Nuestra nación se enorgullece de contar con un valioso patrimonio cultural. Dentro de esa riqueza material e inmaterial destacan una serie de conjuntos urbanos con altos valores culturales, arquitectónicos, paisajísticos, artísticos y sociales.
Resaltan las ciudades de La Habana, Santiago de Cuba, Camagüey, Trinidad, Cienfuegos, Bayamo, Matanzas, Baracoa, Sancti Spíritus, Remedios, Viñales, Guanabacoa, Gibara, Sagua la Grande y Cárdenas, todas reconocidas como Monumento Nacional, y varias de ellas inscritas en la Lista del Patrimonio Mundial.
Atesoran manifestaciones incluidas en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, y están entre las urbes cubanas que forman parte de la Red de Ciudades Creativas de la Unesco.
Durante décadas, la protección y gestión especializada de las ciudades patrimoniales cubanas ha requerido de importantes esfuerzos tanto a nivel local como nacional. El pasado 5 de diciembre, fue celebrado el decimoquinto aniversario de la creación de la Red de Oficinas del Historiador y del Conservador de las Ciudades Patrimoniales de Cuba por el doctor Eusebio Leal Spengler.
La creación de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH) en 1938 por el doctor Emilio Roig de Leuchsenring, y su continuidad desde 1967 por el doctor Eusebio Leal Spengler, impulsaron una singular escuela de gestión del patrimonio cultural.
Esta experiencia se fortaleció con la promulgación, el 30 de octubre de 1993, del Decreto Ley 143, un instrumento legal pionero en el campo de la restauración y gestión patrimonial para Cuba y el mundo, que otorgaba a la OHCH facultades especiales para cumplir su misión y funciones.
Luego de la exitosa experiencia habanera, nació en 1996 la Oficina del Conservador de la Ciudad de Santiago de Cuba. La denominación de Oficina del Conservador mantiene las mismas esencias organizacionales que la de Oficina del Historiador, solo cambia el liderazgo profesional, pues en la santiaguera fue nombrado un arquitecto al frente del proyecto.
De esta forma, en 1997 surgieron la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey y la Oficina del Conservador de la Ciudad de Trinidad y el Valle de los Ingenios. Una década después, en el año 2007, se fundó la Oficina del Conservador de la Ciudad de Cienfuegos, luego de la inclusión en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco de una parte del centro histórico cienfueguero.
Fue entonces cuando se formalizó la fundación de la Red de Oficinas del Historiador y del Conservador de Cuba, el 5 de diciembre de 2008, durante las sesiones del VII Encuentro Internacional sobre Manejo y Gestión de Centros Históricos, en La Habana Vieja.
Hay que recordar que ya se reconocía la existencia de un trabajo natural de articulación desde 1996, cuando fue creada la segunda oficina, la de Santiago de Cuba.
La misión y funciones de la organización han tenido un denominador común durante todos estos años, en lo cual sobresale el fomento del intercambio y la transferencia de experiencias en materia de rehabilitación urbana y gestión patrimonial con una visión hacia el desarrollo integral de los territorios.
El doctor Eusebio Leal Spengler siempre resaltó la importancia de concebir y ejecutar todo el trabajo de las oficinas en función del ser humano como principal protagonista y beneficiario de la obra, y resaltar la cultura como recurso principal y eje transversal del desarrollo sostenible.
Luego de cinco años de trabajo, la organización fue legitimada por un acuerdo del Consejo de Estado firmado el 24 de enero del 2013, quedando formalizada como institución de carácter nacional y con personalidad jurídica propia.
Entre los principales resultados de la red en estos años están la creación de seis nuevas Oficinas del Conservador en las ciudades de Bayamo, Matanzas, Baracoa, Sancti Spíritus, Remedios y Viñales; cinco escuelas taller y de oficios de la restauración en Cienfuegos, Matanzas, Sancti Spíritus, Bayamo y Remedios, y la gestión de más de 25 proyectos de cooperación internacional que superan el monto de los tres millones de dólares.
A ello se suma el apoyo a la capacitación de especialistas técnicos de las oficinas en más de 30 eventos, talleres, cursos y encuentros bilaterales.
Recientemente, fue aprobada por el Consejo de Ministros la Propuesta de Perfeccionamiento de las Oficinas del Historiador y del Conservador de las Ciudades Patrimoniales de Cuba y de la Red que ellas integran, en su primera etapa.
En el documento se destaca la actualización y adecuación de los aspectos organizativos y cuestiones de sostenibilidad económica a los momentos actuales.
En una segunda etapa, se trabaja en la creación de Oficinas del Conservador en las restantes ciudades declaradas como Monumento Nacional: Gibara, Sagua la Grande, Guanabacoa y Cárdenas, y en la conclusión del proceso de institucionalización de la red, así como otros aspectos de carácter estratégico para las ciudades patrimoniales cubanas, las oficinas y la propia red.
Durante las celebraciones por los 15 años de la red, Leal fue nombrado su presidente de honor y se le hizo un sentido homenaje en el Jardín Madre Teresa de Calcuta, donde se reposan sus restos. Igualmente, se desarrolló la primera edición del Día de las Ciudades Patrimoniales Cubanas, que se celebrará anualmente cada 5 de diciembre, en conmemoración de la fecha en la que se oficializó el trabajo en formato de red.
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