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domingo, 22 de diciembre de 2024

Venezuela: firmeza revolucionaria contra ferocidad opositora

La oposición venezolana, aunque con signos de división interna, no ceja en sus planes de derrocar al gobierno bolivariano...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 28/06/2013
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Venezuela_Jorge Rodriguez
Jorge Rodríguez desenmascaró a la diputada derechista María Corina Machado

El enfrentamiento de dos fuerzas antagónicas es visible en Venezuela, donde el gobierno hace ingentes esfuerzos para dar continuidad a la Revolución Bolivariana, mientras la oposición de derecha no ceja en sus planes –involucrando a otros países- para derrocar al presidente chavista Nicolás Maduro, incluso con métodos violentos que podrían incluir el bombardeo de la nación suramericana.

Aunque algunos medios derechistas restan importancia a las denuncias del periodista José Vicente Rangel, expresidente de la República durante cinco años junto al finado presidente Hugo Chávez, afirmó en las últimas tres semanas en su programa dominical que transmite por el canal de señal abierta Televen que la oposición adquirió 18 aviones de guerra para agredir desde la vecina Colombia a Venezuela.

En el espacio “José Vicente hoy”, el prestigioso dirigente chavista afirmó el pasado domingo que en la adquisición de las naves están implicados empresarios de la derecha venezolana residentes en Estados Unidos porque enfrentan problemas con la justicia en su país, así como personas vinculadas  a la empresa petrolera Pacific Rubiales, que opera en Colombia.

La negociación se realizó el pasado 27 de mayo, en San Antonio, Texas, Estados Unidos, entre ejecutivos de la industria y la oposición venezolana, indicó el ex vicepresidente de Venezuela.

Rangel también informó que el contrato se firmó por un paquete de aviones, a fin de abaratar los costos, en tanto se fijaron entregas escalonadas, en determinados número de unidades aéreas que serían ubicadas en las siete bases militares norteamericanas en suelo colombiano.

La base más cercana a Venezuela es el comando aéreo de combate número 3 Mayor General Alberto Paules en la localidad de Malambo, cerca de Barranquilla, donde funcionan varios grupos de combate, y se espera que las aeronaves toquen Colombia en noviembre próximo.

La información del exdirigente gubernamental, uno respetado periodista y abogado venezolano, de 84 años, resultan preocupantes y –aunque no reveló sus fuentes- puede considerarse absolutamente válida, dada la agresiva política mediática y la incitación a la violencia de la oposición dirigida por el político perdedor de las elecciones presidenciales de abril pasado, Henrique Capriles Radonsky, quien se propone un eventual golpe de Estado.

En una detallada información, que no ha sido desmentida, el exvicepresidente aseguró que las negociaciones se remiten al 27 de mayo pasado en San Antonio, Texas (EE.UU.), y serán enviados a una base "ubicada en Colombia y la cual tiene las coordenadas siguientes: P 11 grados, 25 minutos 31 segundos. M 72 grados, siete minutos, 46 segundos".

Medios colombianos, incluso, indican que los paramilitares colombianos apresados luego de penetrar en suelo venezolano para perpetrar atentados y el magnicidio presidencial son financiados por  la organización civil Gente del Petróleo residentes en Bogotá, indicó el presidente Maduro al referirse a estos hechos.

Gente del Petróleo está integrada por grupos antichavistas que propiciaron el paro contrarrevolucionario o "sabotaje petrolero" de diciembre de 2002 hasta mediados de febrero de 2003 contra Chávez.

La tensión entre las dos naciones subió de tono luego de que el mandatario colombiano Juan Manuel Santos recibió en Bogotá el 29 de mayo al líder opositor Capriles, quien, al igual que Estados Unidos no reconoce a Maduro como presidente ganador de los comicios presidenciales, los que califica de fraudulentos, a pesar de su seguridad y transparencia plenamente demostrados.

A ello se añadió la reciente firma por Colombia de una serie de acuerdos sobre seguridad con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) lo que consideró el líder venezolano un "giro negativo" en su política con la región.

DIVISIONES EN LA DERECHA VENEZOLANA

Por otra parte, se vislumbran divisiones en el seno de las organizaciones opositoras. El dirigente del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) Jorge Rodriguez, presentó esta semana ante la prensa un segmento de audio en que la diputada derechista María Corina Machado conversa sobre los planes de desestabilización contra el gobierno y su discrepancias con la postura de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) liderada por Capriles Radonsky.

Machado admitió este miércoles la veracidad de la grabación, en la cual intercambia durante dos horas con el historiador Germán Carrera Damas sobre los planes desestabilizadores contra el gobierno chavista y revela las divisiones que se registran dentro de la derecha venezolana.

En la prueba presentada por el PSUV, la diputada electa en el 2010 le dice a su interlocutor que ella comparte las posiciones de confrontación "no dialogante, no electorales", que causaron 11 muertos el pasado 15 de abril, luego de conocerse la victoria de Maduro.

Machado dice en la grabación que "Ellos tienen muchísimo miedo (la Mesa de la Unidad Democrática liderada por Capriles). Temen que yo vaya y me reúna con el Departamento de Estado, con los senadores o con personas que puedan tener capacidad de influencia y posicionar una línea radical”.

En su diálogo con el historiador, la parlamentaria derechista lamenta que los planes de golpe de Estado no se hayan concretado, critica la línea del secretario de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo, quien visitó el Departamento de Estado de los Estados Unidos a gestar planes –según ella- para un golpe de Estado en Venezuela.

Según Machado, Aveledo dijo a las autoridades norteamericanas que "la única manera de salir de esto (del Gobierno Constitucional) es provocar una crisis, un golpe de Estado o un autogolpe, o un proceso de atornillamiento y domesticación, en el que se genera un sistema de control social total", lo que ella califica de insuficiente y poco radical.

La postura de la oposición contrasta con la conversación sostenida hace pocos días por el canciller venezolano, Elías Jaua, y el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, en la cual ambos dirigentes se comprometieron a estudiar el reinicio de las relaciones diplomáticas cuando sea más pertinente, lo cual debilitaría la posición opositora en el gobierno de Washington, al menos formalmente.

Machado, participante en el golpe de Estado de abril del 2002 dijo a un canal privado de televisión después de la denuncia del PSUV que la conversación “es entre un profesor con su alumna", un "intercambio de posición" entre amigos, algo poco creíble dado su historial político.

Pero en el audio se constata que –según sus palabras- Venezuela "no vive en democracia", y opinó que lo ocurrido en las elecciones del 14 de abril “fue un golpe militar”.

En la entrevista con la televisora privada, Machado no quiso responder si ella incitó a un golpe de Estado, pero afirmó que continuará haciendo su “trabajo” desde la derecha opositora.

Mientras, como parte de la campaña derechista de desestabilización de la nación, se mantiene el desabastecimiento de alimentos a lo interno, en tanto gobiernos amigos tratan de suplantar las mercancías acaparadas o puestas fuera del alcance popular por la derecha.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


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