se unen muchas otras como la escultura digital, el Software y el arte electrónico y el Net-Art. Este último surge a raíz del desarrollo de Internet y su principal ventaja radica en la cercanía, es decir, que no existe mediación institucional entre el artista y el espectador.

ARTE DIGITAL LLEGÓ TAMBIÉN PARA QUEDARSE…

Cuba es una nación donde el amplio talento en el terreno del arte unido a la persistente búsqueda, experimentación y preparación ha permitido acumular un importante patrimonio cultural. Además, se crean las condiciones para que la población acceda a la tecnología, es por ello que, la presencia del arte digital en el país constituye una realidad.

A pesar de las carencias y el bloqueo económico que afecta también al arte y el acceso a las tecnologías de punta, numerosos artistas cubanos apuestan por el arte digital y lo incorporan al panorama de la cultura cubana. Así lo demuestran los diez años del Salón y Coloquio de Arte Digital organizados por el Centro Pablo de la Torriente Brau. Creadores de Cuba y de más de 40 naciones de diversos continentes, participantes en las diferentes ediciones de estos Salones, confirman la validez de esta nueva tendencia.

Otro indicio de la fuerza que ha alcanzado el arte digital es que actualmente Cuba cuenta con varios sitios web, ahora reunidos en el Portal arte digital Cuba: www.artedigital.cult.cu, los cuales conforman el museo virtual más completo de nuestra nación. 

Holguín se distingue por sus pintorescos parques, la conocida Loma de la Cruz, por sus playas, pero también porque se ha convertido en una de las capitales culturales más activas del país. A la Capital del Arte Joven en Cuba, indudablemente ha llegado también, de la mano del talento local y foráneo, el arte digital.

Numerosos artistas plásticos como Ronal Guillén, Dagoberto Driggs Dumouis, Frank Jorge Hidalgo, Magalys Reyes y Erlys Carballosa trabajan las técnicas digitales, fundamentalmente en obras bidimensionales y han experimentado también con pequeñas obras interactivas.

Para unos herramienta, para otros un fin; son diversas las razones que han motivado a los creadores holguineros a acercarse a este nueva forma de hacer, entre ellas el gusto por el diseño gráfico. Este es el caso de Ronald Guillén, pionero del arte digital en Holguín.

“Durante mis estudios en el Instituto Superior de Arte (ISA) en La Habana trabajé siempre en la búsqueda de nuevas formas de hacer arte, nuevas formas de comunicación dentro del arte y me dediqué a hacer un trabajo de tipo comunicativo, conceptual, muy ligado al diseño”, relata Guillén recordando sus inicios.

“Tomaba imágenes emblemáticas del arte universal y las conjugaba con obras de arte cubanas para componer juegos o puzles para poner al espectador en una posición activa frente a cada obra. Estas imágenes fueron construidas principalmente desde el punto de vista del diseño y hechas a mano, porque en aquel momento no había computadoras; con líneas, planos, texturas y con un rigor y una terminación que todavía hoy me asombran por el trabajo de mesa, el detalle y la limpieza que muestran”.

“El gusto por esta forma de hacer arte se me fue desarrollando y con la llegada de las nuevas tecnologías descubrí una forma más sencilla y que aseguraba un resultado más directo y más rápido y me brindaba múltiples posibilidades dentro del proceso creativo”, señala Guillén.

A estos artistas pioneros se unen noveles creadores, cuya condición de nativos digitales los acerca e identifica con las nuevas tecnologías y se han visto impulsados por la necesidad de expresarse e innovar a través de ellas y se sienten cómodos y completos con las computadoras, impresoras y otras.

Por otro lado, son diversas las instituciones culturales involucradas en la formación de los futuros artistas y los procesos creativos, entre ellas sobresalen los Estudios ANIMA, institución que se ha convertido en unidad docente, la Academia Profesional de Artes Plásticas ALBA y la Filial Provincial del Instituto Superior de Arte.

A ellos se unen la Filial del Instituto Superior de Arte, una de las instituciones holguineras, organismos como el Centro Provincial de Cine, la Dirección Provincial de Cultura entre otras que apoyan la producción de audaces proyectos audiovisuales como cortos de ficción o videosarte, otra de las formas de arte digital que gana cada vez más adeptos en Holguín.

