Cuando terminó la habitual presentación del grupo de teatro El Público, en la sala Trianón, del Vedado capitalino, lejos de marchar a sus casas o a los camerinos, los artistas salieron, con las máscaras y vestuarios de la obra Calígula, a tomar la calle Línea, una de las principales avenidas de La Habana.
Eran cercanas las siete de la noche cuando la marcha, dirigida por el director de la compañía, Carlos Díaz, comenzó a sumar actores de otros teatros de la zona, así como transeúntes, ávidos por conocer el final de la caminata y de interactuar con el reconocido grupo, que ha presentado obras de alta convocatoria como Niñita querida, La Celestina, Ícaros, Noche de reyes, así como Las amargas lágrimas de Petra von Kant.
“La actividad partió de la emoción y del entusiasmo, porque terminamos una función de Calígula y los actores de la obra, junto con actores de otros teatros, se fueron uniendo hasta llegar aquí al centro”, declaró, en entrevista exclusiva con Cubahora, Carlos Díaz.
La razón por la que los artistas detuvieron el tráfico de la avenida y caminaron hasta el Centro Cultural Bertolt Brecht, podía leerse en un cartel que presidía la marcha: “El teatro por los derechos de Cuba”. Hoy se celebra el Día internacional de los derechos humanos y la compañía teatral El Público mostró el compromiso con su país en la defensa de los derechos humanos.
“Creo que la marcha ha sido sacar el teatro a la calle y una vez más el teatro por los derechos de Cuba. Por ejemplo, en el caso nuestro seguir haciendo el teatro que queremos. Eso es un derecho que está en esta calle, porque aquí se encuentran los principales teatros, pues esta es la arteria más importante teatral de la ciudad”, puntualizó Díaz.
El teatro Mella y las salas Raquel Revuelta y Adolfo Llauradó fueron escalas de esta procesión de máscaras.
De acuerdo con declaraciones de la actriz Ysmercy Salomón a Cubahora, es importante defender el derecho y la tradición que tiene Cuba de hacer teatro, en un contexto a nivel internacional caracterizado por la pérdida de la espiritualidad y donde impera lo banal.
“Lo más importante es la permanencia del teatro por encima de cualquier coyuntura. De hecho, trabajar diariamente en el teatro es una muestra también de la satisfacción de los principales gustos del público, pues es un derecho que tienen los seres humanos. El solo hecho de poder salir a la calle y que estos carteles no hablen por nosotros, sino por la gente, es precisamente lo que estamos defendiendo”, concluyó la actriz.
El movimiento teatral cubano marcha por los Derechos Humanos. (Fernando Medina Fernádez/Cubahora)
La compañía de teatro El Público desfiló por una de las principales arterias capitalinas.(Fernando Medina Fernádez/Cubahora)
Las artes escénicas cubanas también se pronuncian por los Derechos Humanos.(Fernando Medina Fernádez/Cubahora)
Los artistas cubanos asaltaron la noche del Vedado para demostrar su apoyo al ejercicio pleno de los Derechos Humanos.(Fernando Medina Fernádez/Cubahora)
La marcha finalizó en el Centro Cultural Bertolt Brecht. (Fernando Medina Fernádez/Cubahora)
Varias esferas civiles cubanas abogan por la defensa de los Derechos Humanos de Cuba. (Fernando Medina Fernádez/Cubahora)
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