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sábado, 23 de noviembre de 2024

A menos de un mes, el termómetro electoral arde en Venezuela

En Venezuela se realizaron simulacros de votación previos a los comicios del próximo 7 de octubre, una prueba técnica nacional que permitirá un mejor desempeño de la democrática acción y los escrutinios...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 02/09/2012
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elecciones-chavez
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Casi 19 millones de votantes venezolanos están convocados a participar este domingo en un segundo ensayo nacional de los comicios previstos para el próximo 7 de octubre, un día en el que se juega el futuro de esa nación y de América Latina, en tanto el candidato-presidente Hugo Chávez denunció de nuevo, este fin de semana, que la contrarrevolución acciona su llamado Plan B,  el cual pretende deslegitimar su eventual victoria, con graves consecuencias  para la democracia de la región.

En un encuentro con trabajadores en el estado Vargas el pasado viernes, Chávez, candidato del Polo Patriótico (más de tres mil organizaciones con el Partido Socialista Unido de Venezuela al frente) afirmó que  “la intención de la derecha venezolana es eliminar la inversión social iniciada en el país, porque su objetivo es matar la revolución con contrarrevolución".

En su alocución, una vez más, el líder bolivariano refirió que hay que desnudar plenamente el programa contrarrevolucionario de la derecha venezolana, cuyos intereses son retornar a un gobierno neoliberal encabezado por el candidato de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), Henrique Capriles Radonski, un abogado de 40 años, al que calificó de “un instrumento de la burguesía, escogido por ciertos sectores que quieren la violencia y tratan de articular una fuerza militar”.

El Mandatario, quien ha desenmascarado los planes opositores en caso de que él gane las elecciones –indicado por el masivo apoyo del pueblo a su gestión y campaña- afirmó que quienes están detrás de Capriles Radonski –quien sobresalió como uno de los cabecillas del  golpe de Estado del 2002- hacen planes para tratar de aliarse con paramilitares a los que lanzarían a las calles a protestar de manera agresiva. La derecha, que ya tiene en marcha el Plan B con planes desestabilizadores usando a los medios de comunicación privados, afirmó que aunque su postulado ganara, el Consejo Electoral Nacional no reconocería su victoria.

Chávez considera que aunque resulte triunfador con absoluta transparencia en las urnas, “lo más seguro” es que la oligarquía interna declare fraude en las elecciones, por lo que llamó al pueblo a prepararse para tal eventualidad.

“Quiero recordarle a la burguesía venezolana y a los que están pensando en ese Plan B (…) que esta Revolución, nuestra Revolución, es pacífica, pero no es desarmada. Y advirtió: “que no se equivoque la burguesía”.

Desde hace meses, el candidato-Presidente advierte los planes de la derecha, representada por Capriles Radonski - ex alcalde y ex gobernador- quien hasta ahora no ha logrado ganarse la confianza del electorado por su discurso vacío y por representar un pasado al que la gran mayoría de la población no desea volver.

Cuando presentó su postulación el pasado 1 de julio, el candidato-presidente también entregó el programa del gobierno para el 2013-1019, con cinco objetivos históricos-, en el cual se consolidan los logros revolucionarios en los últimos 13 años de sus consecutivos mandatos y ponen en práctica nuevos proyectos que darán un vuelco total a la vida de la nación venezolana.

En el plano interno, en poco más de una década, el chavismo ha logrado una transformación sustancial para millones de personas, en especial las pobres, ya que centra sus planes económico-sociales en el ser humano. En ese tiempo, la pobreza disminuyó un 20 por ciento, no hay analfabetos y millares continúan sus estudios a niveles más altos de manera gratuita; la salud también es garantizada; se han construido millares de viviendas; microempresas; misiones (programas) que han transformado la existencia de los más vulnerables. 

Esta es, para observadores, la clave para la reelección de Chávez, pues junto a su equipo ministerial ha realizado un ejemplar y novedoso proyecto político, económico y social que impide a Capriles la empatía con los electores pobres e incluso con una gran parte de la clase media, también favorecida por los proyectos bolivarianos.

