lunes, 30 de septiembre de 2024

Haití: un conflicto peligroso para la soberanía nacional

Las organizaciones de Naciones Unidas (ONU) y la OEA reclaman al gobierno de Michel Martelly una solución a las elecciones presidenciales...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 31/01/2016
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La crisis interna de Haití puede empeorar ante la llegada de una misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) este domingo, y la reclamación de la ONU de una solución definitiva al retorno a la institucionalidad, quebrantada por un supuesto fraude en las elecciones presidenciales, suspendidas en dos oportunidades.

El próximo día 7, el presidente Michel Martelly deberá entregar la banda a su sustituto, lo que parece imposible luego de un proceso que se ha salido del control gubernamental y de las autoridades electorales, ahora descabezadas tras la dimisión de Pierre-Louis Opont, jefe del Consejo Electoral Provisional (CEP) de Haití.

Opont afirmó en su dimisión que “eventos trágicos, más allá de mi voluntad obstaculizaron el proceso electoral y no me permitieron acompañar mi misión hasta su fin, que era realizar elecciones que condujeran a la reapertura del Parlamento el 11 de enero de 2016 y la instalación el 7 de febrero de un presidente elegido”.

Además del oficialista Partido de Haití Tèt Kale (PHTK), del candidato oficialista Jovenel Moïse —que ganó en la primera vuelta de los comicios presidenciales y legislativos— participan ocho agrupaciones opositoras, conocidas como G8, las que mantienen las manifestaciones callejeras ante la decisión del Consejo Electoral Provisional (CEP) de postergar la segunda vuelta el pasado 24 de enero.

El CEP advirtió que no renuncia de manera definitiva a un balotaje, sin fecha marcada, pero ahora las agrupaciones opositoras exigen recomenzar de cero ante el supuesto fraude en las urnas y exigen la renuncia del Mandatario, o seguirán en las calles, al igual que lo hacen los seguidores del oficialismo.

Martelly denunció hace pocos días que “algunos políticos desean perpetuar la crisis” y puntualizó que “las elecciones son necesarias para entregar el poder a un presidente electo democráticamente” y reclamó una reunión con el Senado para poner fin al conflicto, ya que la mayoría de los integrantes de la Cámara Baja pertenecen a partidos de la oposición.

Una resolución del Senado exigió el pasado miércoles una nueva cancelación de la segunda jornada de los comicios presidenciales y parlamentarios hasta tanto no haya una verificación de los votos de la primera vuelta, lo cual coloca en posición extrema al Ejecutivo haitiano.

El Legislativo analizó la pasada semana cuatro propuestas para terminar con la crisis, mientras el Ejecutivo mantiene negociaciones de alto nivel para evitar un vacío de poder el 7 de febrero, ya que hasta ahora Martelly se niega a entregar el país a una Comisión transicional.

Esa es precisamente una de las iniciativas opositoras, ya que solo así, afirman, se garantizan elecciones limpias lo que solo se logrará, dicen, mediante un gobierno sin compromisos, mientras que algunos sectores advirtieron que habrá un levantamiento armado si tal iniciativa se cumple, pues los políticos nominados serán de la élite política de Puerto Príncipe, la capital.

RIESGOS DE INTERVENCIÓN EXTRANJERA        

El ministro haitiano de Información, Mauro Dupuy, expresó sus preocupaciones sobre una eventual intervención militar extranjera.

Dupuy advirtió que sobre Haití se cierne ese peligro si continúa la crisis interna del país y no se logra un pacto nacional para elegir al próximo jefe de Estado.

La soberanía nacional, a su juicio, está en juego y podría perderse de persistir los actos violentos y las desavenencias sobre la celebración de la segunda ronda electoral, según un reporte de Prensa Latina.

“Si continuamos enviando señales de que no podemos manejar nuestro país, lo harán por nosotros (...) podemos convertirnos en un riesgo para nuestros vecinos del hemisferio”, alertó, en alusión a una posible invasión de fuerzas foráneas, continúa el reporte periodístico.

