viernes, 20 de septiembre de 2024

Sandrine Bonnaire en la EICTV (+Fotos)

Sandrine Bonnaire está en Cuba con motivo de la XVI edición del Festival de Cine francés, que mostrará su primer filme como realizadora, el documental "Yo me llamo Sabine"...

Cubahora en Exclusivo 17/04/2013
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Sandrine Bonnaire durante su visita a la EICTV.

La reconocida actriz y directora francesa Sandrine Bonnaire estuvo ayer la EICTV. En la visita le acompañaron el director y artista escénico Pierre Etaix, Fundador de la Escuela de Circo francesa; Christophe Barratier, fundador del Festival de Cine francés y director de cine;  Stephane Gluck, asistente de dirección de la película Jappeloup y Camille Barnaud, la agregada cultural de la embajada de Francia en Cuba.

Sandrine Bonnaire está en Cuba con motivo de la XVI edición del Festival de Cine francés, que mostrará su primer filme como realizadora, el documental Yo me llamo Sabine (Francia, 2007).  Sandrine Bonnaire, que figura en varios de los filmes de autor franceses más renombrados de las últimas décadas, asistió junto a una delegación de su país al estreno del nuevo video institucional de la EICTV, que se proyectó en la sala Glauber Rocha.

La actriz francesa respondió preguntas a estudiantes y profesores aunque reconoció sentirse “intimidada” cuando se trata de conversar sobre cine.

“Tuve la suerte de trabajar con directores que tenían qué decir”, confesó refiriéndose a una larga lista de autores entre los que se cuentan Patrice Leconte, Agnès Varda, Jacques Doillon, Jacques Rivette, André Téchiné, Claude Chabrol y Maurice Pialat, con quien debutó a los 16 años en el clásico À nos amours.

“Para mí una película tiene tres fases de escritura: el guión, la escritura visual que consiste en construir planos, y el montaje que debe regresar la obra a la primera escritura, o sea, al guión”, explicó Bonnaire, quien se quejó de no recibir guiones bien escritos en los últimos tiempos y confesó tener “sentimientos negativos” hacia el cine francés del presente, que “no da suficiente atención a la escritura”.

“Es contradictorio —aclaró a continuación—. Porque trabajé con Pialat, que filma a partir de una sinopsis, pero siempre tenía el guión escrito en su mente”.

Respecto a su documental Elle s'appelle Sabine, que recoge más de una década, en la que Bonnaire se preguntó si era correcto filmar a su propia hermana, que padece de autismo; explicó que “la mejor preparación es haber tenido el orgullo de presentar a Sabine, que es una persona como otra, y por eso elegí ese título”.

Se refirió a momentos dolorosos de la vida de su hermana, que vivió en “hospitales como si fueran cárceles. Y tuvo que pagar por un crimen que no había cometido”. Precisó sobre el documental, que quería comparar los dos estados de Sabine, antes y después de pasar por el hospital psiquiátrico, “quería realizar un retrato de ella porque para mí es una heroína”.

Se sintió desconcertada al escuchar que para algunos críticos Elle s'appelle Sabine parecía un filme hecho por un hombre. “No veo filmes que parezcan hechos ni por hombres ni por mujeres. Un film es un film y punto”, declaró la actriz y realizadora.

Invitada a ofrecer su propia definición de un “buen director de actores”, respondió: “un buen director no debe describir la psicología del personaje, que ya está en el guión y es un trabajo que se hace antes de entrar en el set. Es alguien que ayuda a los actores a expresarse con el cuerpo, con el trabajo del ritmo y de la lógica”.

“A veces cuando actúo pienso en lo que voy a comprar en la noche para comer”, confesó Sandrine Bonnaire, mientras argumentaba que un filme no debe ser “reflexión” sino “emoción”, como otras artes entre las cuales mencionó la pintura y la música. “Si empiezo a analizar lo que veo mientras actúo, sería un fracaso”.

Manifestó que el cine era un arte colectivo, en su opinión, “donde cada uno debe trabajar para la historia de la película. Si un director escoge bien a sus actores, solo le queda guiarlos”.

“Para mí un filme es también político y educativo”, dijo al aducir su deseo de “hacer próximamente una película para el público infantil, donde actúen personas de verdad y no sea como generalmente, de animación”.

Como marca la tradición eiceteviana, Sandrine Bonnaire dejó su huella con  pintura en los muros de la Escuela: “Être à la bonne distance être derrière le masque puis le laisser tomber”. El director francés Pierre Etaix también quiso dejar su estampa: “En toutes circonstances restez simples”.


Sandrine Bonnaire durante su visita a la EICTV.


Sandrine Bonnaire escribió en las paredes de la Escuela: "Être à la bonne distance être derrière le masque puis le laisser tomber". "Estar a la distancia adecuada, detrás de la máscara; luego dejarla caer.”


Sandrine Bonnaire en la Sala Glauber Rocha, intercambiando experiencias con profesores y estudiantes.


Sandrine Bonnaire con el Director general de la EICTV, Rafael Rosal.


Pierre Etaix, director y artista escénico, escribió: "En toutes circonstances restez simples", “Manténganse sencillos en todas las circunstancias”.


Sandrine Bonnaire y Pierre Etaix en la EICTV, Rafael Rosal.


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