Cuba tiene un balance favorable en la Liga Mundial de Voleibol. Su participación se ha hecho acompañar de convincentes victorias ante elencos como Serbia y Rusia. Dos conjuntos en los que militan jugadores que ocupan plazas entre los mejores del planeta.
A estas potentes selecciones se ha enfrentado el equipo cubano sin complejos; de la mano de jugadores que, aunque jóvenes, muestran su talento e infinito coraje sobre la cancha. Entre los que acumulan protagonismo en la selección nacional resalta Danger Quintana, un muchacho de 18 años que ha rendido —en calidad de novato a este nivel— asumiendo el difícil reto que siempre impone la línea central. El número 10 de Cuba anda metido entre los diez mejores jugadores del torneo en lo que al bloqueo se refiere y tiene números positivos, de manera general. Con este muchacho, oriundo de la capital cubana, contactamos; a continuación dejamos detalles del diálogo.
—¿Cómo llegas al voleibol?
—Comencé en un área especial en La Lisa, con una profesora llamada Ana María y gracias a eso inicié el recorrido por la pirámide de rendimiento; primero la EIDE; después la ESPA, en fin... Confieso que lo que me gustaba era el baloncesto y no estaba muy animado con el voleibol. Entonces mi mamá me obligó a seguir practicándolo y ahora se lo agradezco.
—¿El equipo Cuba?
—Es un gran orgullo ser parte. Siento que es el premio al sacrificio de entrenar todos estos años pero, además, representa un compromiso para seguir esforzándome.
—¿Te imaginaste que tendrías que asumir como regular?
—Uno siempre está listo para lo que haga falta. Yo empecé en la banca y no tenía muchas esperanzas pero se me dio la oportunidad y he tratado de dar lo mejor de mí en la posición.
—¿Cómo asumes el reto?
—Con la mejor disposición. Es una gran experiencia para mí, lo veo como una prueba de la que debo sacar la mejor enseñanza.
—¿A qué le atribuyes el rendimiento favorable que has mostrado durante lo que va de Liga?
—Yo soy un luchador, a eso se lo debo todo.
—¿Cómo repercute en el equipo tener un capitán como Wilfredo León?
—Es el motor impulsor del conjunto. Siempre apoya, tanto dentro como fuera de la cancha, porque es una gran persona.
—Hasta hoy, ¿qué momento de tu carrera deportiva recuerdas con mayor orgullo?
—Cuando era Cadete, en México, donde tuve mi primera experiencia internacional. Allí ganamos el torneo NORCECA clasificatorio para el Mundial (categoría cadetes) y para los primeros Juegos Olímpicos de la juventud, sin perder ni un set.
—Y, ¿con menos alegría?
—Ahora en Alemania, cuando perdimos por la clasificación olímpica, estuvimos a un punto de la victoria.
—A propósito de ese partido, después de remontar dos sets de una manera emocionante, ¿qué pasó en el final del ese Tie Break contra Alemania?
—Era un partido que estaba para nosotros, pero no supimos aprovechar las oportunidades que se nos dieron y no definimos en los puntos importantes.
—¿Cómo se vivió la derrota dentro del equipo?
—Fueron unos días muy difíciles, nos deprimimos mucho porque significaba el boleto a los Juegos Olímpicos, que serían los primeros para nosotros y los primeros de Cuba después de unos cuantos años de ausencia. Sin embargo, asumimos que había que seguir adelante; teníamos la Liga y no era el momento de bajar la cabeza…
—¿Cuál es la meta?
—Seguir adelante, con muchas ansias de clasificar para la final y allí dejar la mejor imagen del voleibol masculino cubano.
—¿Alguien que sea referente para ti?
—Sigo mucho los consejos de mi antiguo entrenador del juvenil; Rodolfo Sánchez. Él me ha enseñado mucho dentro del terreno, pero también me ha dado excelentes lecciones para la vida.
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