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domingo, 24 de noviembre de 2024

Cuba es todo para mí

Considerado uno de los primeros bailarines del mundo, José Manuel Carreño debutará en La Habana en el flamenco con el Ballet Español de Cuba...

Ada María Oramas Ezquerro en Exclusivo 19/04/2012
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José Manuel Carreño
José Manuel Carreño embajador del ballet de Cuba en el mundo.

José Manuel Carreño, considerado mundialmente como príncipe de príncipes, ha conquistado los más altos lauros, como la medalla de oro del Festival de Ballet de New York y el grand prix del Festival de Lausanne, en Suiza. Recientemente decidió retirarse como primer bailarín del American Ballet Theatre y recibió como homenaje una gala en el Metropolitan Opera House de New York. A partir de entonces, los escenarios más importantes de los cinco continentes acogen las actuaciones de este artista dotado de perenne juventud y una proyección escénica que realzan su técnica excepcional.

EMBAJADOR DEL BALLET CUBANO EN EL MUNDO

—¿Cuál ha sido tu labor en los últimos tiempos, después de tu despedida del American Ballet Theatre?

—He viajado muchísimo como artista independiente. Actué hace un mes en Georgia, en Tbilisi en una gala dedicada al aniversario 30 de vida artística de la primera bailarina rusa Nina Ananishuili. Hace tres semanas interpreté a Don José en la versión de Carmen, con coreografía de Alberto Alonso en el teatro de San Petersburgo con el Ballet Kirov, y la semana pasada estuve filmando un programa de televisión en Los Ángeles, donde bailé Tango, antes de viajar a Cuba. El jueves y viernes próximo interpretaré nuevamente el personaje de Don José en la puesta de Carmen, traducida al flamenco por Eduardo Veitía para el Ballet Español de Cuba. Anhelo representar la escuela cubana de ballet en el mundo.

—¿Por qué elegiste este título y esta compañía para reaparecer en Cuba?

—Es la primera vez que voy a bailar flamenco y es un género que me interesaba abordar, pero nunca había tenido el tiempo. Y ahora, como artista independiente estoy incursionando en lo que no había podido hacer por falta de tiempo, cuando estaba contratado por el American Ballet.

“Considero que actuar con el Ballet Español de Cuba, dirigido por Eduardo Veitía, es una excelente oportunidad y me fascina bailar con ellos. Creo que Don Quijote y Carmen son dos ballets que tienen mucho que ver con nosotros”.

—¿Y qué piensas de esta Carmen en flamenco?

—Ante todo, es una excelente coreografía de Eduardo Veitía. Es pura fuerza y dramatismo, por lo cual requiere muchísima actuación por parte de todos los personajes, en especial de la protagonista y de Don José. Exige mucho de los bailarines por la complejidad y los retos de su coreografía.

“Hace unos días tuve la oportunidad de coincidir con el primer bailarín y coreógrafo español Francis Núñez y trabajé con él como parte de mi preparación para asumir el personaje en técnica y actuación. No quiero compararlo con nadie, pero pienso que está a un nivel increíble y de verdad que se siente su influencia. Toda la compañía percibe su energía y lo refleja en la alegría y la emoción con que bailan. Considero que ha sido una de las presencias más importantes que ha tenido el Ballet Español de Cuba”.

SIN AMOR Y PASIÓN NO SE PUEDE VIVIR

—¿Y cómo contemplas a Don José?

—Es un personaje que responde a cualquier tiempo y lugar. Puede verse desde hace cien años, en la actualidad y en el futuro.  Es un hombre con mucha perspectiva en la vida, encuentra a una joven como Carmen, difícil de ignorar por su atractivo y lo apasionado de su temperamento. Don José es muy intenso y muy dramático.

—¿Cómo te ha impactado esa pasión y muerte de Carmen en su relación con Don José?

—Hay tanta pasión en el personaje y al final tanto rencor, hasta el punto que la mata. Pero, por otra parte, pienso que sin amor y pasión no se puede vivir.

—¿Cuáles son tus planes inmediatos?

—Voy a actuar este jueves y viernes en la sala García Lorca, con Graciela Santana, en funciones dedicadas al aniversario 25 del Ballet Español de Cuba. Regresaré a Nueva York el 23.

“El 27 interpretaré un solo y Tango, una coreografía que interpreté recientemente en Los Ángeles. Este programa será presentado en esa gala, dedicada al Youth American Company, como culminación de la competencia juvenil que finalizará este evento protagonizado por jóvenes. Y el 5 de mayo actuaré en el Lincoln Center con la compañía Peri Dance, dirigida por Igor Peri, el coreógrafo del Ave María que interpreté en La Habana hace diez años”.

—¿Piensas participar en el Festival Internacional de Ballet de La Habana?

—Tengo muchas ganas de venir, tantas que puedo decir que mi decisión es definitiva: voy a participar como en la mayoría de las ediciones anteriores. Todavía no tengo decidido el repertorio que interpretaré porque estoy experimentando con muchas obras, la mayoría me interesa, pero quiero traer obras de especial significado dancístico, por tratarse de un evento que significa mucho para mí.

—¿Qué harás en un futuro cercano?

—Por el momento, seguir bailando, y también continuar como profesor y ensayador. Cuando no estoy bailando, imparto clases en el American Ballet y en la escuela del New York City Ballet.

—Siempre buscas un espacio para venir a Cuba, aunque no sea a bailar, sé que vienes a ver a la familia, a los amigos, a practicar surf. Háblame de esos paréntesis que tanto te atraen.

— Vengo siempre que encuentro un lugar, porque esta es mi raíz, este es mi país. Cuba lo es todo para mí. Venir aquí es mi mayor felicidad.


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Ada María Oramas Ezquerro

De larga trayectoria en el periodismo cultural. Premio de Oro, del Gran Teatro de La Habana y Miembro de la sección de la Asociación de Artistas Escénicas de la UNEAC


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