No obstante, “todavía falta mucho para poder decir que hay un movimiento de arte digital responsable y serio; para ello es necesario aglutinar y potenciar esta nueva propuesta. Hay que promover, darle más valor a las obras, estimular la creación y el coleccionismo institucional”, manifiesta Dagoberto Driggs Dumois, artista holguinero afiliado a esta nueva tendencia y destacado diseñador, miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y de la Asociación Cubana de Comunicadores Sociales.

Adrián, Director de ANIMA agrega: “El holguinero es muy conservador en lo que se refiere a las artes plásticas, y el arte digital es algo muy reciente, ni siquiera está visto, en el ámbito cultural, netamente como arte, sino que se encuentra en campo nuevo, en constante cambio, que se reinventa cada día; por eso, incluso, aún no es posible conceptualizarlo con exactitud”.

La aspiración de estos noveles artífices es lograr darle a esta propuesta el lugar que le corresponde dentro de una nueva sociedad moderna y digital, aprovechando la tecnología para maximizar la explotación de su potencial artístico. Pues tal como señala Frank Jorge Hidalgo, joven artista plástico: “el arte digital es como un lienzo en blanco, seduce por las infinitas posibilidades que te brinda. Lo que un momento te podría limitar la confección de una obra, el presupuesto o los espacios, eso ya no te condiciona. Con el arte digital tú puedes crear espacios, proyectos mucho más abarcadores, utilizar efectos y técnicas que no serían posibles en la pintura tradicional, hasta el aspecto tecnológico ya le aporta contenido a la obra de arte. Son muchas las ventajas de esta nueva tendencia, y por lo cual bien vale la pena el riesgo”.

Refiriéndose a la labor de ANIMA el director de la institución destaca: “Nosotros hacemos animación, a término general y más crudo de la industria cinematografía, pero de alguna manera también hacemos arte digital, principalmente si se observan los estilos de dibujo, nosotros manipulamos diferentes estilos de dibujo que van desde el más clásico de Disney, hasta el más crudo de manga, utilizando patrones de ilustración donde el artista que viene de una formación plástica llega a expresar a través de los medios digitales ese arte que no puede expresar en un lienzo (…) La parte del concepto: el vestuario, el diseño de la atmósfera y los personajes, todo eso se hace también con la computadora y es otra faceta del arte digital”.

“Hay diseñadores gráficos que hacen arte digital, un cartel y una ilustración bien hecha puede ser arte, siempre cuando el artista tenga talento y gusto —resalta—. Pero “(…) quién lo llama a uno artista digital es el público, o los críticos. Yo no puedo salir de esa puerta cacareando que soy un artista digital, aunque me considere, porque eso sería falso, artista me llaman los que ven mi obra porque les gusta, que pueden ser críticos o halagadores. Los jóvenes que trabajan aquí tienen de ese espíritu, por lo que hacen y han marcado y marcan pautas con sus obras, un ejemplo de ello es Abdala, un animado totalmente diferente a lo que hasta el momento se ha visto y se ha hecho en Cuba”.

En efecto, el avance de la informática y las comunicaciones ha reconfigurado totalmente las dinámicas de divulgación y consumo de opciones artísticas permitiendo a los creadores la producción de sus obras, ajenos a los vaivenes del mercado. Hoy los digiartistas pueden, con modestos recursos, producir su obra incluso en la propia sala de su casa. El espacio virtual es usado además como instrumento de creación y como medio de promoción.

Por otra parte, el surgimiento de soportes digitales cada vez más funcionales garantiza el almacenamiento, conservación y transportación de las obras con mayor facilidad. Tales circunstancias han puesto su grano de arena, no solo en la ampliación de las propuestas, sino que también las entidades oficiales han sentido la necesidad de abrir sus puertas a los nuevos talentos. Tal y como apunta el periodista Joaquín Borges Triana: “(...) la tecnología hace posible que el artista logre irse por encima de las insuficiencias del aparato cultural, con lo cual lo está obligando a cambiar su sentido”.

