lunes, 16 de septiembre de 2024

Rita Longa: esculturas en el imaginario colectivo (+Fotos)

El edificio de Arte Cubano del Museo Nacional de Bellas Artes exhibe hasta septiembre veintinueve obras de la escultora Rita Longa en homenaje al centenario de su natalicio...

Maya Ivonne Quiroga Paneque en Exclusivo 07/08/2012
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Rita Longa
Forma, espacio y luz, obra de Rita Longa

Con el título: “Rita Longa. Centenario”, se exhiben hasta el mes de septiembre en el tercer nivel del Edificio de Arte cubano del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), veintinueve obras de la escultora Rita Longa (La Habana, 1912-2000), en homenaje a los cien años del natalicio de la mayor exponente de la vanguardia escultórica cubana.

El dominio absoluto del oficio y el talento de la artista se pueden apreciar en cada una de las piezas de pequeño y mediano formato que abarcan un período de aproximadamente 68 años: desde su primera obra titulada Diana (1932), que fuera exhibida en una muestra colectiva benéfica, hasta su última pieza que data del año de su fallecimiento.

La exposición recoge diferentes lenguajes y disímiles posibilidades expresivas, acordes con el arte de ese momento, como algunas maquetas, piezas realizadas en piedra, mármol, madera, otras en yeso, listas para ser fundidas.

Desde 1980 y hasta su muerte, Rita Longa fungió como presidenta de la Comisión para el Desarrollo de la Escultura Monumental y Ambiental (CODEMA). En esa época nacieron los lazos fraternales de la escultora con la Doctora Margarita Ruiz, una de las curadoras de la muestra junto a Ernesto Cardet. Margarita explicó que el trabajo en CODEMA le permitió “conocer la obra de Rita, su labor como promotora de artistas de la plástica y escultores y al ser humano maravilloso que era”.

Por vez primera se ponen a consideración del público obras que pertenecen a colecciones de la familia de Rita, otras de la colección del Museo de Bellas Artes, del Museo de Arte Sacro del Convento de San Francisco de Asís y de la Fundación Caguayo.

La exposición se acompaña de una documentación audiovisual con música del pianista Frank Fernández, donde se recogen imágenes de algunas de las obras ambientales y conmemorativas, de la autoría de Rita, repartidas por toda Cuba.

Ella fue pionera en el trabajo a escala en el país. A Rita se deben obras como Grupo familiar (1947), conocida popularmente como los “venados del zoológico de 26”; la Virgen del Camino (1948); la Ballerina (1950) del cabaret Tropicana; la Fuente de Las Antillas (1977), en Las Tunas, y el Gallo de Morón (1982), en Ciego de Ávila.

Entre 1962 y 1964 la excepcional artista realizó la Aldea Taína, en el Centro Turístico Guamá, de la Ciénaga de Zapata y, posteriormente, diseñó el Bosque de los Héroes (1973), monumento de mármol emplazado en la ciudad de Santiago de Cuba.

Durante los años 80 vieron la luz su Gallo (1982), devenido símbolo de la ciudad de Morón, en Ciego de Ávila, y la Fuente de Guanaroca (1988), en Punta Gorda, provincia de Cienfuegos.

La magia creativa de Rita Longa llegó convertida en esculturas a lugares distantes como Belgrado, La Coruña, España y San Juan, Puerto Rico. Con razón, la UNESCO reconoció entre las fechas relevantes a nivel internacional el centenario de su nacimiento. Su obra es de importancia capital para la cultura cubana.

Siendo muy joven, en 1936, estuvo entre las fundadoras del Estudio Libre de Pintura y Escultura, donde impartió sus saberes sobre la talla directa, junto a los pintores Eduardo Abela, René Portocarrero, Mariano Rodríguez y Domingo Ravenet.

Precisamente, uno de sus alumnos fue el pintor primitivo Ruperto Jay Matamoros, Premio Nacional de Artes Plásticas 2000, a quien el MNBA dedicará en este mes de agosto una muestra personal, también por su centenario.

Por su parte, en la galería Antonio Rodríguez Morey del MNBA está abierta hasta septiembre la muestra documental: Rita Longa, esa imponente mujer. Esta muestra contó con la museografía del arquitecto Severino Rodríguez, quien laboró con Rita en algunas de sus esculturas monumentarias, y está integrada por documentos y objetos personales de la escultora, entre ellos diplomas ilustrados para Rita por prestigiosas figuras de las artes plásticas, bastones, boquillas, medallas y catálogos de exposiciones.

Complementan la exposición, otros regalos que le hicieron a la artista amigos orfebres y escultores, una selección de fotografías de Rita junto a diferentes personalidades de la cultura. También están presentes fotos familiares de la escultora más reconocida en Cuba durante el siglo XX.

Desde 1953, la escultura Forma, espacio, luz, recibe a los visitantes al edificio de Arte Cubano del MNBA. Rita Longa Aróstegui recibió la distinción por la Cultura Nacional (1981), la medalla Alejo Carpentier (1982), la Orden Félix Varela (1988) y el Premio Nacional de Artes Plásticas (1995).


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Maya Ivonne Quiroga Paneque

Periodista, locutora, guionista y directora de radio y televisión

Se han publicado 1 comentarios


lesmes larroza gonzález
 20/9/12 15:10

Felicito al autor por su acercamiento a la obra de esta grande de la escultura cubana, manifestación que ha sido tan escasamente evaluada por la crítica especializada, pero sigue ahí renovando los espacios de la ciudad haciendo más humanos y vivibles sus entornos. Sería bueno , poner el punto de mira hacia los nuevos creadores que defienden la manifestación desde posiciones disímiles y enriquecedoras como pudo vislumbrarse por ejemplo en la útima edición de la Bienal de La Habana., donde participaron tantos jóvenes y bien poco se haló de ellos. La escultura por suerte está dejando de ser hace mucho tiempo la Cenicienta de las Artes Plásticas en Cuba y los nuevos escultores tienen una alta responsabilidad en el empeño de que nuestra nación crezca en la escultura a la par de sus tiempo. Un abrazo escultórico y felicidades Lesmes Larroza

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