miércoles, 25 de septiembre de 2024

El hijo negado

Washington dice ahora que el Estado Islámico será derrotado...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 03/03/2015
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Cinco meses después de iniciados los controvertidos bombardeos Made in USA sobre presuntas posiciones terroristas en Siria, el actual jefe del Pentágono, Ashton Carter, asegura públicamente desde Kuwait que el titulado Estado Islámico de Iraq y el Levante, EIIL, sufrirá una “derrota definitiva”.

En efecto, en una primera gira al “teatro de operaciones”, y a escasos días de asumir sus funciones, el alto cargo estadounidense se reunió a puertas cerradas con generales, diplomáticos y funcionarios citados en la base de Camp Arifjan, en pleno desierto kuwaití, para analizar la situación en Irak y Siria y las variantes militares a poner en marcha contra la citada agrupación extremista.

En pocas palabras, todo un despliegue mediático que sin dudas pretende convencer a alguna gente  de que Washington y sus restantes aliados occidentales darán cuenta de una vez por todas de un “hijastro” que parece haberse ido de las manos, aunque nunca hayan admitido públicamente semejante “parentesco” ni al parecer tratasen en serio de atajarle con real efectividad.

Porque sin dudas, el ADN hegemonista está presente en las filas de una organización derivada de los grupos entrenados, armados y financiados por los halcones norteamericanos y sus restantes socios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN, en el empeño de proseguir en Siria la obra de “domesticación” de Asia Central y  Oriente Medio que tuvo como punto de “arranque” la cruzada antiterrorista imperial sustentada en el “desquite” por los controvertidos sucesos del 11 de septiembre de 2001.

Un EIIL, dicho sea de paso, que no ha carecido siquiera de los contactos en vivo y en directo con personajes del propio Congreso de los Estados Unidos, capaces estos personajes, no ya de jactarse por semejantes lazos, sino incluso de pretender pasar por alto más de una vez los crímenes y desmanes de esa entidad extremista a cuenta de preservarla y encarrilarla nuevamente a tono con los planes expansionistas de sus socios extranjeros.

De manera que en ese manoseado contexto cargado de trampas e hipocresía, el “impulso definitorio” que ahora parece mover a Washington genera dudas sobre su seriedad, compromiso y objetivas intenciones…cuando menos.

Porque bien vistas las cosas, pretender actuar contra el EIIL en Iraq y Siria, por ejemplo, asegura no solo a Washington sostener de alguna forma su tutela bélica sobre Bagdad, sino incursionar además en el lado sirio, en un espacio hasta ayer severamente disputado sin éxito con Damasco, justo mediante el uso de la oportunista alianza con el terrorismo islámico.

Y tal vez en esta nueva cuerda  de “matarife de sus descendientes” que hoy asume Washington, se muevan los artículos y apreciaciones que ya aparecen en cierta prensa acerca de que el EIIL podría estar en crisis ante una presunta “falta de recursos”, carencia de apoyo por sus actos asesinos, y las “acciones militares occidentales” ejecutadas hasta ahora, por lo tanto organizar y asestar el golpe definitivo resulta –proclaman esas fuentes- una decisión “indispensable”.

Escenario que incluye además la nada feliz reciente declaración del Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, en el sentido de que si bien la soberanía sigue siendo un “cimiento del orden internacional”, en el mundo actual no debería constituirse en un “muro” para poder conjurar problemas mayores.

 Y en ese sentido, el funcionario puso como ejemplo, nada más y nada menos que el haber dejado “deteriorarse” la situación interna en Siria, causante a su juicio- es evidente- de “complicaciones más agudas” como las generadas por el desboque del Estado Islámico.

Poco favor que se hace por una figura de su talla pública al conocimiento objetivo de la verdad en torno a los conflictos que desde hace años han puesto al rojo la sensible región mesoriental, amén de abrir un resquicio pretendidamente lógico al incremento del permanente injerencismo hegemonista en la zona o en cualquier otra parte del mundo a cuenta de “descabezar malvados” y  “restablecer la democracia y el orden”

Nada, una absoluta e inaceptable  patente de corso, porque al final, el destino del EIIL no va a poner coto a la costumbre imperial de recurrir a cualquier inicua asociación si de hacer valer sus planes globales se trata.


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista


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