Buen comienzo del 2023 para Rolando Luna

El reconocido pianista, arreglista, compositor y productor musical cubano Rolando Luna, con una carrera meritoria nacional e internacional, se siente muy satisfecho con el resultado de su primer fonograma grabado con la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (Egrem).

“Mi alma en canciones”, su más reciente producción musical, nació a raíz de una convocatoria que le hizo la más antigua de las disqueras cubanas, a principios del pasado año 2022. Este proyecto era un sueño que Luna tenía hace mucho tiempo y finalmente se pudo materializar.

Para este álbum se grabaron diez canciones, recreadas en el piano, con elementos jazzísticos, a partir de una visión más renovada. Son piezas de grandes autores, que forman parte de la historia de la música cubana, y que el notable pianista nunca antes había interpretado.

Luna hizo un recorrido que comienza con la trova tradicional y regala memorables páginas como: Guarina, de Sindo Garay y Adriana, de Manuel Corona. Además, incluye en el CD Amor sin fe, de la autoría de Benny Moré; Y no crees en mi amor, de José Antonio Méndez; Canción estudio, de Ñico Rojas; Herido de sombra, de Pedro Vega y Bossa cubana, de Luis Chanivecky.

Una verdadera joya pianística constituyen las versiones de temas que llevan la firma de compositores de la talla de Frank Domínguez (Verdadera navidad), Adolfo Guzmán (Al fin amor) y Rember Egües (Amar, vivir).

“Estoy contento con el resultado de este disco y agradecido de que la Egrem haya contado conmigo para hacerlo. Me quedé sorprendido con la belleza que tienen estas versiones”, dijo el pianista.

Explicó que fue un proceso de curaduría difícil en el cual lo acompañó la musicóloga Elsida González, quien es coproductora del disco junto con Luna. Ella le sugirió una lista de canciones y de ahí se fue armando el repertorio para el fonograma.

En calidad de invitados especiales del álbum, que se grabó en los estudios Ojalá, de Silvio Rodríguez, participaron las vocalistas del Trío palabras, de Santa Clara; el baterista Oliver Valdés y el bajista Rafaela Aldama.

UN ARTISTA VERSÁTIL

Aunque Luna es más reconocido por el público cubano en el ámbito jazzístico, desde que se alzó con el primer premio en el Concurso de Jóvenes Jazzistas Jojazz, en 1999, ha formado parte del universo de la música popular bailable, la timba, la fusión e incluso del mundo trovadoresco.

Algunos piensan que con su más reciente disco ha salido de su zona de confort pero en sus inicios, cuando apenas tenía 15 o 16 años y aún estudiaba en el Conservatorio Amadeo Roldán, debutó como pianista acompañante de Omara Portuondo, quien constituyó para él una gran fuente de aprendizaje, en esa manera de cantar que se conoce como feeling.

La Diva del Buena Vista Social Club le permitió hacer algunos arreglos musicales y posteriormente pudo estar cerca de grandes intérpretes como: Elena Burke, Miriam Ramos y la soprano Bárbara Llanes, algo que disfruto muchísimo, confesó.

“En mi casa se escuchaban muchos boleros porque mi papá era fanático de esas canciones. Siento que en mi música están presentes todas esas influencias, no solamente el jazz que te da mucha libertad, de manera más espontánea, en el momento”.

Recientemente Luna ofreció una clase magistral para los estudiantes de la Escuela Nacional de Arte. Ha comentado que le gustaría presentarse igualmente en el conservatorio de la provincia Santiago de Cuba.

También formará parte activa en la programación de la edición 38 del Festival Internacional Jazz Plaza, que se desarrollará en La Habana, entre el 22 y el 29 de enero.

El próximo lunes 23, a las 5 de la tarde, ofrecerá un concierto a piano solo en el teatro Martí, del Centro Histórico habanero, con un repertorio más jazzístico. Tendrá como invitados especiales a Carlos Sarduy e Irving Acao (ambos de Cuba/Francia) y al cantante Maikel Dinza, con el cual Luna grabó hace poco tiempo un disco.