domingo, 22 de septiembre de 2024

OTAN: Más vieja, más agresiva

La entidad belicista de Occidente llega a sus 65 años transformada en un brazo imperial por excelencia...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 04/04/2014
1 comentarios
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La OTAN fue impulsora esencial de la Guerra Fría por más de casi cinco décadas.

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) acaba de romper toda cooperación militar y civil con Rusia como pretendido “castigo” al Kremlin por la reincorporación de Crimea y Sebastopol al territorio del gigante euroasiático.

Este hecho, entre otros muchos, al decir de algunos analistas, es la reconfirmación de que todo se mantiene inalterable para los círculos occidentales de poder desde el surgimiento del bloque militarista, el 4 de abril de 1949, bajo el rótulo de la “defensa del mundo libre frente a la amenaza comunista internacional”.

Lo cierto es que, si bien el panorama global cambió bruscamente a fines del pasado siglo con la desaparición de la URSS y del campo socialista europeo, y la humanidad pareció abocada entonces a la uniformidad bajo el signo del gran capital, ni siquiera con tales “positivos” augurios los poderosos dejaron escapar semejante instrumento agresivo. Todo lo contrario.

Aparentemente, ya no había grandes oponentes, pero la OTAN siguió rigiendo como el garrote militar donde Washington dispone las políticas, ordena las operaciones, y suma y arrastra a los obsecuentes que le hacen coro.

Por tanto, nada de disolver o rediseñar. Intacto quedó el caldero donde los círculos belicistas norteamericanos cuecen coaliciones oportunistas, nuevas aventuras de conquista y cercos crecientes a las fuerzas de envergadura que –contra sus designios- han ganado terreno en el mundo en los últimos tiempos.

Para el socio mayor, la OTAN no ha sido ni es otra cosa que un pivote clave de su soñado hegemonismo, donde, por feliz añadidura, los viejos poderes europeos han quedado reducidos a simples marionetas, netos segundones.

Vale retroceder en el tiempo para recordar que la OTAN vio la luz apenas cuatro años después de la devastadora Segunda Guerra Mundial, como resultado del desborde de los recelos imperiales hacia la Unión Soviética, que databan de los tiempos del triunfo de la Revolución de Octubre en 1917 y se exacerbaron luego de que Moscú se impuso a los ejércitos de Adolfo Hitler, y en Europa del Este las fuerzas populares y de izquierda encontraron la oportunidad de convertirse en gobiernos.

Si coyunturalmente Occidente debió aliarse al Kremlin contra aquel orate que rompió con inusitada violencia todos los moldes tolerables, desaparecida la Alemania fascista el blanco esencial volvía a ser la URSS, ahora junto al campo socialista creado en su inmediato entorno geográfico.

La OTAN resultó entonces impulsora esencial de la Guerra Fría por más de casi cinco décadas, y desbancado el espacio soviético, pasaría a cumplir el rol de actuar con sus armas contra todo obstáculo al hegemonismo Made in USA.

En la propia Europa, el mecanismo militar otanista desempeñó un papel clave en el desmembramiento de Yugoslavia y en su conversión en una diáspora de repúblicas y nacionalidades, mientras que, en la titulada guerra global contra el terrorismo, ha secundado las invasiones norte-americanas a Afganistán e Iraq, y posee record de involucramiento en el derrocamiento de las autoridades libias, la guerra sucia en Siria y la crisis ucraniana, entre otros servicios al socio mayor.

Eso, sin contar su adhesión incondicional al peligroso despliegue del titulado sistema antimisiles estadounidense, incluso con la ubicación en suelo europeo de estaciones de rastreo y cohetes interceptores, en nada veladas actitudes hostiles contra Rusia y China, proclamados por los círculos norteamericanos de poder como los grandes obstáculos a batir en la implantación de sus ínfulas hegemónicas universales.

De manera que no es errado afirmar que la OTAN, más que alianza entre iguales, ha sido y es, esencialmente, un bochornoso soporte al belicismo de los halcones gringos, donde se han diluido como agua entre los dedos la arrogancia y pretendida determinación de no pocos líderes europeos.


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista

Se han publicado 1 comentarios


senelio ceballos
 7/4/14 1:14

..Primer populista..checo..esta pidiendo..LA ENTRADA DE LAS FUERZAS OTAN.. a ucraina si los rusos se deciden invadirla!!! En su discurso, recordo la entradA de las tropas URSS, con tanques a Praga!! ..El ORTOPOLITICO Y Cientifico..Primer de las ISLA MALTA,en su discurso al congreso de esa exotica islita..Dijo...LA OTAN, es hoy un cadaver despues de muchos annos de relucientes equilibrios..Pero..LOS ROMPIO en Kosovo y Afaganistan..No podemos permitir, mas desastres en EUROPA.. MORALEJA NESTOR!!!..Nuestros nietos no deban pagar..culpas de su abuelitos!!! Espero ya varios dias sus REPLICAS!! El guajiro de Placetas!!!

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