Uno de los elementos que signan la reelección del Presidente es  el fenómeno de la empatía del líder con las grandes masas, a las que ha involucrado de manera consciente en los planes oficiales, dándole participación, incluyéndolos socialmente a través de las urnas y de las discusiones populares. Ello ha dado como resultado que la población venezolana haya madurado de manera consciente y conozca qué es lo más importante y mejor para el futuro. 

Observadores consideran que aun cuando Chávez no hubiese sido candidato en estos comicios, quien fuera  postulado de la Revolución Bolivariana ganaría por amplio margen, pues una de las grandes debilidades de la oposición es no reconocer que en Venezuela hay un nivel cultural y político muy superior al de 13 años atrás y la victoria del chavismo no se circunscribe a una persona, hecho en el cual el Presidente ha hecho énfasis en los últimos meses.

A pesar de que la estrategia contrarrevolucionaria, a nivel de campaña, es exaltar las preocupaciones ciudadanas –la violencia urbana y el alto costo de la vida-, dándoles supuestas opciones para erradicarlas-  lo cierto es que carece, al menos en lo que ha mostrado, de un modelo convincente. Hay conciencia de que si Capriles gana, otro plan, absolutamente diferente, seria puesto en práctica en su mandato, y es el retorno a la economía neoliberal y a la dependencia de Estados Unidos.

Un ejemplo de lo que ocurriría si el candidato republicano Mitt Ronney  ganara las presidenciales en Estados Unidos lo brindaron varios de sus asesores de campaña  y delegados a la 40 Convención de ese partido celebrada recientemente. A su llegada a Tampa, y al ser interrogados sobre eventuales relaciones con Venezuela,  declararon a la prensa que “Venezuela se convirtió en un estado "narcoterrorista", paraíso de terroristas del Medio Oriente, sede regional de la milicia libanesa Hezbolá y "una amenaza creciente" para la seguridad de Estados Unidos.”

Pero lo más delicado de la actual situación –y de ahí las continuas revelaciones presidenciales- es que si el Plan B es puesto en práctica con el cuestionamiento al CNE y el posible llamado de la contrarrevolución a tomar las calles en señal de protesta por el resultado del escrutinio, los millones de seguidores de Chávez con seguridad no se quedarían sentados en sus casas. 

Capriles Radonski y sus padrinos mantienen en los medios privados una continua campaña para desacreditar al CNE y tratar de confundir en especial a los electores indecisos acerca de la autonomía  de ese órgano,  fraudulencia en el conteo de los votos, (lo cual se hace de manera automática), guerra de encuestas que dan hasta empate técnico con el Mandatario, pues aunque son siete los pretendientes en las Presidenciales,  los otros cinco juntos apenas llegan a un uno por ciento de intenciones de voto. 

De ahí la importancia del simulacro electoral de este domingo en 325 municipios del país, al que se espera acuda el pueblo de manera masiva. 

El CNE informó que este segundo ensayó debió realizarse la pasada semana, pero fue suspendido debido a las pérdidas humanas causadas por las inundaciones y el incendio en la refinería de Amuay, en el estado de Falcón. En ambos casos fueron movilizados miles de personas, incluyendo al Presidente y parte de su gabinete.

Para este nuevo simulacro se habilitaron mil 553 centros de votación y cuatro mil 832 mesas, a partir de las 08:00 hora local hasta las 15:00 hora local. Se estima por las autoridades electorales que todo el proceso de votación no demorará  más de un minuto y cinco segundos, según demostró la primera prueba.

Especialistas del CNE indicaron a la prensa que es muy importante determinar de antemano si hay suficiente comprensión de los votantes en algunos cambios implantados para esta liza, entre ellos el Sistema de Autenticación Integrado (SAI) y una boleta más grande, iluminada. 

Este domingo funcionarán 55 centros pilotos, cada uno con cinco mesas de votación que atenderán un aproximado de cinco mil electores cada uno.

Tales ensayos, las denuncias de Chávez, la campaña del Polo Patriótico persona a persona, pueblo por pueblo, siempre con su líder al frente, deben garantizar lo que Capriles Radonski pretende entorpecer: unos comicios masivos, pacíficos, transparentes, con la mirada puesta en el futuro y no en el pasado, como brinda la contrarrevolución como opción.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


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