Fuego cruzado para próximas presidenciales en Argentina

Aunque las elecciones primarias de los partidos políticos argentinos que se enfrentarán el próximo 25 de octubre en las generales —de donde saldrán el presidente del país y su vice— favorecen al candidato del oficialista Frente para la Victoria (Fpv) Daniel Scioli y Carlos Zannini, la dupla deberá redoblar esfuerzos para obtener la victoria en la primera vuelta marcada para el 25 de octubre.

La sucesión presidencial, en una etapa en la que la derecha internacional trata de revertir los sistemas democráticos de América Latina y el Caribe, es uno de los mayores retos de las fuerzas progresistas de la región.

Scioli, gobernador de la provincia de Buenos Aires, —la mayor en número de votantes del país con un 37 por ciento— alcanzó un 38,4 por ciento del escrutinio, con una ventaja de 8,4 puntos porcentuales ante su más cercano rival, el alcalde bonaerense Mauricio Macri, de la alianza de derecha Cambiemos, y 17 por delante de la coalición Una Nueva Argentina (UNA).

El FpV obtuvo la victoria en 20 de las 24 provincias del país en la elección de los postulados a la selección de 130 diputados y 24 senadores, los gobernadores de 13 provincias y los 43 delegados argentinos al Parlamento Suramericano (Parlasur).

Los resultados evidenciaron que aún la mayoría de la población argentina prefiere el proyecto político iniciado por el fallecido presidente Néstor Kirchner en el 2003, el político que sacó a Argentina de la ruina económica, con una visión integracionista regional y conocido antiimperialismo, y continuado por su viuda y senadora Cristina Fernández, que consolidó el llamado kirchnerismo y mantuvo una continua prosperidad económica y saneamiento del país.

Scioli, elegido por Fernández, a quien la derecha no da tregua con vistas a desestabilizar su gobierno, para sucederla en la presidencia que concluye el venidero 11 de diciembre, es un político consolidado, pero que deberá utilizar muy bien sus conocimientos para evitar un segundo enfrentamiento, en condiciones desventajosas, con Macri, que puede subir sus puntos a partir de alianzas con los eliminados en la primera vuelta.

Los números reflejan que el aspirante del FvP ganó, individualmente, más de tres millones de votos que el derechista líder de Cambiemos, equivalente a una ventaja de 14 puntos. O sea, 38,4 por 24,4 por ciento.

NO ES COLOR DE ROSA

Los próximos dos meses son fundamentales para lograr la continuidad del pensamiento kirchnerista en el gobierno argentino. Después de las Elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) comienza también la lucha de los partidos para definir los legisladores del Congreso Nacional y provinciales, intendentes y concejales, y los escaños correspondientes a Argentina en el Parlamento Suramericano (Parlasur).

Aunque ganadores de las PASO, la dupla Scioli-Zannini está por debajo de los votos que precisa la ley para declararse ganadora en una primera vuelta. Serán victoriosos solo si logran un 45 por ciento o más en el sufragio, pero sacando un 10 por ciento de ventaja a la fórmula situada en segundo lugar.

Otro aspecto a considerar es el triunfo de la derechista María Eugenia Vidal, electa en las PASO como candidata de Cambiemos a la gobernación de la provincia bonaerense, considerada la más importante de la nación por su peso económico. Hasta ahora ese territorio era considerado un bastión del Partido Justicialista (peronista).

Vidal alcanzó la mayor cifra de votos —29,4 por ciento— mientras el segundo lugar lo ocupó el precandidato del FpV y jefe de gabinete, Anibal Fernández —21,9—, atacado por los medios derechistas, sin pruebas, de supuestos vínculos con el narcotráfico. Si se suman las boletas logradas por el segundo precandidato del Frente (19,2) esa agrupación también logró la victoria con 40,3, delante de Cambiemos y de UNA, 16 por ciento.

A pesar de que algunos medios políticos triunfalistas poseen la certeza de que Scioli ganará las presidenciales, la realidad es que también hay una maquinaria política en movimiento con sentimientos oposicionistas —algunas muy poderosas como la derecha y sus medios de comunicación—, así como los simpatizantes de centro-derecha y el progresismo de centro-izquierda derrotados en las PASO, que podrían unir fuerzas contra el Frente el próximo día 25.

En ese sentido, el candidato presidencial de UNA, Sergio Massa, es el tercer colocado, lo cual lo sitúa en una ventajosa posición, ya fijó postura si hubiera una segunda vuelta entre Scioli y Macri: “tendría que escuchar qué me dicen”. O sea, qué ventajas sacaría su partido en el próximo Gobierno.

Massa, cuestionado por el periodista Horacio Verbitsky por la cercanía del fiscal Julio Novo, acusado de vínculos con el narcotráfico, encubrimiento y obstrucción de la justicia, y con vínculos demostrados con la Embajada de Estados Unidos en Buenos Aires, impidió la polarización entre Scioli y Macri.

El fundador del Frente Renovador se alzó como la tercera fuerza política argentina, con la que tienen que contar los principales candidatos en caso de que la victoria no surja en octubre. Mucho más después de que la Unión Cívica Radical optó por unirse a Cambiemos, dándole la espalda a la social-democracia.

La mesa para la convocatoria a las generales ya está puesta.

Pocas horas después de conocerse el escrutinio, Scioli afirmó que acepta la victoria del pasado domingo “con serenidad, interpretando a los que nos votaron, y a los que no”, en una intervención catalogada como integracionista.

Advirtió que, si ganaba, habrá una segunda etapa de fortalecimiento del país, “que tras la recuperación de la educación, se concentre en la calidad educativa” y “el próximo capítulo del desarrollo argentino”.

Habló también sobre la creación de un “sistema financiero que no esté al servicio de la especulación sino de la producción”.

El candidato presidencial viajará a Italia, y se reunirá con el ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva, uno de los impulsores de la integración regional y eventual candidato en las elecciones generales del 2018, durante su visita a Argentina en septiembre próximo.

Ese mes, Scioli también hará una gira por China y Rusia, países con los que su país mantiene magníficas relaciones.

Pero, Macri tampoco está tranquilo. El candidato conservador afirmó luego de conocerse los resultados, que “la victoria la vamos a lograr todos juntos”, en alusión a los opositores al kirchnerismo, según dijo acompañado por los otros precandidatos de Cambiemos Elisa Carrió y al senador Ernesto Sanz.

Según el alcalde porteño, “hay seis millones y medio de argentinos que han visualizado en Cambiemos la alternativa más potente” y exhortó a que “se sumen” los indecisos, ya que “lo único que ha sucedido ayer es que hubo primarias para fijar candidaturas de espacios prefijados”.