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jueves, 26 de diciembre de 2024

El complot no termina

A pesar de los acuerdos con Irán, Occidente no cesa de implementar su sistema antimisiles global...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 17/01/2014
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Sistemas antimisiles Rusia e Irán
Para tranquilizar a Moscú los antimisiles no estaban dirigidos a los arsenales nucleares rusos.

Una advertencia sobre lo inconsistente del proceder de las potencias occidentales fue subrayada en fecha reciente por el Kremlin, a cuenta del propio presidente Vladímir Putin.

 En efecto, en consideraciones públicas sobre el acontecer mundial —y en específico en torno a las negociaciones con Irán respecto a su programa para el uso pacífico del átomo—, el mandatario ruso hizo referencia a la falta de respuesta de Washington y sus aliados de poner fin a la instalación de su titulada sombrilla anticoheteril, toda vez que una de las “amenazas” que pretendidamente justificaban esos planes está en camino de desaparecer.

Se trata, según Moscú, del acuerdo logrado con Irán sobre su programa para el uso pacífico del átomo, que limita los niveles de procesamiento del uranio persa, a cambio del fin de un grupo de sanciones impuestas por Occidente a Teherán.

Para el jefe del Kremlin “…con la concesión iraní de detener parte de su programa nuclear, desaparece ahora el argumento más importante que justificaba el escudo antimisiles”.

“La Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN —precisó Putin—, justificaba el proyecto por el peligro de sufrir ataques de cohetes iraníes, sin embargo, el problema nuclear persa estaría por finalizar, pero el escudo antimisiles continúa. Y no solo prosigue, sino que sigue desarrollándose”, añadió.

Desde hace bastante tiempo, los diferentes líderes occidentales han pretendido venderle al Kremlin la idea de que la sombrilla nuclear, concebida por los sectores agresivos de los Estados Unidos como un artilugio para asegurarse el propinar golpes atómicos sin repuesta de las víctimas, estaba exclusivamente dirigida contra ciertos “estados terroristas” empeñados en hacerse de armas de destrucción masiva.

Y en la lista, desde luego, no podía faltar la República Islámica de Irán, considerada además por Israel y la derecha árabe como un peligro a los planes de convertir el Oriente Medio y Asia Central en estratégicos reductos en manos imperiales.

En consecuencia, uno de los argumentos destinados a “tranquilizar” a Moscú era precisamente que para nada el sistema antimisiles estaba dirigido a la vigilancia y posible destrucción de los arsenales nucleares rusos, aun cuando sus radares, equipos de rastreo y baterías de interceptores llenan espacios terrestres cercanos a las fronteras del gigante euroasiático y se dislocan en las aguas del Pacífico, sobre las divisorias de China y el extremo oriente de Rusia.

Por demás, la enconada expansión hegemonista en las áreas centroasiática y mesoriental no tiene otra intención que seguir estrechando el cerco en torno al Kremlin y Beijing, considerados definitivamente como los grandes obstáculos mundiales frente a los sueños de señorío global de los círculos imperiales de poder.

En pocas palabras, ante cada paso positivo, todavía habrá que enfrentar el encono de aquellos que no se conforman con fórmulas equitativas y razonables, porque sencillamente apuntan a hacer papel mojado sus permanentes aspiraciones de supremacía.


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista

Se han publicado 1 comentarios


Rafael Machiran Ferrer desde FB
 17/1/14 12:05

La venta de arma es und buen negocio como alemania le vende a países árabe y reciente se descubrió la venta ilegal a México y otros países de Latinoamérica y áfrica todas estas fábricas están en propiedad privada como en usa que todos tienen arma y hay tantas muertes de jóvenes en las escuelas cuántos niños y jóvenes tienen que moril injusta mente no al armamento no ala gerra

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