Danzar con pasión (+Fotos)

Isabel Bustos, directora y fundadora de la compañía de Danza Teatro Retazos, recién proclamada Premio Nacional de Danza 2012, tiene la peculiaridad de visualizar su capacidad de ensoñación cuando refiere lo que ocurrirá en el XVII Festival Internacional de la Danza en Paisajes Urbanos. La Habana Vieja, Ciudad en Movimiento.

Ella no intenta deslumbrar ni hacer conjeturas, anuncia con exactitud la multidisciplinaria intervención que se producirá en el Centro Histórico desde el 18 hasta el 23 de este mes, Allí reinará la confluencia de pasos, gestualidad y el secreto de volar sin alas, en la posibilidad de imbricar el danzar al yoga y a las más diversas disciplinas, en una acción sociocultural destinada a involucrar a la comunidad.

Este singular evento propiciará la apreciación de las artes, a través de tres exposiciones de pinturas, exhibición de diversos materiales audiovisuales y experiencias inéditas como una insólita danza del vientre estilo tribal, de México, o la ejecución de las danzas escocesas por canadienses y la imbricación del yoga a la danza por argentinos.

ABRIR ESPACIOS INFINITOS A LA DANZA

¿Cómo defines este evento?

-Es un trabajo de artistas, no solamente de la danza, sino de la música, de las artes plásticas. Lo defino como un espacio para la creatividad, nosotros nos hemos convertido en un centro de arte, además de una compañía danzaria e intentamos estimular todo el trabajo social posible en el Centro Histórico.
¿Cómo contempla el desarrollo de la compañía Retazos durante este cuarto de siglo?

-Con un sentido algo nostálgico, llegar a los 25 años y tratar de hacer un recuento, intentar recuperar la visión de lo que fue Retazos y establecer una comparación con el momento actual. Lo importante es que la línea se ha mantenido, la huella sigue siendo la misma, la filosofía conserva su compromiso desde el punto de vista ético y estético con la comunidad y el individuo. Va de lo particular a lo universal y viceversa.

“Iniciar tímidamente un lenguaje, con pasitos que se enlazaban a través de la música, entrar en el centro histórico y abrir un espacio para la danza, que sea respetada, considerada, con valores propios e ir decantando el talento, darle la calle por escenario y que sea tan bien vista como si estuviera en un teatro. Pienso que todo esto representa un logro de la compañía, de un arte siempre considerado menor y que en este momento posea un espacio como cualquier otra manifestación artística.

HACIA UN DECIR DIFERENTE

¿Evolución de la estética en la compañía, a lo largo de su historia?

-Veo obras de hace diez años y pienso que tienen el impacto de la última obra. Estoy muy cerca de la plástica. Es más que un discurso de movimiento puro, de demostración física, se va más hacia una proyección filosófica, hacia un decir diferente. Utilizamos el cuerpo para decir algo y no es nuestro fin el cuerpo. Eso es lo que define mucho a Retazos.

¿En qué consiste el espectáculo Retazos en el tiempo?

-Se trata de un fragmento, pinceladas a partir de algunas de las primeras obras que coreografié hace tantos años. Son demasiadas las obras y los retacitos que podía incluir y he considerado que una antología mayor podría presentarse en otro momento. Ahora vamos a presentar algunos desde 1987 hasta las estrenadas el mes pasado. El espectáculo llevará por nombre Retazos en el tiempo y será la gala inaugural del Festival, el 16 en la calle de madera de la Plaza de Armas.

¿Cuáles han sido los superobjetivos que han pervivido en usted durante este tiempo?

-Otorgar una importancia de primer orden a la docencia, abrir un espacio donde la danza sea valorada en su justa medida, contribuir a la promoción del Centro Histórico, porque en la medida que vengan mil 500 artistas del exterior, estamos promoviendo La Habana, la obra de la Oficina del Historiador y compañías de otras provincias y muchas veces nos asombramos, pues su desarrollo, en ocasiones, se encuentra a mayor nivel que el nuestro y la posibilidad que se visualice, se valore su trabajo, tanto por nosotros, como por productores de otras latitudes, contribuye a que encuentren espacios en otros países de América Latina y Europa.

¿Perspectivas del Festival?

-Nos hemos convertido en un centro promotor de cultura, sin dejar de ser un centro de danza, porque durante estos eventos se incorporan al trabajo de los festivales: músicos, pintores y fotógrafos. Y para mí tiene una gran importancia no desmayar en el empeño, porque siento que la realidad rebasa nuestros sueños.