viernes, 20 de septiembre de 2024

Iluminados por la danza

Un programa concierto del Ballet Español de Cuba, integrado por estrenos mundiales de tres coreógrafos españoles y obras emblemáticas del repertorio del primer bailarín, coreógrafo y profesor Eduardo Veitía, iluminó la sala Avellaneda del Teatro Nacional...

Ada María Oramas Ezquerro en Exclusivo 29/09/2013
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Iluminados por la danza
“Iluminados por la danza” evoca grandes momentos de la historia de la cultura universal.

Como un entramado de inspiraciones, el más reciente programa presentado por el Ballet Español de Cuba en la sala Avellaneda del Teatro Nacional permitió apreciar la magnitud del horizonte creativo que resume el espectáculo “Iluminados por la danza” que evoca grandes momentos de la historia de la cultura universal a través de las luces del talento, cuya luminosidad perdura hasta hoy.

En este caso, los iluminados crearon sus obras bajo el influjo de inspiraciones materializadas como obras trascendentes, a pesar de los siglos. Y ese fuego de creatividad vibra en la pasión que ha convertido en fiebre creadora, en coreografías que responden a códigos de distintos géneros del baile hispánico, desde el clásico hasta el flamenco, transitando por manifestaciones de lo regional.

La concepción de esta propuesta representa una nueva etapa en el Ballet Español de Cuba por constituir un mosaico de algunas obras distintivas de su repertorio y de un conjunto de estrenos de tres coreógrafos españoles muy prestigiosos, quienes mostraron, de este modo, su admiración y respeto por el nivel alcanzado por la agrupación cubana en su aniversario 25. que ya anuncia para finalizar este año dos grandes momentos “Me muero por la copla”, en octubre, y “El Fantasma”, para diciembre, en la sala Avellaneda del Teatro Nacional.

Extraer de las sonoridades de “El bolero de Ravel” el punto ígneo para desencadenar un torrente de pasiones en un danzar colectivo se proyecta en la recreación dancística de esta obra, en la óptica de Veitía, en el arte de la compañía en pleno, que se crece en su ejecución, al lograr una atmósfera de sugerencias rítmicas.

Rachel Escalona perfila en “Sonata”, de Pablo Egea, las dinámicas de un fandango que posibilita el despliegue de su danza, con un dominio técnico y un apego al estilo propios de una profesional de larga experiencia, a pesar de constituir su debut como solista.

Un gran cierre marcó el clímax de la primera parte: “Las bodas de Luis Alonso”, con el diseño coreográfico de Eduardo Veitía, y la maestría en los roles protagónicos de Graciela Santana y Ricardo Quintana, así como la unidad de acción de todos los bailarines.

La creatividad de Francis Núñez, primer bailarín, coreógrafo y director del Ballet de Sevilla colmó de sentires —como cataloga la prensa uno de sus espectáculos de mayor éxito en tierras hispanas—, la segunda parte, al presentar imágenes típicas de los palos o ritmos del flamenco, entre los cuales se destacaron “Arte y tronío”, en la riqueza gestual de “los caracoles”, en los cuales se distinguió Susana Riqueme, en el manejo de su bata de cola, con el donaire y la gracia exigidos por los pasos y el trabajo de los manos.

Graciela Santana y Henry Carballosa realizaron una magistral labor en los solos, dibujando en los pasos y en el braceo la fuerza expresiva que exige la música, y recrearon un diálogo de efluvios pasionales en la ejecución dancística en pareja, en la “Balada flamenca”, de Francis Núñez.

Pablo Egea incorporó a su “Soleá por bulerías”, las sugerencias implícitas en el dramatismo y el sentido pasional de “Llora al lao mío”, inscrito en las inflexiones vocales de la cantora Montse Cortés, con todos los integrantes del Ballet Español de Cuba.

El amor por la danza se desbordó en el epílogo, un fin de fiesta que incluyó a su director, con la ovación convertida en palmadas de un público fascinado por la integralidad de la proyección de la compañía en un horizonte ilimitado, y mostró la nueva dimensión de un arte pleno.

 


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Ada María Oramas Ezquerro

De larga trayectoria en el periodismo cultural. Premio de Oro, del Gran Teatro de La Habana y Miembro de la sección de la Asociación de Artistas Escénicas de la UNEAC


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