domingo, 22 de septiembre de 2024

Diego Quemada-Díez: un trovador de la realidad latinoamericana

Cubahora conversó con Diego Quemada-Díez, director de la película La Jaula de Oro que recibió cuatro premios colaterales en el 35 Festival del Nuevo Cine Latinoamericano...

Yeneily García en Exclusivo 15/12/2013
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película la jaula de oro
La Jaula de Oro recibió cuatro Premios Colaterales del Festival

Entre las muchas buenas propuestas que trajo este XXXV Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano a La Habana, estuvo La Jaula de Oro, Ópera Prima de Diego Quemada-Díez, un joven realizador nacido en España y naturalizado mexicano, quien cree en la necesidad de que el séptimo arte se comprometa con contar las historias de la gente real.

Quizá por eso confesó a Cubahora que le gustaría ser “como los trovadores” y narrar la realidad tal y como es.

Gran ganadora en los Premios Colaterales del Festival, con cuatro reconocimientos –incluido el voto electrónico de los espectadores-, La Jaula de Oro se estrenó con éxito Cannes y es la apuesta de México en la carrera por el Goya 2014.

Con gran rigor en su investigación, la cinta muestra el viaje de tres adolescentes: Juan, Sara y Samuel, quienes huyen desde Guatemala hacia Estados Unidos en busca de una vida mejor. A su paso por México conocen a Chauk, un indígena de la etnia tzotzil, indocumentado y que apenas habla castellano, quien los acompaña en un recorrido que los llevará no precisamente al paraíso que soñaban tras la frontera.

El cine que trato de hacer es un cine que está conectado con la realidad contemporánea - aseguró en un aparte con nuestra revista justo después de recoger los premios dados por la prensa extranjera, la UNICEF e instituciones culturales - voy a tratar de contar las historias de la gente.

“Desde el momento en que empecé a hablar con los emigrantes y me contaron el drama de su viaje, de lo que sufrían, sentí que eran héroes, que estaban enfrentando y arriesgando su vida en muchos casos para ayudar a sus familiares, a sus seres queridos.”

“Entonces quise contar un poema épico donde fueran ellos los protagonistas, pero a la vez hacerlos seres humanos, con defectos y con cualidades, que su humanidad, sus decisiones resplandecieran o sobresalieran en esta situación que estamos viviendo que deja mucho que desear en cuanto a su justicia.”

Aclaró que desde siempre su idea era dar voz a todos aquellos que escuchó, unos 600 durante más de seis años en diferentes puntos de la República Mexicana, así como también en Estados Unidos, y  Guatemala.

“A partir de ahí di forma a la película. Todos los elementos, la construcción de los personajes, la estructura dramática, vienen de la realidad que los emigrantes me contaron o de mi propia realidad. Son experiencias que ellos vivieron o son experiencias que yo viví e hice una investigación muy detallada para poderlo reproducir todos esos eventos.”

“Quise hacer una mezcla entre documental y ficción para que el espectador siempre sintiera que era de verdad lo que estaba viviendo, que viviera este viaje a través de los niños. O sea, este  testimonio colectivo condensarlo en los niños y que cualquier espectador, estadounidense, suizo o francés viera la problemática migratoria desde otro punto de vista e impactar para siempre la percepción que ellos pueden tener de un migrante.”

En cuanto al espectador del Sur, Diego quiso convocar una experiencia catártica porque según él el drama de la migración involucra a muchas personas, y muchas de ellas le pidieron “por favor cuenta mi historia, cuéntala a otros. Y eso es lo que traté de hacer lo más fielmente posible.”

“En el documental la persona te cuenta un evento, mientras que en la ficción te puedes permitir que el espectador viva una experiencia, puede reproducir ese evento y puedes hacer que el espectador sienta como que lo está viviendo en sus carnes. Es muy poderosa la identificación que creas con los protagonistas y el impacto emocional es mucho mayor.”

