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lunes, 25 de noviembre de 2024

Una voz que engrandece la escena

Parte de la actualidad en República Dominicana llega a la escena capitalina en Mayo Teatral por el sentido crítico en Las viajeras y el lirismo inmanente en tres cuentos de Juan Bosch...

Ada María Oramas Ezquerro en Exclusivo 13/05/2012
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María Isabel Bosch
María Isabel Bosch actriz y dramaturga dominicana.

María Isabel Bosch recorre el mundo para recabar igualdad de derechos para la mujer y abrir los ojos a las dominicanas que han llegado a distintos lugares del planeta como víctimas del tráfico de seres humanos que degrada a muchas de sus compatriotas, al prostituirse en tal proporción que su país ocupa el cuarto lugar a nivel mundial en tan infame contrabando.

A partir de hechos reales relacionados con este tema, ella escribió el texto de Las Viajeras, y la montó con el grupo que dirige, Tibai Teatro, obra aclamada en el teatro Rex, de Manzanillo, y la cual subirá a escena este sábado 12 en la sala teatro del edificio de arte cubano del Museo Nacional de Bellas Artes, mientras el domingo 13, el espectáculo llevará por título: Contando a mi abuelo, Juan Bosch, tres relatos.

—¿Podría decirse que Tibai Teatro es un grupo difusor del feminismo a ultranza?

—Si te pones a ver, en todos los espectáculos que presentamos existe tal tendencia, no como objetivo, sino como una consecuencia. Los temas que nos sensibilizan son de género y por el tratamiento que le damos, evidentemente, las obras son portadoras de un feminismo a ultranza.

—¿Tal enfoque está presente en las obras que escenificarán en Mayo Teatral?

—Este concepto está definido en la exaltación de la mujer como ser humano y la igualdad que debe existir, pues no es justo que haya discriminación sexual; pero no solo existe, sino que los abusos que se cometen por el simple hecho de ser mujeres resultan una afrenta al género humano.

—¿Cuáles fueron tus objetivos al escenificar Las viajeras?

—Hacer entender a la gente que muchas veces mira con ojos inquisitivos a nuestras mujeres dominicanas que se van fuera. Ellas son seres humanos y tienen los mismos derechos que el resto del pueblo de nuestro país. Cayeron en un lugar de escaseces y tuvieron que buscársela como pudieron.

—¿El argumento de Las viajeras se basa en ficción o son hechos reales acerca de mujeres que cayeron en las redes de personas inescrupulosas, dedicadas al tráfico de seres humanos?

—Aquí la realidad supera la más terrible ficción, sobrepasa los códigos del teatro de la crueldad, por la carga de sadismo que implica. Eso ocurre por la desigualdad imperante en mi país. ¿Por qué nuestras mujeres quieren irse y caen en el tráfico?, porque hay algo que no está bien hecho y yo no pude descubrir qué es, porque nuestro país presenta los mismos índices de analfabetismo, problemas económicos, separaciones familiares, que otros países latinoamericanos, pero encabeza el listado de los países que caen en el tráfico.

“Hay algo allá en la sociedad latinoamericana que no está bien hecho, que impulsa a las mujeres, desesperadas por su pobreza extrema, a irse sin enterarse bien de lo que les espera, en qué condiciones van a caer, los horrores que van a sufrir; y terminan traficadas, despojadas de sus documentos, del dinero que malamente pudieron ahorrar, hasta de sus órganos y, sobre todo, de su dignidad”.

—¿La representación de esta obra ha sido aleccionadora en República Dominicana o en el exterior para que las mujeres desistan de ir a buscar un destino tan inhumano?

—En realidad hemos logrado muy poco en ese sentido. Porque cuando empezamos con este espectáculo estábamos en cuarto lugar a nivel mundial en tráfico de mujeres, y hace muchos años encabezábamos el primero. No hemos ganado mucho, solo hemos avanzado en un nivel micro, como pudiéramos decir; específicamente mi país. Pero cuando actuamos para ellas en otros países, se han convencido, se han incorporado a la obra y han regresado, como ocurrió en una función inolvidable en Suiza.

“Puedo referirme a pequeños grupos que se me han acercado y me han dicho que pensaban irse y han desistido después de ver la obra, en lugares de escasos recursos, como universidades del interior. Y esto me preocupa, pues nuestro anhelo es que sea una reacción mucho mayor”.

—¿Y en cuánto a la obra Contando a mi abuelo, Juan Bosch?

—Utilizo tres cuentos en específico de él, los entrelacé utilizando sus palabras y empecé a buscar en mi impronta, en mi formación, cómo contarlos, hasta utilizar una manera muy particular, respetando su estilo. El espectáculo quedó así y me la paso viajando, tanto en mi país como en gran parte del planeta. Cuento los cuentos de mi abuelo y eso me pone muy feliz.

—Con el paso del tiempo, ¿cómo has enriquecido esta puesta en escena?

—La enriquezco en la forma, en determinados recursos expresivos del montaje, pero no en el texto. Porque uno de los objetivos que me había trazado en este sentido era respetar sus palabras, por su belleza y su significado. Juan Bosch era un hombre excepcional, un luchador por las más nobles causas, inclaudicable antiimperialista. Y como escritor poseía un talento extraordinario, fue el fundador del realismo mágico y García Márquez lo considera su maestro.

—Como directora teatral, como actriz y como mujer, ¿en qué medida te inspiran las palabras de Juan Bosch?

—Me siento inspirada al leer sus textos e interpretarlos, porque me fascina su lenguaje y las palabras tan hermosas que emplea, lo cual adquiere un rango poético inmenso en el escenario.

“Él tiene un lenguaje sencillo, pero a la vez metafórico. Sus textos son muy buenos para el escenario porque no emplea construcciones ni palabras rebuscadas, por eso llegan más rápido al corazón”.

—¿Y cómo definirías a tu abuelo?

—Un ser de luz que cayó en esta tierra, en el Caribe. Hizo mucho bien y seguirá haciéndolo, a pesar de que ya no exista; pero su ejemplo, su historia, permanecen vivos en el recuer-do de su pueblo y de otros que también lo amaron y a quienes él amó enormemente, como los cubanos.

—¿Tienes algún proyecto para tu grupo?

—Estamos con varias ideas en carpeta en las cuales vamos a empezar a trabajar cuando terminemos las giras por el mundo que vamos a emprender.

—¿Y qué te ha dado Mayo Teatral?

—En principio, una gran satisfacción por haber podido actuar para un evento de tanta repercusión en el continente y en el mundo. Pero, ante todo, mucho amor, mucha felicidad y ganas, muchas ganas de continuar siempre en escena.


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Ada María Oramas Ezquerro

De larga trayectoria en el periodismo cultural. Premio de Oro, del Gran Teatro de La Habana y Miembro de la sección de la Asociación de Artistas Escénicas de la UNEAC

Se han publicado 1 comentarios


yaimara
 3/7/12 13:41

Estuve en la presentación de Las viajeras en el teatro Rex....PERFECTO. las palabras de la obra y la expresión de maria complementan unas a las otras el objetivo principal de la misma.Todo llega al corazón.

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