martes, 24 de septiembre de 2024

Muchos compromisos, pocas decisiones

Naciones Unidas apeló a la conciencia de los líderes mundiales para frenar los daños de la contaminación ambiental...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 25/09/2014
0 comentarios

Una vez más, la ONU retomó el tema del cambio climático y de nuevo los líderes mundiales pusieron sobre el tapete el tema del cambio climático y sus graves consecuencias para la supervivencia de la Humanidad y las naciones, afectadas en los últimos años por alteraciones de la Naturaleza. Altas y bajas temperaturas, inundaciones, sismos, deshielo de glaciares, entre otras, ya se hacen sentir en gran parte del planeta.

De ahí que el pasado martes, en el entorno de la 69 Asamblea General de la organización internacional, se dedicara el día a la Cumbre del cambio climático, con la presencia de unos 120 jefes de Estado o gobierno, o sus representantes, quienes, en especial los de América Latina, no solo retomaron el discurso sobre el peligro de las transformaciones que se operan en la Naturaleza sino que indicaron las medidas que adoptarían para evitarlas.

Llamó la atención que estuvieran ausentes en la Cumbre los representantes de China e India, dos de los mayores contaminantes de la atmósfera. Estados Unidos, otro gigante industrial, por primera vez en la historia de estas citas asumió su responsabilidad por el cambio climático en una retórica que eludió decisiones concretas.

A pesar de las alarmas –como el caso de Estados Unidos, que ahora habla de “amenaza urgente y creciente”- son precisamente los países desarrollados los que emiten la mayor cantidad de gases de efecto invernadero, los que trastornan los ciclos naturales y con ello destruyen poblaciones y economías.

La Cumbre, sin dejar un saldo negativo, tampoco resultó lo efectiva que muchos esperaban, en especial los defensores de la salud de la Tierra agrupados en organizaciones medioambientalistas. El domingo previo a esta cita más de 600 mil personas en numerosos países salieron a las calles a exigir a los gobiernos acciones para la protección del planeta, más de 300 mil de ellos en Wall Street, Nueva York, sede de la ONU.

Notable fueron las intervenciones de los presidentes de América Latina, quienes instaron a la toma rápida de medidas para frenar la destrucción planetaria, que al contrario de lo planteado por Obama, no es una amenaza, sino hechos concretos sufridos incluso en territorio estadounidense.

La participación de América Latina y el Caribe resultó relevante, ya que  del 1 al 12 de diciembre próximo continúa en Lima, Perú, la vigésima edición anual de la Conferencia de las Partes (COP20) de la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climática (CMNUCC). Y del 9 al 12, en la misma ciudad, tendrá lugar la Cumbre de los Pueblos frente al Cambio Climático. En Lima se prevé avanzar en la elaboración del borrador del nuevo acuerdo global sobre cambio climático, que entrará en vigencia a partir de 2020, el cual debe aprobarse el año entrante. En el 2012 venció el Protocolo de Kyoto (PK), que nunca fue firmado por Estados Unidos.

De ahí que las intervenciones de los líderes latinoamericanos y caribeños esbozaron el camino por donde transitará la cita peruana.

En su discurso, el venezolano Nicolás Maduro afirmó que “el capitalismo es insostenible con la supervivencia del planeta” pues durante décadas ha ignorado, dijo, la capacidad de carga y de reposición de la Naturaleza, las leyes de la termodinámica y la entropía. En la lógica capitalista el crecimiento económico es incompatible con la supervivencia del planeta”.

A pesar de la “amenaza urgente” que destacó Obama, el Mandatario venezolano reiteró que “la crisis ambiental que hoy padecemos está definida por una realidad alarmante: Mientras tanto, todos los factores que inciden en la destrucción del planeta avanzan aceleradamente y siguen sin tomarse las medidas impostergables y necesarias de control ambiental".

Sólo el 20 por ciento de los países más ricos del planeta consume el 84 por ciento de la energía, “contaminando el mundo y contribuyendo al desequilibrio ambiental”, mientras recordó que en los dos últimos siglos las potencias han afectado al mundo, y que, en aras de generar capital,  ahora pretenden escudarse en un supuesto ambientalismo.

Maduro advirtió que la posición de las grandes potencias es sólo "para ganar dinero con la contaminación y poner precio a las emisiones y canjear, como se conoce en términos financieros, el derecho a contaminar este mundo".

El presidente venezolano precisó que hace ya 22 años que “George Bush, padre, en el ápice de la prepotencia imperial del mundo unipolar en Río de Janeiro (Brasil) nos dijo: 'Nuestro estilo de vida no es negociable',  en respuesta a quienes reclamaban acciones concretas contra el cambio climático para ese año 1992".

Hizo alusión a las palabras del líder cubano Fidel Castro, quien el 12 de junio de 1992, en esa Cumbre brasileña, advirtió que “una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: El hombre". En la XV Conferencia Internacional de la ONU sobre Cambio Climático en Dinamarca, en 2009, los mandatarios de Venezuela, Hugo Chávez, y de Bolivia, Evo Morales, instaron a las grandes naciones a acciones concretas para salvar la Naturaleza.

Otros mandatarios latinoamericanos que también expresaron sus opiniones fueron el colombiano, Juan Manuel Santos, quien calificó el 2014 como “el peor año vivido por su país en términos climáticos”. La brasileña Dilma Rousseff asumió compromisos para evitar la deforestación en su país –otro de los elementos abusivos de las economías contra la Naturaleza-, Morales, defensor de la Pachamama (tierra) junto a los pueblos originarios de su país, el mexicano Enrique Peña Nieto, quien propuso crear el Panel Intergubernamental del Agua, como espacio para desarrollar nuevos trabajos de adaptación ante el impacto de fenómenos climáticos cada vez más intensos. Asimismo, el canciller cubano, Bruno Rodriguez Parrilla. Todos invocaron la necesidad de detener las actuales políticas irresponsables de las grandes economías.

También, por vez primera, representantes de los pueblos indígenas y originarios de varios países, en especial América Latina, estuvieron presentes en la reunión internacional.

El presidente boliviano convocó a la I Conferencia Mundial sobre pueblos indígenas, - celebrada el pasado lunes e inaugurada por el Secretario General de la ONU, Ban Ki Moon,-  en la que participaron delegaciones de esas poblaciones autóctonas. Es la primera vez en más de 60 años que la ONU recibía, además, en la platea superior del salón de sesiones a los delegados indígenas.

Esta Cumbre del 2014, donde quizás hubo más conciencia –al menos en los discursos- de la destrucción global que se avecina, se trazaron compromisos de la industria energética internacional, instituciones financieras, gobiernos y sociedad civil para reducir emisiones atmosféricas contaminantes.

Para analistas, la cita allanó el camino hacia la Conferencia sobre Cambio Climático prevista para diciembre de 2015 en París, Francia, y donde la ONU planea el establecimiento de un acuerdo legal vinculante sobre la Convención Marco de la entidad relacionada con el tema.

Sin embargo, esas fuentes consideran que no depende de la ONU sino de las grandes naciones desarrolladas la adopción de operaciones globales para respaldar las promesas surgidas en esta Cumbre y que históricamente quedan en palabras. Quizás cuando vuelvan a reunirse, en Paris, la situación del Planeta podría ser ya irreversible.


Compartir

Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


Deja tu comentario

Condición de protección de datos