Escuelas renovadas a pesar pandemias y bloqueos

El sistema nacional de enseñanza artística es uno de los rostros más visibles del programa revolucionario que dio inicio el 1.^o de enero de 1959. Es que para el Ministerio de Cultura (Mincult) constituye una prioridad la formación estética de los mejores talentos diseminados por toda la geografía nacional.

En medio de un escenario sumamente complejo, marcado por la pandemia de la COVID-19, varias instituciones que pertenecen al Mincult han contribuido a las acciones constructivas de las seis Escuelas Nacionales de Arte. En estos momentos se les da mantenimiento a las de Santiago de Cuba, Granma, Las Tunas, Villa Clara, Matanzas, Artemisa y Pinar del Río.

Inversionistas de la Dirección Provincial de Cultura (DPC) en La Habana asumieron la reparación de las escuelas de danza y música Alejo Carpentier y Amadeo Roldán. Desde el mes de julio se acomete la primera fase de restauración en la Escuela Elemental de Música Alejandro García Caturla, donde se logró recuperar la cerca perimetral, fueron arreglados los techos con filtraciones, se instaló un nuevo motor de agua y se pusieron en funcionamiento todos los lavamanos y tazas sanitarias del antiguo conservatorio.

A partir de este mes de noviembre, los educandos de la Escuela Elemental de Música Manuel Saumell cuentan con un inmueble renovado para las clases de Formación General que imparten los docentes del Ministerio de Educación (Mined).

Como resultado de una reparación capital se construyeron una cocina y un comedor nuevos, se amplió la biblioteca, fue levantado el muro perimetral y se cambiaron todas las instalaciones hidrosanitarias —explicó a la prensa Aidilyn Salcedo Lago, directora del plantel. Hoy los estudiantes tienen a su disposición mobiliarios nuevos donados por un artista que pertenece al Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC).

Según Reina Galán, subdirectora de la DPC, la división Comercial Lauros —que pertenece a la Empresa de Promociones Artísticas y Literarias (Artex S.A.)— tiene la responsabilidad de asegurar los suministros de buena parte de la base material destinada a la enseñanza artística. El pasado año, gracias a las ventas alcanzadas por la línea de productos Arte en Casa, Artex aportó al Mincult más de dos millones por concepto de suministros.

En medio del recrudecimiento del bloqueo de los Estados Unidos contra Cuba se han importado cerca de 2,3 millones de dólares de materiales, instrumentos musicales y accesorios muy costosos. Esta importación, por terceros países, se encarece fundamentalmente debido al pago por concepto de demora en la estadía de los contenedores en los puertos internacionales.

Por todos esos motivos en muchas escuelas de música los alumnos no disponen de los instrumentos y aditamentos más adecuados para su edad y tamaño, lo cual dificulta su máximo aprendizaje, va en detrimento de la calidad de las clases y de la economía familiar.

En muchas ocasiones los trabajadores del Centro Nacional de Reparación de Instrumentos Musicales no pueden restaurarlos adecuadamente, al no disponer de los recursos necesarios. Valiosos pero insuficientes resultan pues los convenios de cooperación establecidos con especialistas de países como Estados Unidos o Italia, así como las donaciones que realizan a la isla instituciones culturales foráneas y artistas de talla universal.

Actualmente el FCBC se encarga de la reparación de varios pianos de la escuela de arte de Matanzas. En aras de paliar esa situación, se tiene en perspectiva abrir una carrera de ciclo corto para la formación de luthiers en la isla.

Similar resulta el panorama en disciplinas como ballet, danza, teatro o arte de los medios de comunicación audiovisual. Hoy la enseñanza del circo se ve muy encarecida porque es necesario importar toda la aparatura que emplean dentro de una pista los alumnos y maestros de acrobacia, equilibrio, malabares y gimnasia. Aun así, la escuela se ha mantenido abierta para orgullo de los artistas del patio.

Muy diferente sería la situación de quienes estudian en la Escuela Nacional de Artes Visuales “San Alejandro”. Por citar un ejemplo, en el caso de especialidades como orfebrería y escultura, se requiere de medios tecnológicos muy complejos, herramientas, electricidad y en ocasiones contar con grandes espacios físicos abiertos.

Más complejo aún resulta el horizonte para los interesados en incursionar en el arte digital. El joven escultor Lesmes Larroza González, actual director de San Alejandro, recuerda con orgullo la visita a la Academia del Comandante en Jefe, Fidel Castro, el 21 de enero de 2001. Como resultado del intercambio con el máximo líder de la Revolución nació la cátedra de gráfica, fotografía y arte digital. En los primeros años se contó con el apoyo del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau que organizaba los eventos de Arte Digital, pero el acceso masivo a Internet, con una adecuada velocidad para la conexión a la red de redes constituye una asignatura pendiente. “Todavía no existe la estructura física para hacer sostenible este tipo de creación de obras online”, apunta Larroza González.

No obstante, dentro de las limitaciones reales, los alumnos de pintura, dibujo, grabado, cerámica o ilustración tienen garantizada, en la medida de lo posible, toda la base material de estudio.

Este 2 de noviembre se reinició el curso 2019-2020 para los estudiantes habaneros de los niveles elemental y medio. Mientras tanto, el 2020-2021 comenzó en el resto del país, excepto en Sancti Spíritus, Ciego de Ávila y Pinar del Río. Debido a la situación epidemiológica de esas provincias, sus alumnos continuarán la preparación individual mediante el tercer ciclo de Actividades Docentes Televisivas.