El llamado G8 afirmó a la prensa que el actual Mandatario pretende perpetuarse en el gobierno, lo cual este ha negado de manera reiterada, y al respecto analistas estiman que los opositores propician la llegada del día 7 sin resultados, de manera que Martelly sea obligado a entregar la banda y sustituido por decreto.

Estas elecciones son boicoteadas desde la primera vuelta en octubre pasado, cuando después de conocerse los resultados, el candidato opositor Jude Celestin, quien obtuvo 25,29 por ciento de los votos contra un 32,76 del oficialista Jovenel Moïse, consideró que hubo un “fraude masivo” que a su juicio sucedió en la primera ronda,

Celestín, de la Liga Alternativa por el Progreso y Emancipación, no presentó su renuncia como segundo candidato ante el CEP, por lo que se estima se está preservando para integrar un régimen provisional, con declaraciones políticas para encender los ánimos opositores..

A partir de entonces, el G-8 convocó a sus seguidores a volcarse a las calles en protesta por el supuesto rejuego de los votos. Ante los eventuales fraudes, el Mandatario designó la Comisión Independiente de Evaluación Electoral, aceptada por la oposición para ofrecer salidas a la actual crisis electoral, pero sin resultados.

Desde hace dos meses los opositores alertan un supuesto golpe de estado electoral promovido por Martelly, quien está prohibido por la Constitución de cumplir un segundo mandato consecutivo.

En una entrevista a lahaine.org, la uruguaya Mónica Riet, miembro del Comité por el retiro de las tropas uruguayas de Haití, afirmó que “el gobierno que organiza estas elecciones es fuertemente cuestionado desde el comienzo de su mandato, porque Martelly sale de un enorme fraude electoral también organizado por Estados Unidos y operado por la OEA en el año 2010”, acusación de la cual no presentó pruebas.

Riet, quien vivió varios años en la nación caribeña, aseguró que el actual Presidente “se salteó cuatro elecciones, por lo que fueron terminando sus mandatos diputados, senadores y alcaldes y los fue sustituyendo por personas elegidas por él, todas de un equipo neoduvalierista (del dictador Duvalier), a quien acogió en el país a pesar de estar acusado de genocidio contra su pueblo”.

Los defensores de Martelly, en cambio, precisan que durante su gestión, Haití logró un incremento del Producto Interno Bruto (PIB) de 3,5 por ciento, en un país calificado como el más pobre de América Latina y el Caribe, y estableció importantes rasgos de cooperación comercial con países de la región como el Mercado Común del Sur, Petrocaribe, y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercios de los Pueblos (ALBA-TCP).

LOS CONSEJOS DE LAMOTHE

El ex primer ministro de Haití, Laurent Lamothe, afirmó a la cadena multinacional Telesur que su país está atravesando una incertidumbre política, que pone en duda el futuro de la nación caribeña.

“El Gobierno debe estudiar y analizar los distintos escenarios, aconsejó, para asegurar un traspaso del poder en forma pacífica, ya que la inestabilidad política pone en peligro los logros sociales del gobierno de Martelly”.

En la entrevista, refirió que una salida a la actual confrontación es que el Ejecutivo designe un nuevo Primer Ministro encargado de organizar los comicios, ya que, en su opinión, no observa una salida democrática.

¿QUÉ QUIERE LA OPOSICIÓN?

Este sábado, los seguidores de Martelly pidieron en la calle la inmediata celebración de elecciones, y exigieron que el Presidente se quede hasta el 14 de mayo, el día en que asumió el gobierno, sin que haya un tiempo de transición.

Los opositores —según expresaron a la prensa— protestarán para continuar la lucha antiimperialista contra Estados Unidos y Canadá. La misión de la OEA se terminó en Haití, porque están protegiendo a Martelly, decían las pancartas.

Los ocho candidatos presidenciales opositores (G8), continúan su llamado a la población para no caer en el triunfalismo y permanecer vigilantes y movilizados.

A través de un comunicado, el G8 exige el enjuiciamiento de los corruptos, la salida del Mandatario y el establecimiento de un “gobierno de consenso provisional”.

