sábado, 18 de mayo de 2024

Joyas que danzan (+Fotos)

Una original exposición de esculturas y joyas integran la muestra "Palpitar" de Alberto Valladares, dedicada a homenajear al Ballet Nacional de Cuba...

Ada María Oramas Ezquerro en Exclusivo 28/03/2013
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Expo Palpitar de Valladares 01
Obra de la muestra "Palpitar" de Alberto Valladares.

Expresiones de admiración provocó la exposición Palpitar de Alberto Valladares en el vestíbulo de la sala Avellaneda del Teatro Nacional de Cuba, inspirada en el arte de la prima ballerina assoluta Alicia Alonso y las primeras bailarinas de la prestigiosa compañía.

La muestra está unida a un conjunto de fotos de Nancy Reyes, pintora y fotógrafa, quien posee un arsenal gráfico invaluable en la captación de los hitos en la historia del Ballet Nacional de Cuba. La complicidad de imágenes, esculturas y joyas materializa la idea original, curaduría y montaje del crítico de arte Toni Piñera.

El artista, fascinado por el universo del ballet, muy especialmente por la mujer-ave, traspasó el umbral del arte y devino sueño. Desde hace algunos años se dedicó a domar las rebeldías del cuerpo duro que se negaba a adquirir ondulaciones y reflejó su inspiración en esculturas y formas de alto vuelo.

A fuerza de cincel y martillo, con la pasión de su ansia creadora, logró comunicar al metal su fiebre inspiradora y en una fusión de la plata, a veces con el cobre, el estaño o la alpaca, emergió el ritmo traducido en ondulaciones, espirales y curvaturas; hasta que logró introducir formas alusivas a fragmentos de partituras. Materializó el espíritu de la danza en la dureza del metal, en esculturas y joyas que reflejan música interior, en el palpitar de sus formas.

Todo esto podrá ser admirado en el XVIII Encuentro Internacional de Danza. La Habana Vieja, ciudad en movimiento, y se expondrá por un mes en el Museo de la Orfebrería, desde el 10 de abril.

El artista fue acreedor del premio a la obra en la Feria Internacional de Artesanía (FIART 2012), ha obtenido otros  como Puro Arte, en 2005, por la Asociación Cubana de Artesanos Artistas; Línea de Diseño de Imágenes de la Feria Internacional de La Habana, en 2012; fue la propuesta cubana al premio UNESCO de Artesanía 2002. Ha presentado ocho exposiciones personales en Cuba, algunas colectivas y participado en ferias en varios países de América, Europa y Medio Oriente.

CUANDO LA DANZA OTORGA VIDA AL METAL

—¿Por qué el título Palpitar?

—Porque, tras muchos intentos pude doblegar la rebeldía del metal, y al lograr esa casi imposible ductilidad pude transmitir el ritmo que requerían las obras de esta exposición. Fueron muchas horas de trabajo. Sabía que podía lograrlo, pero no encontraba cómo, y cuando pude convertir las rectas en ondulaciones, me di cuenta de que la inspiración hacía vibrar y hasta palpitar el metal. Podía materializarse como en cualquier tipo de movimiento con el papel o con la tela, soportes de base a la forma definitiva en metal.

“Todo parte de la técnica, la forma que pretendo reflejar y la dedicación. Porque exige mucho tiempo hacerlo. He podido establecer esa especie de comunicación dialogando con el metal, insuflándole sentimiento y pasión”.

—¿Por qué vinculas las perlas con Alicia Alonso en el collar dedicado a Dido abandonada, personaje y título de su creación?

—Las perlas fueron para mí un camino abierto para llegar al metal. Fui adquiriendo conciencia a través del proceso creativo de la propia obra, en su talla y resplandor le incorporé algunos elementos para lograr la proyección que anhelaba, porque no encontraba un medio justificable para engastar las perlas.

—¿Ese brillo tan peculiar de las perlas lo relacionas con el arte de Alicia?

