La intervención militar francesa en Mali con el pretexto de combatir a extremistas islámicos aposentados en esa nación de Africa Occidental, está abriendo las puertas para que Washington y otros aliados adelanten con su intervencionismo en un continente tradicionalmente saqueado a lo largo de la historia.
En efecto, ni lerdo ni perezoso, Occidente (y los Estados Unidos en especial), corrieron tras el desembarco de tropas galas para ofrecer a París aviones de transporte, suministros bélicos, apoyo de inteligencia y asesoramiento variado, de manera de derrotar a los titulados grupos de Al Qaeda que irrumpieron en Mali y que, curiosamente, fueron fieles aliados imperiales en el violento derrocamiento del gobierno libio tiempo atrás.
De paso, y para evitar “caballos de Troya” el empeño bélico apunta además contra el grupo separatista tuareg Movimiento Nacional de Liberación de Azawad, MNLA, que confirmó combatir también a los yihadistas, y que a finales de marzo de 2012 logró hacerse con el control de las tres provincias septentrionales del país -Gao, Kidal y Tombuctú- la región conocida precisamente como Azawad, de la cual fueron desplazados ulteriormente por las bandas islámicas.
En pocas palabras, el asunto es “pacificar” a un territorio que, junto a su vecino Níger, provee de uranio a la extendida industria eléctrica nuclear francesa, y hacerse presente en una zona de alto valor estratégico en el andamiaje militar y de control económico diseñado por Washington a tono con sus ínfulas hegemonistas.
No puede olvidarse que, en el fondo, lo que para la Casa Blanca y sus congéneres se está dirimiendo en Africa, es intentar atajar la creciente presencia de China y Rusia, considerados por muchos gobiernos del área como eficaces, respetuosos y deseados socios.
Y las consecuencias ya están a la vista.
Según un parte oficial, “Estados Unidos ha alcanzado un acuerdo militar con Níger con el objetivo de apoyar los esfuerzos del gobierno local para asegurar sus fronteras contra infiltraciones y ataques”.
La agencia de noticias EFE explicó que el mencionado acuerdo, denominado “Estatuto de las Fuerzas”, se negociaba desde la normalización de las relaciones entre ambos países en 2011, y “prevé la protección de los militares de los países signatarios” a la vez que apunta a facilitar el logro de una mayor colaboración castrense entre ambos países.
La otra “novedad” reimpulsada por la invasión gala y otanista en Mali, es la intención de los Estados Unidos de establecer en Níger una base de aviones no tripulados que, según el rotativo Washington Post, estaría “al servicio del espionaje contra Al Qaeda.”
El diario, afirma que “los estrategas militares se han fijado en Níger como posible candidato” a albergar estas naves “que no estarían armadas.”
Las fuentes precisaron que la misión de los aviones robot “Predator” será sólo de vigilancia. No está previsto que realicen ataques aéreos, aunque este tipo de vehículo “puede ser armado fácilmente si las circunstancias cambian”.
A estas alturas Estados Unidos ya había realizado misiones de vigilancia sobre Mali y otros países del oeste de África con aviones tripulados “Pilatus” PC12, menos sofisticados, y que pueden ser derribados con relativa facilidad desde tierra con el uso de misiles portátiles.
Tal es así, que la embajada norteamericana en Mali solicitó la suspensión de esos vuelos el pasado año por temor a que sus tripulaciones fuesen convertidas en rehenes en caso de un aterrizaje de emergencia.
De manera que…oportunista, a tu oportunidad.
Freddy Castillo Juárez desde FB
4/2/13 14:10
Lo que deben de hacer los imperialistas franceses es salirse de Malí, no hay pretexto alguno que justifique su presencia en ese país. Los problemas de Malí son propios de sus Ciudadanos nada más
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.