Analistas consideran que durante los últimos 12 meses, la situación económica de Haití empeoró, la inflación subió al 12 por ciento, la moneda perdió el 30 por ciento de su valor y la pobreza se incrementó, lo que unido a una evidente inestabilidad política causó la explosión de protestas de los haitianos.

El pueblo haitiano, que sufrió hace una década el peor terremoto de su historia, con saldo de más de 300 000 muertos y la destrucción casi absoluta de la reducida infraestructura nacional, comenzó a levantarse de nuevo gracias a la colaboración y solidaridad de sus hermanos latinoamericanos, en sectores tan importantes como la agricultura, la educación, la pesca y la salud.

CELAC ENVIARÁ DELEGACIÓN A HAITÍ

Este domingo llegará a Puerto Príncipe una misión de laOEA encabezada por el presidente de turno en ese órgano, el representante de Antigua y Barbuda ante la institución Ronald Sanders, en respuesta a una petición del presidente haitiano, la cual es rechazada por la mayoría del pueblo.

La OEA es considerada una organización plegada a los intereses de Estados Unidos, imperio que obligó a dejar el país al secuestrado presidente legítimo Jean Bertrand Aristíde para instalar un régimen antidemocrático, y ha intervenido militarmente cada vez que lo considera necesario.

Manifestaciones tanto de opositores como seguidores del Mandatario este sábado reclamaron en las calles que la OEA no intervenga en los asuntos internos haitianos, pues hay conciencia de que puede llegar con rapidez una intervención foránea.

Mientras, el canciller de Haití, Lener Renauld, pidió en la IV Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en Quito el envío de una comisión para que acompañe la segunda vuelta electoral y garantizar la transparencia en el proceso.

Los dignatarios acordaron el envío de una misión de Cancilleres integrado por Ecuador, Costa Rica, República Dominicana y Bahamas para conocer la situación electoral allí existente.

También la IV Cumbre recibió un mensaje de decenas de organizaciones populares del Sur del continente en el que exhorta “a los gobiernos de nuestros países a trazar con urgencia, una nueva política hacia el hermano pueblo de Haití. Una política que ponga fin a toda participación en el proyecto de ocupación y saqueo diseñado y controlado por Estados Unidos y los poderes de siempre a través del Consejo de Seguridad y su MINUSTAH, la OEA, la Unión Europea, las instituciones financieras internacionales como el Banco Mundial, el Banco Interamericano, el FMI, y que retribuya al pueblo haitiano el ejemplo y la generosidad que históricamente nos ha brindado.

”Una política, continúa, de verdadera cooperación solidaria, como algunos pocos países han demostrado desde hace años que es posible, basada en el respeto a los derechos, las necesidades y las alternativas que el pueblo de Haití, a través de sus organizaciones, viene señalando”.

La presencia allí de los cancilleres de la Celac plantea conocer la situación política en esa nación del Caribe, informó el ministro de Exteriores de Ecuador, Ricardo Patiño.

El presidente saliente de la Celac, el ecuatoriano Rafael Correa, propuso en la Cumbre el envío de la comisión “para obtener más información, hablar con las partes y ver si hay lugar para la intervención de la cumbre o no”.

“Si nos dicen que sí hay lugar, que sí podemos contribuir, colaborar, que las partes están de acuerdo, los candidatos, el Gobierno. La decisión de cómo se conforme la comisión se la deje en manos del Cuarteto” operativo de ese ente de concertación política.

También la ONU planteó en un comunicado la necesidad de un acuerdo entre los poderes del país antes del próximo día 7 con una “hoja de ruta para la rápida conclusión del actual ciclo electoral” y permitir a los haitianos “elegir a sus representantes en un proceso libre, justo, inclusivo y transparente”.

Enfatizó en la necesidad de mantener calma en las ciudades, así como la importancia de la estabilidad política para avanzar en el progreso económico de Haití. En ese sentido, exhortó a los políticos a priorizar los intereses nacionales por encima de sus pretensiones individuales y facilitar la convocatoria de los comicios.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


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