—Tiene mucho que ver, porque el brillo de Alicia es algo muy personal, es el reflejo de una luz interior que ilumina su proyección escénica. Ella es una fuente de luz.

—Una de las piezas clave de la muestra son las zapatillas en quinta posición, ¿cómo pudiste otorgarle esa inconcebible ductilidad?

—Mi propósito era dar esa noción al contemplarla. He doblado el metal para dar la impresión de que las zapatillas son como de seda. El metal es duro, pero es posible doblegarlo.

Coppelia es una obra de especial impacto para los espectadores por lo original de su diseño?, ¿cómo podrías definirla?

—Es una pieza muy singular. Es la segunda que pude esculpir y mis conocimientos sobre el ballet estaban distantes a los que he podido adquirir, todavía no poseo la formación a que aspiro en esta disciplina. Al ver bailando a Viengsay Valdés en Coppelia, me parecía contemplar una espiral, por la intensidad de su baile y la fuerza que aplica al giro, siempre sobre un eje.

“Giraba en espiral y ella misma se transformaba en esta figura geométrica, lo cual traté de plasmar en la pieza. Al diseñarla hice brotar una línea y, en su devenir, da la sensación de un bailarina que describía sus giros con precisión admirable”.

—Advierto que en la escultura dedicada a Carmen se impone la pasión…

—Porque ella concentra ese sentimiento. Surge la pasión. La veo como una gitana muy contemporánea, y no hablo solamente de ahora, del momento actual, sino de nuestro tiempo a nivel universal. Carmen es muy vigente. Es una danza muy real que resume el fuego de aquella mujer, inmortalizada por Alicia. La lucidez y el ritmo van emergiendo del metal. Es una danza de la tierra donde vive Carmen y ella baila, inspirada en esa atmósfera candente que le da vida.

Giselle es todo lo contrario. Tú logras en esa pieza una connotación muy difícil, otorgarle la esencia de lo etéreo, incluso, enfrentándote a las leyes de la gravedad, respecto a las características del metal. ¿Qué podrías decir en este sentido?

Giselle es una pieza pequeñita. No me atreví a dimensionarla más porque respeto mucho a ese personaje y temí alejarme de su simbolismo interior. Cuando estudié a Alicia en Giselle, me di cuenta de que ambas son una misma entidad. Decir Alicia es decir Giselle.

Cuando observo las bailarinas que le han dado continuidad a esta obra, cuántas virtudes y cuánto respeto evidencian en su arte hacia Alicia, me percato de que ha influenciado marcadamente en ellas, está inscrita su huella, como se aprecia en la foto de Anette Delgado, captada por Nancy Reyes. Ese es el legado de Alicia al ballet cubano. Y este sentido de sucesión puede admirarse en las fotos de Alicia y Anette. ¡Qué orgullo para los cubanos que Giselle siga viva por muchos años, a través de las nuevas generaciones y de la memoria viva de Alicia, quien ha dejado una impronta imborrable en su caracterización de este personaje! En los países que he visitado siempre me han dicho que Giselle es Alicia y Alicia es Giselle”.

—¿Podría inferirse que esta muestra constituye un homenaje al Ballet Nacional de Cuba?

—Es mi modesto tributo, pues pienso que el Ballet merecer muchos homenajes porque en él convergen todas las artes. Me siento muy feliz de contribuir a rendirle homenaje al aniversario 70 del debut de Alicia en Giselle y al 65 de la fundación del Ballet Nacional de Cuba.

—¿Esta exposición puede catalogarse como una expresión de lo cubano en la cultura?

—Me siento como un representante de la cultura cubana, y este tributo al ballet representa algo inapreciable para mí: me ha enseñado a soñar en cubano


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Ada María Oramas Ezquerro

De larga trayectoria en el periodismo cultural. Premio de Oro, del Gran Teatro de La Habana y Miembro de la sección de la Asociación de Artistas Escénicas de la UNEAC


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