sábado, 27 de abril de 2024

Entre Violeta, Ana y Lucía, ¿estará el Coral? (+Fotos)

Las cintas "Violeta se fue a los cielos", de Chile, "La película de Ana", de Cuba, y "Después de Lucía", entre las favoritas en el apartado Largometraje de ficción del 34º Festival del Nuevo Cine Latinoamericano...

Pedro Antonio García Fernández en Exclusivo 11/12/2012
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Rodaje de "La película de Ana" 01
Daniel Díaz Torres director de "La película de Ana".

Aunque todavía no he visto las propuestas brasileñas ni títulos tan importantes como No, del chileno Pablo Larraín, y Post tenebras lux, del mexicano Carlos Reygadas, aprecio que tres filmes, como en una carrera de ciclismo, han comenzado a despegarse del pelotón y ya visten la camiseta de favorito en la  XXXIV edición del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano.

Me refiero fundamentalmente a Violeta se fue a los cielos, de Andrés Wood (Chile), La película de Ana, (Daniel Díaz Torres, Cuba), y Después de Lucía (Michel Franco, México).

Andrés Wood es un viejo conocido de los cinéfilos cubanos, que ya lo han aplaudido en ediciones anteriores por Machuca (Segundo Coral en el 2004) y la excelente La buena vida, que pasó sin penas ni glorias en la edición del 2008. Ahora se nos aparece con Violeta se fue…, su versión fílmica de la vida de Violeta Parra.

Esta famosa folclorista chilena, aunque también incursionó por la pintura, la artesanía y la escultura, desde los 14 años frecuentaba bares y cantinas donde se ganaba la vida con el canto. Mujer difícil y temperamental, de no fácil trato, logró ser la primera latinoamericana en exponer sus cuadros en El Louvre.

Wood logra atrapar en 110 minutos todo este mundo en que se desenvolvió la cantautora. Para ello contó con la complicidad de Francisca Gavilán, de magnífica ejecutoria en el protagónico. Una cinta trascendente, aunque no ha tenido suerte con los jurados en certámenes cinematográficos.

Daniel Díaz Torres (Kleiner Tropicana, Lisanka) siempre ha sido un buen director de actores. Imagínense si puede contar en La película de Ana con un reparto de lujo, encabezado por la siempre convincente Laura de la Uz (Hello Hemingway) y con Yuliet Cruz, cada vez mejor en cada nuevo filme en que actúa.

El resto del elenco demostró profesionalidad y eficacia, resaltando Tomás Cao, quien en muy buena forma al encarnar el papel del marido de Ana, demostró que lo de Larga distancia no era obra de la casualidad.

Para la dirección de fotografía se agenció, como en Camino al Edén, a Raúl Pérez Ureta y no contento con esto, le buscó como camarógrafos a dos avezados profesionales como Julio Simoneau y Lily Suárez.

De esta forma, no podía quedar en mejores manos la excelente historia de Eduardo del Llano, llena de fino humor. El resultado, con un colectivo tan capaz, director incluido, no podía ser otro: una notable comedia que aspira merecidamente a un coral.

Del mexicano Michel Franco solo tenía referencias de su obra, no había podido ver ninguna en la sala oscura. Después de Lucía, debo admitirlo, me dejó complacido.

La historia, de la autoría del realizador, nos cuenta la vida de Alexandra, muchacha de clase media que ha perdido a su madre. Recién mudada al Distrito Federal, su padre la matricula en un preuniversitario de gente rica, de familias encumbradas e influyentes, donde tiene que afrontar el acoso de los “hijos de papá”, respaldados e impunes de acuerdo a la estructura clasista de esa sociedad.

El filme comienza algo lento, con tomas que después no tienen consecuencia alguna. Pero cuando Alexandra se incorpora al nuevo colegio, el ritmo de la cinta se dispara y ya no tendremos más resuello.

La violencia en México se está tornando endémica, Franco parece querer alertarnos, y una vez que se desencadena, la vida no vale nada en ese país, incluso para los “hijos de papá”.

Aunque el realizador maneja muy bien los actores, sobre todo los jóvenes, para que no aflore ninguna nota falsa en la cinta, el aplauso sin dudas se lo lleva Tessa Ia como Alejandra, una actuación memorable que la convierte en rival peligrosa para De la Uz y Gavilán en la porfía por un coral de actuación femenina.

 


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Pedro Antonio García Fernández

Periodista apasionado por la investigación histórica, abierto al debate de los comentaristas.


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