Venezuela alerta ante ola fascista

Venezuela vuelve a vivir días estremecedores. Desde hace algunas jornadas se vienen manifestando en las calles de algunos Estados grupos de la ultraderecha local que arremeten contra instalaciones públicas y los defensores de la Revolución Bolivariana. Pero los sucesos de última hora apuntan a una violencia desenfrenada que costó tres vidas y decenas de lesionados, en una acción que el presidente Nicolás Maduro calificó de una nueva intentona de golpe de Estado.

En un planificado esquema, identificados los dirigentes principales, Maduro indicó que el fin de estos actos violentos es acabar con su vida, como intentaron hacer la víspera con la Fiscal General de la República, Luisa Ortega. El edificio de ese organismo fue tiroteado y el interés era penetrar para asesinar a la funcionaria.

Ortegainformó este jueves a la Radio Nacional de Venezuela que la violencia derechista dejó como saldo en varios Estados tres fallecidos y 66 heridos. Se reportaron nueve heridos en Caracas, 41 en Aragua, 11 en Mérida y uno en Táchira. En ese grupo hay 17 funcionarios de la fuerza pública y 49 civiles.

También indicó que los grupos neofascistas atacaron la sede de la Fiscalía, cuya fachada destrozaron, quebraron varias estaciones del metro de Caracas,  incendiaron o destruyeron 54 vehículos, seis de ellos de organismos estatales y el resto de particulares. Los ataques también se dirigieron anoche a la sede del canal estatal Venezolana de Televisión y a la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), en lo que indica una escalada de violencia de la ultraderecha.

En declaraciones realizadas a Telesur este jueves, el canciller Elías Jaua denunció que el autor intelectual y material de tales acciones es el dirigente derechista Leopoldo López, exalcalde de Chacao, quien es amparado, dijo, por Estados Unidos. Ese individuo, precisó, ha llenado de sangre a militantes revolucionarios y opositores.

Los hechos ocurridos son similares a los que ha venido denunciando el pueblo venezolano, y advirtió que el Estado está obligado a actuar contra estos grupos fascistas para preservar la estabilidad y la paz, aunque advirtió su seguridad de que la prensa internacional en su gran mayoría tergiversará los hechos.

Recordó que las manifestaciones por el Día de la Juventud y del Bicentenario de la Libertad se realizaron tanto por la militancia juvenil de la Revolución como por universitarios opositores, pero indicó que cuando en Caracas ya se retiraban los manifestantes, núcleos organizados dirigieron un ataque planificado contra la sede de la Fiscalía de la República y otras propiedades estatales, mientras en otros Estados se efectuaban acciones similares.

Jaua denunció el violento esquema de la ultraderecha –que ha recibido críticas de opositores de esa ideología-  que buscaban enfrentar a los jóvenes de diferentes tendencias políticas enespera de que utópicamente el Ejército, fiel a la Revolución y a sus líderes, adoptara alguna posición.

También, expresó, "hay intereses transnacionales para lograr que Venezuela ponga fin al proyecto soberano, independiente, al manejo de nuestros recursos, a la erradicación de la pobreza, del hambre (...) Esos grupos alineados a López han recibido dinero de instituciones de Estados Unidos". Ellos quieren fomentar una guerra interna para propiciar una intervención extranjera, apuntó el Canciller.

Como respuesta inmediata a los sucesos, el presidente Maduro aseguró que las autoridades están listas para actuar en las principales ciudades de la nación, ante la estrategia derechista de desestabilización, que sigue un plan estratégico muy bien elaborado a partir de crear una guerra intestina entre los militantes de distintas ideologías.

El mandatario, quien encabezó la marcha bolivariana en Caracas, de inmediato denunció a la opinión pública y mundial la situación creada ayer como parte de la guerra de la oligarquía contra la Revolución y afirmó que se aplicarán las medidas necesarias para frenar la intentona de golpe, la cual se une a la guerra económica y psicológica que sufren los venezolanos desde hace 15 años, tras la instauración del gobierno del Comandante Hugo Chávez Frías, fallecido hace 11 meses.

El plan de violencia que vive Venezuela es similar al utilizado el 11 de abril de 2002 cuando la oposición también intentó desplazar a Chávez del Palacio de Miraflores, en una intentona destruida en apenas 48 horas por el pueblo y las Fuerzas Armadas Bolivarianas.

A pesar de las advertencias oficiales, conocidos dirigentes de la derecha convocaron a través de la red Twiter a una nueva manifestación pública este jueves, pues orientaron a que los fascistas se vistieran con camisas y otras prendas de vestir rojas, símbolo del chavismo, y de esa manera confundir a la ciudadanía y crear el caos si intervienen las autoridades.

Los tuiteros que apoyan las acciones de violencia fascista fijaron algunos de los sitios y horarios de las manifestaciones en distintas ciudades del país, “disfrazados de chavistas”, en tanto con una descarada y mentirosa actitud llaman a la comunidad internacional a auxiliar a Caracas donde las calles, dicen, están tomadas por fuerzas de seguridad que golpean y matan a los opositores.

El gobierno venezolano identificó a varios dirigentes derechistas, quienes llamaron a movilizarse contra la Revolución. Además de López, aparece también la diputada a la Asamblea Nacional, María Corina Machado, y el alcalde Metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma. Desde hace días, ese grupo incita a la desobediencia civil.

Además, se emitieron órdenes contra Iván Carratú Molina y Fernando Gerbasi, presuntamente involucrados en los acontecimientos, una vez conocida una conversación telefónica que sostuvieron en la que identifican los actos de violencia.

Un día antes de los ataques fascistas, el canal estatal venezolano difundió un audio en el que Carratú y Gerbasi develaban un plan de la derecha local para llevar a cabo acciones violentasdurante las celebraciones del bicentenario de la Batalla de la Victoria y Día de la Juventud.

En las últimas horas comenzaron a movilizarse movimientos sociales en distintas ciudades venezolanas para expresar su apoyo al gobierno bolivariano y jóvenes revolucionarios que expresan en las vías públicas su repudio a la violencia fascista.