miércoles, 25 de septiembre de 2024

Blancos europeos

Las recientes balaceras en Dinamarca confirman que el terrorismo no pierde impulso...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 17/02/2015
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Otra vez –y en escasas semanas- Europa Occidental vuelve a ser escenario de una acción violenta que las autoridades locales han calificado oficialmente de “terrorista”.

En efecto, luego del sangriento ataque de inicios de año contra la publicación francesa Charlie Hebdo, que publicó caricaturas ofensivas al profeta Mahoma, las agencias de prensa reportaron ahora que en la tradicionalmente plácida Copenhague, la capital danesa, un individuo armado con un fusil automático tronchó la vida de una persona al disparar a mansalva contra los presentes en una conferencia especializada denominada “Arte, blasfemia y libertad de expresión”, y que justo abordaba los acontecimientos terroristas ocurridos en París semanas atrás.

Precisamente, en la sala se encontraba presente el dibujante sueco  Lars Vilks, quien enfrenta numerosas amenazas de muerte de los extremistas islámicos por satirizar la figura del profeta Mahoma.

La policía danesa precisó que al atacante huyó en un automóvil robado que luego abandonó  a varios kilómetros  del lugar de los hechos.

Horas después, en las cercanías de una sinagoga, también en Copenhague, otro individuo abrió fuego sobre varios vigilantes.

En esa operación, que movilizó a un elevado número de uniformados y causó alarma entre vecinos y transeúntes, resultó abatido un civil de unos treinta y tantos años de edad.

Para las autoridades locales no caben dudas de que estos estremecedores sucesos  intentaron reeditar los ocurridos en la capital francesa en enero pasado, y que –como ya significamos- cobró numerosas víctimas fatales.

En pocas palabras, que se atribuye la autoría a los grupos extremistas islámicos que han ganado importantes espacios en los últimos años de la mano de los intereses hegemonistas globales, los cuales no han vacilado en tan oportunista complicidad en su interés de controlar esa estratégica zona geográfica.

En consecuencia, si hay que buscar responsables de un clima de intolerancia y violencia desmedida que, evidentemente, no reconoce frontera alguna, habría que ubicar en la lista de esa nociva alianza a los grupos occidentales de poder, encabezados por Washington; al sionismo israelí, a los regímenes absolutistas árabes, y a los segmentos musulmanes más extremos, capaces de bailar junto al son de la misma música a partir de materializar, cada quien, sus brutales designios y aspiraciones.

Lo afirmaba por estos días el ex secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Kofi Annam, quien en entrevista concedida a una agenda de prensa rusa, concluyó que las contínuas acciones expansionistas extranjeras en Oriente Medio y Asia Central han alentado el terrorismo regional y la destrucción de la “diversidad y el pluralismo” en aquella zona geográfica.

Annam explicó que por esa razón siempre se opuso a las acciones militares foráneas contra Iraq y otros países, porque no solo fomentaron la convergencia con los islamistas extremos, sino que además desarticularon sociedades tolerantes y establecieron el contexto para el auge de grupos tan fanáticos y criminales como el llamado  Estado Islámico de Iraq y el Levante, EIIL, cuyos actos de genocidio y salvajismo  dejan atónitos a toda la humanidad.

Mientras, en Europa Occidental son muchos los que no cesan de preguntarse que vendrá ahora en materia de violencia irracional luego de los atentados en París y Copenhague.


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista


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