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domingo, 22 de diciembre de 2024

El rostro del teatro para niños cubanos en Camagüey 2012 (+Fotos)

Las obras y contenidos serán el rostro del teatro cubano para niños en la edición 14 del festival de Camagüey. Los títeres y los actores comparten tablas y retablos

Rubén Darío Salazar en Cubasí 12/09/2012
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"Narices", obra de Teatro Tuyo 02
"Narices", la propuesta del tunero Teatro Tuyo al Festival de Teatro Camaguey 2012.

Está claro que las diez agrupaciones de teatro para niños que participarán en la muestra escénica del 14 Festival Nacional de Teatro de Camagüey, entre el 8 y el 15 de septiembre, no representan el panorama exacto de lo que se produce hoy en esta especialidad dentro de nuestro territorio. De Oriente a Occidente faltará este o aquel colectivo teatral que durante el período comprendido entre el año 2010 y 2012, estrenó al menos un espectáculo atendible o una propuesta dramática sugerente. Y bueno, una selección es eso, elección, escogimiento, clasificación por un grupo de colegas de lo que constituirá el retrato, más o menos fiel, de lo que somos y hacemos en materia de teatro para los pequeños espectadores

En la tradicional cita agramontina estarán las provincias Las Tunas, Camagüey, Cienfuegos, Matanzas, Artemisa, La Habana y Pinar del Río. Tengo que decir que lo seleccionado, en mi criterio personal, es una muestra bastante representativa de los caminos y las tendencias que siguen en la actualidad nuestros grupos. Dentro de las puestas en escena prevalecen los títeres, lo que denota el protagonismo de esta manifestación, tan antigua como palpitante de vida en las tablas nacionales e internacionales. Excepto Narices, la propuesta del tunero Teatro Tuyo, defendida por el trabaFjo clownesco que desarrolla hace un buen tiempo y con excelentes resultados el director Ernesto Parra, los demás montajes seleccionados se nutren de técnicas y elementos propios del universo de las figuras.

Las obras inspiradas en la literatura para niños conforman el núcleo más fuerte de la selección. La versión de Esther Suarez sobre el cuento “Blanca Nieves y los 7 enanitos”, de los hermanos Grimm, trae de vuelta a Camagüey al Guiñol Los cuenteros, de San Antonio de los Baños, un grupo ganador una y otra vez en estas lides teatrales, siempre bajo la dirección artística del desaparecido maestro Félix Dardo, inolvidable entre el gremio titiritero por sus muchas cualidades como persona y como artista. Malawi Capote, una de las más talentosas integrantes del conjunto, recoge el batón que dejó Dardo y entre actores en vivo y muñecos de distintas técnicas, nos regala un musical muy especial. Inspirado en el cuento “Los dos ruiseñores” del archiconocido Hans Christian Andersen, el joven director y actor titiritero Christian Medina, del grupo cienfueguero Retablos, presentará El Ruiseñor, un montaje unipersonal con títeres de mesa que ha paseado con éxito recientemente por festivales de Gijón, Sevilla, Cádiz y Valencia, en la península ibérica. El grupo pinareño Alas acude también a la literatura como elemento motivador, esta vez mediante la narración Historia de una media naranja, del escritor Nelson Simón, que une a cítricos, objetos domésticos, animales y juglares bajo la dirección de Doris Méndez. Teatro Pálpito, de la capital, otro de los grupos multipremiados en la cita de la Villa del Puerto del Príncipe, visita el hermoso cuento “Las viejitas de las sombrillas”, del cubano Manuel Cofiño, en versión de Maikel Chávez y dirección artística de Ariel Bouza. Historias con sombrillas es un canto cubanísimo acerca del respeto, la tolerancia y el cuidado hacia los adultos mayores; todo con la combinación de actores y títeres en un escenario vacío de trastos escenográficos, pero lleno de gracia interpretativa e iluminación sugestiva. Teatro La Proa, igualmente de La Habana, cierra este segmento de literatura y escena con Mowgli, el mordido por los lobos, adaptación de Erduyn Maza sobre la novela El libro de la selva, de Rudyard Kipling. Bajo la guía de Arneldy Cejas, La Proa arma su espectáculo titiritero de una manera muy particular, mezclando música hindú con soluciones dramáticas donde los muñecos toman el total protagonismo.

La técnica del teatro de sombras, con cierto auge en la Isla en los últimos tiempos, representará al teatro para niños camagüeyano a través del novel grupo La Comarca, que dirige Luis Montes de Oca. Andando X la sombrita es una obra de creación colectiva, que expresa mediante esta milenaria técnica una historia llena de magia y fascinación.

La dramaturgia de Javier Villafañe motivó a Geraidy Brito y Emelia González para realizar sus propias visiones sobre La calle de los fantasmas y Chímpete Chámpata, dos piezas clásicas del maese argentino que el Guiñol Los Zahoríes, bajo la puesta en escena de Armando Mora y la propia Emelia, recrean con la técnica de guante y muñecos de mesa. Una muy atractiva producción que promete futuras y valederas escenificaciones titiriteras.

René Fernández y Norge Espinosa, dos autores nacionales de diferentes generaciones, presentan dos temáticas disímiles en su concepto y cercanas en intención. Nubes azules, del Teatro Papalote, dirigida también por Fernández, trata el tema de la ecología y el cuidado del medio ambiente, para ello se vale de proyecciones, títeres, canciones y una dinámica representación. Por su parte, Teatro de Las Estaciones, la agrupación que dirijo desde 1994, mezcla danza, poesía, música, figuras y cine en Canción para estar contigo, una puesta protagonizada por la soprano Bárbara Llanes, donde Espinosa se aproxima a la ausencia de los seres queridos y a la importancia de la amistad para curar esa nostalgia.

Estas obras y contenidos serán el rostro del teatro cubano para niños en la edición 14 del festival de Camagüey. Las versiones triunfan obviamente sobre los argumentos originales. Los títeres y los actores comparten tablas y retablos. Nuevos núcleos creativos y establecidas compañías comparten la programación de la venidera cita en la Ciudad de los tinajones. No habrá premios esta vez. Estar allí es ya el mayor galardón. Finalizado el festival todos seremos responsables de que el semblante de nuestro oficio siga siendo rostro digno, fisonomía feliz de un movimiento que no debiera convertirse en mueca ni gesto contraído.


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Rubén Darío Salazar

Fundador y director general del Teatro las Estaciones, agrupación de Matanzas, actor, titiritero y profesor de teatro


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