SER O NO SER…

Constantemente en el mundo de la creación artística se ha entrado en controversia sobre si realmente el cambiar el pincel por un artefacto electrónico producía una obra de arte. Siendo el arte digital producto de la tecnología informática, algunos lo catalogan como una habilidad técnica y no como una manifestación elevada de la expresión humana.

Sin embargo, los partidarios del arte digital en Holguín manifiestan que para ellos la tecnología consiste básicamente en un instrumento o procedimiento que posibilita una creación, y en ese sentido no existe diferencia entre un pincel y una paleta gráfica.

Afirman que la capacidad artística depende de factores más profundos que la mera disposición de medios tecnológicos. “La realidad es que en la actualidad estamos cambiando únicamente el medio, pero la inspiración, creatividad, expresión, habilidad, el talento del artista, el público, son los que crean una obra de arte”, subraya Dagoberto Griggs.

Otros manifiestan que, debido a la novedad del medio en muchos lugares se ha producido una trascendentalización de piezas digitales sin una revisión adecuada de su calidad, creando un corpus de obras que probablemente no superen la prueba del tiempo. Así lo advierte Frank Jorge Hidalgo: “En el arte digital se hacen muchas cosas que pudieran ser una fotografía analógica o una pintura o un dibujo y eso conlleva a que no exista una definición muy propia de lo que es arte digital. Cuando se pretende demostrar que uno maneja esa tecnología o cuando la técnica está por encima de la idea o de la intención creativa los límites se desdibujan aún más”.

“Arte digital es arte y también manipulación; es arte digital cuando el creador es auténtico y tiene talento, si no, es manipulación. Cuando un artista va a hacer un fondo determinado y quiere hacerlo de manera fácil coge una foto y la manipula. Y cuándo un artista quiere hacer un fondo con calidad, toma el diseño de un paisaje natural y lo recrea, y hace arte (…) el gran desafío para el espectador está en discernir cuándo es arte digital y cuándo es manipulación”, explica Adrián, Director de ANIMA.

Los artistas holguineros también advierten sobre esta problemática y señalan que hay que tener mucho cuidado cuando entre el deslumbramiento de la tecnología se pierde el discurso de la obra. “Hacer arte digital no es jugar con la computadora, sino usar esta herramienta para hacer arte, opina Dagoberto. Yo, nunca me siento delante de la computadora sin una idea, y cuando las tengo porque leo un libro, converso o tengo una vivencia entonces las pienso, las dibujo y las boceto antes de llevarla a la computadora. Es algo muy personal, puede ser que le guste a mucha gente, puede ser que me guste solo a mí, igual al proceso de creación de cualquier artista”.

En Holguín el arte digital es todavía una forma de expresión relativamente nueva. No obstante sus seguidores, tanto en el rol de creador como el de público, nunca han dejado de buscar en él un arte humano, elocuente; un vehículo transmisor de sensaciones, ideas, búsquedas personales, visiones y emociones expresadas usando el computador como herramienta del mismo modo que durante siglos se ha usado el lienzo, la pared o la piedra.

“(…) Tiene que haber mucho desarrollo en una sociedad para que una persona con mucha cultura, especialmente un artista, considere al artista digital como un artista verdadero. A partir de ahí se crea una especie de interrelación, que está en cuánta cultura tengo yo para generarte códigos y cuánta tengo yo para contemplarlo, disfrutarlo y descifrarlo, decodificarlo”, apunta Adrián.

Pero como vivimos tiempos donde todo transcurre excesivamente rápido nunca sabremos exactamente que va a pasar mañana. Tal vez el arte digital se enrumbe por el camino de la obra que existe en la red de redes o llegue un momento en que se obvie el tema digital y se califique solo como arte. Quizás ya en algún rincón de la aldea global se esté gestando una nueva disciplina o propuesta que lo superará, para convertirse entonces en el desafío reciente y cuestionado. Lo más importante ahora es continuar apostando por lo inédito, por la imaginación y la belleza.


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Elizabeth Bello Expósito

Se han publicado 1 comentarios


Miriam Diaz
 13/12/13 14:22

Nunca he visto una muestra de arte digital pero debe se maravilloso. gracias a la autora por regalarnos este artículo tan interesante

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