domingo, 8 de septiembre de 2024

Más allá del mito, el arte de Pierre Étaix (+Fotos)

Intentar definir a Pierre Étaix es algo tan difícil como revelar los matices en la voz de un ángel...

Ada María Oramas Ezquerro en Exclusivo 25/04/2013
0 comentarios
Pierre etaix - Camaraman
No puede hablarse de mi vida sin nombrar el cine.

Intentar definir a Pierre Étaix es algo tan difícil como revelar los matices en la voz de un ángel. Cualquier intento de acercarse a la dimensión artística de una de sus facetas truncaría la perspectiva de su infinitud. Comediante de estilo único, con el espíritu de la comédie francaise, estilizado hasta la exégesis, ha sabido trazar rostros y caracteres inéditos e irrepetibles, como actor y clown.

Cada personaje brotó de su admirable capacidad para inventar situaciones protagonizadas por quienes aportaron capítulos inolvidables en la historia del cine, bajo la piel de este hombre que simboliza una época del séptimo arte, que pervive en sus películas y en el fino trazo de sus creaciones como cronista visual en narraciones a línea y color.

UN ARMA EFICAZ PARA PINTAR COLORES A LA VIDA

El vestíbulo de la sala Charles Chaplin ha devenido una mirada al universo cinematográfico del actor y director Pierre Étaix, pero también una galería de su obra como pintor y dibujante. Muy vinculada a su trayectoria artística, la muestra titulada Pierre Étaix: la genialidad de un artista permite introducirse en el carácter, el humorismo que emerge de frases aciduladas que denotan un sentido muy ingenioso del arte: recrear humor en serio, donde la sonrisa permite más disfrute que carcajadas.

Imaginario singular que aparece plasmado en dibujos muy imaginativos y bocetos que denotan limpieza en el trazo, uso limitado del color, el cual deviene un arma eficaz para destacar determinados elementos de una escena o un personaje, porque la fuente de inspiración de este creador no podría ser otra que capítulos de su vida transcurridos en los estudios, la creación de un filme desde que llega el guión a sus manos hasta la noche del estreno.

En un panel de la muestra hay una especie de cartel, un escrito que resume los criterios de este raro espécimen de hombre y monstruo sagrado: “El autor hace creer que tiene ideas; el productor hace creer que tiene dinero; el distribuidor hace creer que el porcentaje cobrado es el correcto; el empresario hace creer que conoce los gustos del público; el público hace creer que siempre tiene la razón; y el crítico hace creer cualquier cosa a cualquier persona”.

Allí, cada trazo es también testigo de una historia que exhala ternura. Con esta retrospectiva, el trabajo de restauración ha convertido esta muestra en el renacer de Pierre Étaix, y su carga de amor se siente a cada paso.

—¿Cuáles son las experiencias más recordadas durante el rodaje de su reciente película?

—Hace poco tiempo tuve la ocasión de recomenzar en el circo y fue para mí una felicidad ver cómo reían tanto los niños como los adultos, y eso me dio una dosis inesperada de vida. El aplauso es el mayor premio para mí y esa emoción la sentí cuando se inauguró la exposición homenaje en La Habana.

“Les agradezco mucho haberme recibido de forma tan gentil, con un entusiasmo que me impresionó enormemente por la espontaneidad, el cariño que se reflejaba en esa ovación que siempre recordaré. Porque mi vida ha transcurrido en un mundo donde la gente espera que se hable mucho de ellos, tanto en la política como en el arte.

”Pienso que la repercusión es indispensable en muchos casos, pero a veces la fama envanece y eso daña a las personas, porque pierden valores. Por eso pienso que la humildad es la virtud más admirable del ser humano y temo que se esté perdiendo. Por mi parte, trato de cultivarla como mi tesoro más preciado”.

—¿Y qué valor confiere a la vocación en quienes se inclinan por el arte o las letras?  

—Es importante poder hacer en la vida lo que uno desea, poder responder a una vocación y elegir el oficio o la carrera por la que se siente afinidad. Porque trabajar en algo que no despierta interés equivale a un castigo. En el arte es imprescindible, porque cualquier vertiente que uno elija implica sacrificios. Y es muy importante poder responder a esa vocación, y yo tuve esa suerte. Estoy hablando en pasado, pero puedo hacerlo en presente porque continúo haciendo lo que me gusta, lo que tan profundamente amo.

“Pero algo muy importante para quienes formamos parte de este mundo del arte es la cuestión del riesgo. Hay que arriesgarse, aunque uno tenga que contraponer una situación sin grandes perspectivas, pero que es lo seguro.

”Continuamente uno deja pasar oportunidades con un pretexto cualquiera y pienso que es muy importante seguir siendo osado y no temer a un cambio que puede representar mucho en la vida. Tenemos que darnos la oportunidad de probarnos para alcanzar metas más altas. Siempre he pensado así y he logrado muchos de mis sueños”.

—¿Podría referirse a la retrospectiva que se presenta en el Festival, como un homenaje a su talento como actor, realizador y clown?

—Tuve una experiencia terrible con mis películas, cuyos derechos tuve congelados por muchos años. Pero al fin pudo arreglarse todo y ahora veo el cielo más azul con esta retrospectiva que me permite revivir capítulos de mi vida y experimentar emociones que nunca imaginé.

“Es difícil asimilar ese contraste, es algo así como conocer a una persona en su juventud y encontrarla muchos años después. Y cuando decidieron crear la historia de mi vida en esta retrospectiva ese pensamiento adquiere una importancia vital, porque uno se involucra en una aventura fascinante, en ese contraste protagonizado por el paso del tiempo”.

—¿Qué representa el cine para usted?

—La posibilidad de aportar momentos de felicidad a quienes presencien la película que hemos creado. Es demasiado fácil entregar por una vez la felicidad. Lo más difícil es reinventar esa felicidad todos los días durante el proceso de filmación.

—¿Cuál es la característica que distingue sus películas?

—Que los filmes no se parecen entre sí. Y que la pasión de filmar era indetenible, pues cuando apenas había concluido un largometraje, comenzaba el siguiente, entre mis filmaciones no había lugar para las pausas. Por lo tanto, mi vida ha dado muchas vueltas, para enriquecer ideas y argumentos. Y no puede hablarse de mi vida sin nombrar el cine.

LAS COMEDIAS DE CHAPLIN SON LA BELLE EPOQUE DEL CINE

—¿Cuál es su valoración acerca de la cinematografía de Charles Chaplin?

—Pienso que él logró momentos inolvidables en el cine mudo. Sus temas marcaron el clímax en el género de la comedia. El conjunto de sus películas es algo así como la belle époque del cine.

—¿Qué importancia concede a los premios Oscar que ha merecido usted durante su trayectoria profesional?

—El primero lo obtuve por Feliz cumpleaños, en 1963, y el segundo fue honorífico en 2011. ¿Cómo los recibí? Cuando me entregaron el primero, me sentí contento de haberlo ganado. Pero el segundo viene a ser como un premio póstumo en vida.

—¿Y este homenaje en el Festival de Cine en Cuba?

—Es un premio que me insufla vida y alegría, que va en aumento en cada una de las presentaciones de mis películas, con el cariño sincero y espontáneo de un público maravillo a quien reciproco su cariño y admiración.


Compartir

Ada María Oramas Ezquerro

De larga trayectoria en el periodismo cultural. Premio de Oro, del Gran Teatro de La Habana y Miembro de la sección de la Asociación de Artistas Escénicas de la UNEAC


Deja tu comentario

Condición de protección de datos