miércoles, 24 de abril de 2024

Elsa Ramos: De quebrar muros va el periodismo

De la vida hablamos con Elsa. Este es el resultado de correr el riesgo de intentar entrevistar a una de las mejores profesionales del periodismo en estos tiempos...

Lilian Cid Escalona en Exclusivo 06/03/2023
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Elsa Ramos
Elsa Ramos, Licenciada en Periodismo, en la Universidad de Oriente, y amante del deporte.

A Elsa Ramos le salvaron las letras. Escribir terminó por ser su salvoconducto para iniciarse en los estudios de la Licenciatura en Periodismo allá por la década de 1980 en la Universidad de Oriente.

A una guajira de Caracusey (localidad que pertenece al municipio Trinidad), como se define, le pasó factura el escaso acceso a los medios de comunicación y el poco interés que hasta ese entonces le había prestado a diarios y noticieros, y reprobó lo concerniente a actualidad noticiosa en el ejercicio comprobatorio de sus aptitudes para presentarse como candidata a estudiar para esta profesión.

El asunto lo recuerda al detalle, y agradece, en primer lugar, a Rafael Lechuga (en ese entonces jefe del Departamento de Periodismo de la Universidad de Oriente) por la bondad de haberle dado el beneficio de la duda y ofrecerle la posibilidad de seguir adelante.

El traspiés se convirtió en fuente de inspiración, que le ayudó a superarse en el afán de demostrar que dentro de sí habitaba un ser capaz de ser más que una periodista mediocre, como le habían augurado que sería.

Cuatro décadas después de aquellos días, siendo Máster en Ciencias de la Comunicación y habiendo ganado varias veces el Premio Nacional de Periodismo Juan Gualberto Gómez por la obra del año, así lo recuerda.

“Esa fue lección para toda mi vida. Me esmeré mucho durante los estudios y nunca he dejado atrás el empeño de trabajar para no ser una mediocre”

- ¿Por qué el idilio con lo deportivo?

- Yo soy una amante de los deportes. De pequeña los practicaba hasta la secundaria básica, hasta fui a juegos escolares en atletismo. Era muy mala, tengo que decirlo, pero disfrutaba mucho de practicarlo, y verlo.

Por otro lado, en mi casa se ponía la pelota y una no es indiferente pero cuando empecé a ejercer el periodismo vi muy lejos el poder dedicarme a hacer los deportes. En principio creía que para hacer ese tipo de periodismo había que ser comentarista y yo tenía claros mis límites. Yo sabía que no podía llegar a ser comentarista y narradora.

Pero en el año 1999, mi amigo desde los años que estudiábamos en Quintero Juan Antonio Borrego, director de Escambray, me propone encargarme de la realización de la pagina deportiva que había quedado totalmente vacante. En ese momento yo tenía una situación personal muy difícil y realmente no tenía tiempo para asumir el reto, pero a la vez sabía que era una oportunidad única, no solo para cumplir el sueño de hacer periodismo deportivo, sino para salir adelante en medio de aquella situación emocional que se me había creado con la muerte del padre de mi hija. Entonces sin pensar, y sin analizar, le dije que sí. Así, hasta el día de hoy, he estado ligada al periodismo deportivo.

- Aunque siento que hemos quebrado muchos muros, en parte gracias a mujeres como usted, todavía queda mucho por transitar. Desde su experiencia ¿Cuáles son los retos de las mujeres en este tiempo?

- A las mujeres nos queda mucho por transitar, pero lo primero es poner como bases en el ejercicio de la profesión la autodeterminación, la autoestima (alta como el récord mundial de Sotomayor), y obrar con preparación, con empeño, con sacrificio y con la única meta de demostrar con trabajo que no hay muros imposibles.

El informe “Violencia en línea contra las mujeres periodistas: Instantánea mundial de la incidencia y las repercusiones” presenta las principales conclusiones de una encuesta realizada por la UNESCO y el Centro Internacional para Periodistas (ICFJ) donde se toma como muestra la experiencia de 714 periodistas mujeres en el mundo reveló que el 73% sufrió violencia digital relacionada con su trabajo.

- Por regla general, en Latinoamérica los estudios sugieren que ser periodista y mujer es ir en contra de la corriente. ¿Ha sentido el peso de la discriminación, ya sea de género u otra dimensión?

- Afortunadamente creo y siento que esa no es la realidad aquí en Cuba. En lo personal nunca he sentido que se me haya discriminado; a lo mejor alguien lo ha intentado, pero yo no lo he sentido. Por las mismas pautas que te explicaba en la respuesta a la pregunta anterior que tienen que ver con las bases que rigen mi trabajo tengo que ser categórica y asegurar que yo nunca he sentido el peso de la discriminación. Ni porque soy una negra, ni porque soy una mujer.

Quizás sea por mis convicciones y porque he sido consciente desde el día cero que esta profesión es muy difícil y que siempre estaremos en el centro de la polémica, y porque me armé de los recursos necesarios para lidiar con todo ello.

En el contexto deportivo, que es un mundo esencialmente machista por idiosincrasia y tradición, cuando los hombres encuentran a una mujer trabajando en ese contexto sienten la necesidad de ponerla a prueba. A mí me han tocado de cerca librar algunas batallas, tanto en lo personal como en lo profesional, para imponer lo que ha sido mi mejor carta hasta hoy: el respeto. 

A Elsa -como a todos- le gusta ganar. Hay batallas que ha disfrutado mucho al salir vencedora como estas dos que nos cuenta en su propia voz.

- ¿Qué es lo más difícil que ha tenido que escribir?

- La crónica que hice a Gabriel Alexander Álvarez en el año en que el equipo de baloncesto femenino de Sancti Spíritus se coronó campeón. Él era entrenador de ese equipo y no pudo verlo triunfar. Murió de una forma inesperada y yo viví ese drama, estuve en el hospital, no me cabía en la cabeza cómo aquel hombre se iba así, sin disfrutar de la cúspide, sin saborear el éxito por el que había trabajado durante tantos años, no entendía por qué tenía que morirse en esas circunstancias.

El haber estado tan cerca de esos acontecimientos me llevó a que cuando me senté a escribir, no sabía por dónde empezar porque temía no ser capaz de abarcar el suceso en toda su dimensión.

Estuve más de media hora frente al papel en blanco, hasta que por fin fluyeron las palabras, pero fue extremadamente difícil

Luego, podría ponerte otro ejemplo, aunque no en la misma dimensión, si me resultó complejo hacer un reportaje sobre el desempeño de los gallos en la Serie Nacional porque dentro del cuerpo de dirección estaba mi actual esposo: Roberto Ramos; entrenador de pitcheo de un equipo que ese momento era el peor de Cuba. Y tuve que hacer un análisis crítico del hombre que dormía – y duerme- conmigo.

Eso me trajo problemas, imagínate, pero desde un principio dejé claro que él tenía que ser entrevistado como el resto, y no en la casa, sino en el estadio, como todo el mundo. Actuar de otro modo era imposible para mí porque suponía el poner en juego los principios que he defendido siempre. Aun así, tuve problemas matrimoniales que por suerte no fueron tan graves y la relación sigue en pie, por suerte para mi o por desgracia para él (risas)

- Cinco deportistas que se han ganado un puesto en su corazón.

- Hay muchísimos más, pero te diré cinco que de manera particular me han tocado el corazón:  Frederick Cepeda (béisbol), Yulieski Gurriel (béisbol), Sergei Torres (Canoa), Iván Pedroso (atletismo) y Mijain López (lucha).


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Lilian Cid Escalona

Me gusta contar historias.


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