domingo, 22 de septiembre de 2024

Oda a Esther con luz de cubana

Ada María Oramas Ezquerro en Exclusivo 07/12/2013
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Alicia Alonso y Esther Borja
Alicia quiso regalar a Esther un ballet donde primaran arte, imaginación y admiración.

 AL ENCUENTRO DE ESTHER POR LA HISTORIA

¿Quiénes conocían en toda su dimensión la carrera de Esther Borja en el público que desbordada la sala en el teatro Mella? ¿Alguien la imaginaba cantando y bailando bajo atronadores aplausos la canción Para Vigo me voy, durante una gira por España con Ernesto Lecuona?...¿Acaso la concebirían retadora, desbordando pasión en acentos y palabras, en las texturas de una voz privilegiada?

Tales posibilidades propició a los espectadores el estreno del tributo fílmico, concebido por José Ramón Neyra, que merecería convertirse en un documental testimonial, a partir de esta compilación de fotos que reviven momentos imprescindibles en su trayectoria y que ya están provistos de un hilo conductor por las intencionalidades de las canciones.

La información que suministra a quienes lo presencien otorga la posibilidad de valorar los quilates de su arte como intérprete del arte lírico en la opereta Lola Cruz, cuyo vals tropical Damisela encantadora sería su máxima creación y la identificaría desde su estreno hasta el presente.

UN PAS DE QUATRE A LA CUBANA

Aunque difiere en estética y estilística, hasta llegar al antagonismo respecto al Grand pas de quatre, Tarde en la siesta, se despoja de los códigos de la era romántica y en su gestualidad, aunque mantiene la gracilidad, pero sin llegar a determinados pasos y gestos envueltos en la eternidad.

En Tarde… las bailarinas son más cercanas, pese a evocar a cuatro hermanas que vivían a mediados del siglo XX. Cada una de ellas responde a la psicología que emana de su nombre, en roles que fueron interpretadas por figuras muy reconocidas en la historia del ballet.

Para evocarlas, tanto el vestuario como los peinados denotan un gran parecido con los originales, cuando estrenaron esta obra Josefina Méndez, Mirta Plá, Marta García y María Elena Llorente, quienes supieron recrear los temperamentos y sicología de aquellas muchachas.

Consuelo encontró una interpretación plena de sutilezas y con gran apego al estilo en la interiorización y técnica de Amaya Rodríguez; Soledad, un temperamento apasionado que canaliza a través de una fuerza expresiva y un despliegue de recursos con intensidad en la proyección escénica y Mónica Gómez, con una ingenuidad que aparece en esta adolescente con acentos de niña traviesa, en una caracterización donde lo dancístico se conjuga con lo actoral, que concilió con acierto Mónica Gómez.

VALSES Y RITMOS QUE DESCRIBEN PARABOLAS

Los sueños de un pasado esplendor se materializan en un viejo salón de baile abandonado. Acuden parejas que describen sueños En las sombras de un vals, donde lo onírico impera en esas figuras que se desplazan como sombras siguiendo el ritmo y las sutilezas de este género que alienta amores y desamores, en una coreografía de ensoñaciones, concebida por Alicia Alonso y protagonizada por Manu Navarro, primera bailarina del Ballet Nacional de Panamá y Adrián Masvidal, quien posee condiciones para llegar a ser un primer bailarín en el futuro.

Convergencia de lo académico y lo popular, de lo contemporáneo y ancestral. Rítmicas de Ivén Tenorio propician la expresión de una versatilidad de amplio espectro en Verónica Corveas, una bailarina muy completa, capaz de desempeñar los más disímiles estilos y géneros danzarios, a partir del ballet. Y un joven talento que descubrí en esta función, Keyvin Martínez, integrante del cuerpo de baile, con posibilidades de asumir personajes de tanta importancia como este protagónico, lo cual demostró a lo largo de su intervención y en su efectiva labor de partenmaire.

LUCES DE INSPIRACION

Alicia quiso regalar a Esther algo más que hermoso, un ballet donde primaran arte, imaginación y admiración por una artista que ocupa un elevado sitial en el cantar, en Cuba y el mundo. Fue así que como moderna tejedora de sueños urdió la trama de A la luz de tus canciones y nació el título en escena esa noohe que siempre será recordada por quienes tuvimos el privilegio de vivirla.

En el caso de este ballet, ella utilizó temas de Ernesto Lecuona, Orlando de la Rosa y Adolfo Guzmán. Tomó por escenario un bar habanero de las primeras décadas del siglo pasado, con sus mesas con tapas de mármol y su base de metal.

La historia transcurre protagonizada por un camarero encarnado por Liván Verdecia, espléndido bailarín que mostró su talento y técnica desde su salida a escena En la noche perfumada (estudiantina de Ernesto Lecuona) e introduce a las parejas que protagonizan el resto de los temas, los cuales coincidieron con los mensajes implícitos en cada uno: Para cantarle a mi amor, de Orlando de la Rosa,con Ivette Fernández y Manuel Verdecia, donde primó la alegría.

Lloviendo, de Adolfo Guzmán, que apela al romanticismo en el danzar de Cynthia González y Raúl Morejón; Al fin amor, la felicidad plena, en Lisette Santander y Jorge Sánchez; el gran final, con todo el elenco bailando al compás de Damisela encantadaora fue ovacionado con el público de pie, en esta función que catalizó su carácter de homenaje en la expresión de un arte mayor.


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Ada María Oramas Ezquerro

De larga trayectoria en el periodismo cultural. Premio de Oro, del Gran Teatro de La Habana y Miembro de la sección de la Asociación de Artistas Escénicas de la UNEAC


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