Al preguntarle su opinión sobre el éxito que está teniendo La Jaula de Oro tanto en la crítica y la prensa especializada, como en el público, el director dijo sentirse muy contento porque nunca pretendió hacer una película de élite, “ me emociona mucho eso, que esté llegando a la gente y esté conmoviendo y provocando reflexión”.

Cuando la conversación llegó al cine cubano y la influencia sobre su propia manera de hacer, tuvimos que hacer una pausa, porque Quemada-Díez se confesó un rendido admirador de la obra de Santiago Álvarez, Tomás Gutiérrez Alea y Manuel Octavio Gómez.

“Gran parte de mi inspiración viene del neorrealismo italiano, del free cinema, del cinema verité y de toda la escuela del cine cubano de los 60 y 70 que tiene un proceso con la realidad contemporánea de ese momento y crear a partir de esa realidad otra, la cinematográfica.”

“La primera Carga al machete, es una de mis referentes, todo el uso de la cámara en mano. Mi película se hace con esta técnica, creo que la cinta de  Manuel Octavio Gómez fue de las primeras películas que se hizo de esa manera, con un estilo tremendamente realista.”

“Por supuesto Memorias del subdesarrollo, La muerte de un burócrata, toda la dialéctica de Tomás Gutiérrez Alea, la verdad es que me fascina y también Santiago Álvarez. Su documental Now me parece extraordinario. De hecho para esta película lo vi muchas veces.”

“Uno como creador necesita lo que en la actuación se llama gatillo. Cosas que funcionan para darte una emoción, que te inspiran y eso yo creo que uno trata de trabajar desde esas sensaciones profundas, que te conmueven y Now de Santiago Álvarez es una de ellas, de esas películas que me mostró el poder de la edición, del poder del cine para ir más allá del entretenimiento y hacernos reflexionar, como si fuera un espejo donde mirarnos colectivamente y siempre con la esperanza que hubiera un impacto positivo.”

Acerca del Festival quisimos saber, en esta, su primera edición, qué le había parecido y nos contestó que siempre tuvo la esperanza de venir a La Habana con alguno de sus cortometrajes y ahora que llegó al fin la oportunidad con La Jaula de Oro, no puede estar más feliz.

Aseguró que para él siempre ha sido un referente de los mejores festivales del mundo, y que participar ha sido un sueño hecho realidad. Al arriesgarnos a preguntarle si algún día, ante el interés evidente de Hollywood de captar talentos jóvenes, crearía desde la industria norteamericana, sonrió y nos confesó que ya ha habido propuestas, pero que las ha declinado.

“¿Me preguntas si se venderá Diego Quemada-Díez? La verdad es que ya me han llamado, pero en principio no quiero ir allá. La única razón para ir allá es llegar a un espectador, a una población más amplia.”

“Desgraciadamente lo que estamos viviendo hoy día es una invasión absoluta de los medios de comunicación y del audiovisual, o sea en México el 95 por ciento de las películas son norteamericanas. Si uno de repente piensa que es necesario entrar dentro del monstruo para poder de alguna manera utilizar ese poder que uno tiene de llegar a las masas, para comunicar otro tipo de cosas, quizás parezca bien. Mi temor es que el monstruo me destruya.”

“De momento no va a ser en la siguiente película y si lo hago tengo que estar bien seguro que va a ser bajo mis condiciones y una integridad de lo que quiero hacer. Pero claro todo el mundo te dice que básicamente no tienes corte final, que es más como estar al servicio de un cliente y en general el cine que promueve Hollywood es un cine que adormece y que se nutre de la evasión y de la hipocresía.”

“Ahora, de momento prefiero tener el control de las obras que hago. Hacer películas un poco más pequeñas y, bueno, si aparece la oportunidad, dentro de las condiciones adecuadas podría ser, pero en principio no es algo a lo que me vaya a lanzar para nada.”


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Yeneily García


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