¿Dónde están los pícheres?

Hace tiempo, si es que hubo algo así, no se recuerda un arranque de temporada donde una retahíla de batazos y errores cayeran sobre los juegos de pelota igual que un vendaval "llevatelotodo".

En un escenario de tantos palos y agujeros en los guantes, el marcador de 2-0 sin jonrones de Sancti Spíritus sobre Cienfuegos el sábado parece sacado de otra época y en la jornada siguiente se ajustaron a los aires cargados de carreras con un 9-4 que incluyó par de bambinazos.

Fueron par de fechas competitivas que confirmaron los desequilibrios entre bateo y picheo existentes actualmente en la Serie Nacional, y para males mayores la defensa quitó más lustre al espectáculo con 45 pifias.

Ante el desafuero de los bates, queda esperar que los pícheres pongan orden, no sé cómo, pero han de ponerse fuertes para no pasar a la historia como los que más carreras admitieron en una temporada de 75 juegos y a los que más pelotas les mandaron al otro lado de las cercas.

Fueron 234 vueltas, 37 bambinazos, ya hay par de jonrones con las bases llenas, tres nocauts y en 14 juegos se anotaron diez o más anotaciones entre ambos contendientes, con cuatro en que sumaron 19 vueltas como mínimo. Números, literalmente, de liga callejera.

Así comenzó la campaña 63, que trajo las buenas noticias de algunos regresos como el del ex Grandes Ligas Alexei Ramírez con los Vegueros de Pinar del Río, quien ya sacudió un bambinazo, su 91 de por vida en campeonatos cubanos.

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Va a llegar los cien, póngale el cuño. Basta con su maestría y la poca exigencia de los pícheres para verlo empinar unas cuantas Teammate 190, si no es que la cambian urgente por una de menos bote.

Ya hay ocho hombres con par de cuadrangulares, lo que augura gran rivalidad por uno de los liderazgos más cotizados (en términos de expectativa, no de premios en metálico como también debiera ser) y 21 bateadores más se embullaron en sonar palazos.

Al menos tendremos fiesta de batacazos, que ya eso, en medio de la baja calidad competitiva, garantiza excitaciones en las gradas.

En un béisbol que en el mundo se jacta de ponches y jonrones, aquí parece que se va a atragantar de los segundos y pasará hambre de los primeros, que son remplazados en la dieta por las pifias. Triste sustituto en la mesa bufet de las jugadas.

Se vio un Granma de una alineación temible, que dividió ante el campeón Las Tunas, pero mostró capacidad de reacción a palo limpio, y sobre todo, de los largos. Lástima que varios de sus regulares no terminen el torneo, debido a compromisos internacionales, sino hasta los 147 jonrones que pegaron en la campaña 50, récord para un equipo en series nacionales, iban a peligrar este año.

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Donde estén Alfredo Despaigne, Guillermo Avilés, Guillermo García, Roel y Raico Santos y hasta Osvaldo Abreu es raro el juego en que no haya bambinazos, y lo normal sería más de uno.

Se vienen días de muchos batazos, sin tranquilidad en los ardientes montículos, donde las aperturas de calidad merecen doble elogio y un buen trabajo del bullpen ha de premiarse igualmente con más de una ración de algo, aunque sea de aplausos. Son tiempos de maderos inclementes, que después, por esas cosas que los técnicos sí saben (y usted y yo también), se duermen en los eventos internacionales.

Hay, pese a tantas tensiones, pelota nacional, y eso de por sí es una buena noticia. Dé su jonrón de acompañamiento y no pierda la esperanza que seguro vendrán tiempos mejores dentro de las dos rayas de cal. 
 

Resultados de sábado y domingo:
PRI-ART (11-4, 11-1), IND-ILV (10-1 y 11-1), HOL-VCL (5-1 y 10-9), CAV-CMG (10-4 y 8-6), SSP-CFG (2-0 y 9-4), GRA-LTU (16-3 y 7-8), GTM-SCU (9-6 y 9-10), MTZ-MAY (16-10 y 7-15).

Próximas subseries:

IJV (0-2)-ART (0-2), PRI (2-0)-IND (2-0), CFG (0-2)-MTZ (1-1), MAY (1-1)-SSP (2-0), VCL (0-2)-CMG (0-2), GTM (1-1)-LTU (1-1), CAV (2-0)-HOL (2-0) y GRA (1-1)-SCU (1-1), con los segundos como anfitriones.