miércoles, 25 de septiembre de 2024

Elecciones salvadoreñas el primer día de marzo

El próximo domingo los salvadoreños irán a las urnas en elecciones intermedias en las que se elegirán parlamentarios, alcaldes y consejos municipales...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 27/02/2015
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No es este un inicio de mes común en El Salvador, ya que como dicta la ley habrá elecciones para elegir parlamentarios, alcaldes y consejos municipales  entre candidatos de unos 10 partidos políticos que pretenden hacerse del  mayor número de cargos en el llamado Pulgarcito de América, bajo la dirección del presidente izquierdista Salvador Sánchez Cerén.

Según las últimas encuestas, el FMLN que se ha mantenido durante los dos últimos mandatos al frente del Ejecutivo Nacional, tiene las mayores posibilidades de ganar esta contienda dominical.

Sin embargo, en la política –como en el beisbol y el gol- nada está dicho hasta el último minuto del juego, por lo que las últimas semanas se ha librado una batalla crucial entre los grupos políticos para atraer la mayor cantidad de votantes  entre los cuatro millones 911 mil 672 salvadoreños habilitados para el ejercicio democrático. De esa cifra, el 53,11% son mujeres.

En juego están  84 escaños de la Asamblea Legislativa, los 20 diputados al Parlamento Centroamericano y los 262 alcaldes.

El interés de estas agrupaciones que se enfrentan al oficialista FMLN es claro: si dominan el Parlamento y los municipios le harán muy difícil la gobernabilidad  al Mandatario y exguerrillero  Sánchez Cerén, quien pretende ejecutar durante su mandato un programa de inclusión social en su empobrecido país.

Entre el conglomerado de agrupaciones que medirán fuerzas en las urnas se encuentra, como es habitual en la historia salvadoreña, el antiquísimo partido de la burguesía oligárquica, la  Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), además de la Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), que surgió de una ruptura con ARENA. GANA representa a los sectores burgueses menos poderosos pero que ejercieron su poder en la dirección política y la dominación económica neoliberal.

El foco de la atención recae sobre el FMLN y el ARENA, ya que en la contienda presidencial hace un año la diferencia entre los candidatos fue pequeña: Sánchez Cerén alcanzó el 50.10%, mientras el arenista Norman Quijano logró el 48.87%, índices que entrañaron un alerta para el FMLN y sus bases, que ahora también se juegan el mapa político del país.

Participan también en los comicios Concertación Nacional (CN), el Partido Demócrata Cristiano (PDC), Fraternidad Patriota Salvadoreña (FPS), el Salvadoreño Progresista (PPS), entre otros, sin identidad de izquierda, de acuerdo con politólogos.

En este espectro hay tres corrientes distintas que se auto-catalogan de izquierda – según la concepción conservadora de derecha-izquierda sin matices, con eventual incidencia en las elecciones-: el Partido Social Demócrata (PSD), cuyo jefe es acusado de la muerte del líder revolucionario marxista Roque Dalton, y el Movimiento Nuevo País (MNP) de Dagoberto Gutiérrez, excomandante guerrillero del Partido Comunista Salvadoreño.

El MNP lleva candidatos a diputación y alcaldías aliados con el PSD y con el partido Cambio Democrático (CD), que encarna a la pequeña burguesía intelectual de derecha. Resulta también interesante la presencia en las elecciones de la Unidad Socialista de los Trabajadores (UST), que postuló para diputados a dos jóvenes del movimiento sindical salvadoreño, Ernesto García y Elba Argueta.

La UST es la única organización que, al decir de expertos centroamericanos,  por su programa político puede catalogarse de izquierda, ya que plantea la absoluta ruptura con los organismos financieros internacionales, los Tratados de Libre Comercio y otras tácticas económicas capitalistas para extraer las riquezas nacionales en un país pobre, solo superado por Haití.

De plataforma aún pequeña, la UST deberá nutrirse en los próximos años de jóvenes, trabajadores y luchadores sociales que ahora accionan desde el PSD y el MNP, pero que analistas consideran revolucionarios honrados engañados por dirigencias habituadas a un falso lenguaje proselitista.

En las últimas jornadas del cierre de campaña, el Secretario General del FMLN, Medardo González, pidió a los seguidores de esa agrupación que voten en las boletas por la bandera que identifica a la antigua organización guerrillera, y no por candidatos de manera separada.

En su opinión, darle un voto a un postulado y no a un partido es parte de una estrategia de la Sala de lo Constitucional para confundir a la población y alejarla de los proyectos políticos más avanzados y de beneficio popular.

De acuerdo con la Sala, los electores pueden entregar su voto a los diputados a la Asamblea Legislativa y al Parlamento Centroamericano por bandera y por rostro. El FMLN considera –indican cables de prensa- que su programa, de conjunto, y no individualmente, posee un carácter histórico para la erradicación de la pobreza mediante la redistribución equitativa de las riquezas nacionales, el impulso al desarrollo económico y alcanzar la seguridad ciudadana.

Casi al amanecer, los votantes pueden acudir a los mil 596 centros habilitados para la ocasión, que se espera sea de tranquilidad.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


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