Giroud: los festivales deben ser escenarios donde se decida el futuro del cine

Más que plataformas para exhibir filmes nuevos, los festivales deben ser escenarios estratégicos donde decidir el futuro del cine. Con esa idea y otras afirmaciones sobre la necesidad de renovar quehaceres y formas de pensar, Iván Giroud, Director General del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, dejó inaugurado oficialmente la edición 35 de la cita, la primera sin Alfredo Guevara, principal guía e impulsor de la cita habanera desde sus inicios.

En la ceremonia inaugural, que tuvo lugar este jueves en el Teatro Karl Marx de esta capital, Giroud dejó establecida la línea del evento: laborar por hacer honor a su trayectoria como referente en cuanto a promoción del cine hecho en América Latina y continuar siendo un punto de encuentro para críticos, cineastas y público.

“Hace tres décadas éramos el único festival de cine en la región. Era La Habana el lugar en que los cineastas latinoamericanos se encontraban para ver y discutir sus obras, para trazar estrategias y establecer alianzas. Hoy una tupida red de festivales de cine y algunos otros mercados regionales nos acompaña para lograr que nuestro cine exista, se conozca y circule".

“Sin lugar a dudas somos los mayores responsables de este presente y continuamos siendo referente obligado para el mundo".

Durante la celebración, a la que asistieron el Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, Miguel Díaz-Canel, Abel Prieto, Asesor del Presidente cubano y el titular de Cultura Rafael Bernal, entre otras personalidades nacionales y foráneas; se recordó a Alfredo y su contribución a dejar plasmada la existencia de un nuevo cine latinoamericano y su trabajo por la difusión del quehacer de los realizadores de la región.

Giroud mencionó al premio de postproducción Nuestra América Primera Copia como uno de los logros más importantes de los últimos años. Una vía que ha posibilitado la terminación de 16 películas de ocho países de la región.

Asimismo reconoció la lealtad del público, “quizás uno de los mejores del mundo”, que los obliga a presentar un programa cada vez más riguroso y mejor estructurado.

“En consecuencia hemos introducido nuevos cambios que no serán definitivos, y que estarán en función de los títulos que tengamos que programar y las tendencias emergentes que descubramos.”

“Entramos en el segundo siglo del cine y con él llega la revolución digital que ha transformado de manera radical al cine y sus modos de disfrute. Terminó la era analógica y con ella los modelos de exhibición y distribución establecidos. Todo está por transformarse, por lo tanto el seminario cardinal del festival se propone intentar definir cuáles son los principales desafíos a los que hoy nos enfrentamos.

“¿Nuevo? ¿Cine? ¿Latinoamericano? Las tres palabras que conforman nuestra identidad a manera de interrogante, serán su título y ellas provocarán las principales discusiones teóricas que tendrán lugar dentro de la cita.”

Sobre el futuro del evento aseguró que seguirán calibrando los peligros y reconociendo que el festival puede perder su significado si no logra llenar de sentido la brecha entre lo establecido y lo que se quiere renovar.

Ese es el mayor reto que tenemos ante nosotros. No hay forma de eludirlo, y lo afrontaremos, concluyó.

Se descorren las cortinas

A partir de aquí se descorren oficialmente las cortinas, se apaga la luz y se encienden las grandes pantallas de los cines de la capital, que proyectarán cerca de 500 títulos en sólo 10 días de intenso ajetreo para especialistas, realizadores y público.

Exposiciones, conciertos, presentaciones especiales, encuentros con cineastas y presentaciones de libros son algunas de las propuestas que acompañan el devenir de la cita más importante del séptimo arte en Cuba y una de las mayores de Latinoamérica.

Más de 200 filmes se agrupan en las variadas temáticas que conforman el gran panorama de la región, los que se unen a las muestras de latitudes tan distantes como Corea del Sur o Polonia.

La selección en concurso abarca 22 cortos, 21 óperas primas, 30 documentales, 31 animados, 25 guiones inéditos, 33 carteles y 21 largos, este último apartado con dos filmes de directores cubanos: Boccacerías habaneras, de Arturo Sotto y Jirafas, de Enrique “Kiki”Álvarez.

Como parte del extenso programa, los especialistas podrán intercambiar durante 27 Encuentro dedicado al Universo Audiovisual de la Niñez Latinoamericana y Caribeña y las sesiones del sector Industria, presente en el Festival desde hace cinco años.