La Eurocopa del 2000 tuvo un campeón magnífico. Uno de esos equipos que se postulan para quedar eternamente en el recuerdo. Y lo consiguen.
Francia fue reina incontestable en aquel campeonato celebrado entre el diez de junio y el dos de julio de ese año en Bélgica y Holanda, dos naciones que compartieron sede y firmaron así un suceso inédito en la historia de estas lides.
Les Bleus venían de ganar el Mundial’98. Tenían la misma base de la escuadra que se había coronado a costa de Brasil, y la mayoría de los expertos les auguraban el trofeo. De lograrlo, harían algo que nadie había conseguido antes: esto es, vencer en la Euro siendo el vigente rey del universo.
No le faltaba nada a aquella nómina. Al líder, el inmortal Zidane, lo acompañaban personajes como Didier Deschamps, Patrick Vieira y Thierry Henry. La zaga era hermética, la zona de volantes hacía y deshacía, y no escaseaba el gol. Equilibrio, experiencia y capacidad resolutiva: combinación perfecta.
Por eso es que Francia salió favorita entre los dieciséis clasificados. A saber: Alemania, España, Noruega, Rumania, Suecia, Dinamarca, Inglaterra, Portugal, Turquía, Serbia y Montenegro, Eslovenia, Italia, República Checa, Holanda, Bélgica y, claro, el conjunto de Roger Lemerre.
Tras la fase de grupos, las semifinales vieron cómo los galos despachaban a los portugueses, al tiempo que la Azzurra superaba en penales a los anfitriones holandeses. De ese modo se llegó a la final, con Rotterdam en plan de campo de batalla.
Entonces los franceses debieron crecer hasta los cielos. Italia arrancó delante con diana al expediente de Marco Delvecchio, y a punto estuvo el referee de pitar el cierre de la lucha con la inesperada derrota de Zidane y sus escoltas. Pero, ya en el descuento, apareció Sylvain Wiltord con la anotación de su carrera, hubo que ir al desempate, y David Trezeguet —un jovenzuelo a la sazón- se encargó de marcar un gol de oro a la altura del minuto 103.
Muchos días después, todavía París era una fiesta.
GRECIA, LA SORPRESA MAYOR
Si cualquiera esperaba la victoria de Francia en el 2000, nadie —absolutamente nadie- presagió el éxito de Grecia cuatro años más tarde.
Fue increíble. Un técnico alemán, Otto Rehhagel, había armado una tropa correosa, muy dada a trabajar infatigablemente, pero desprovista de las luces necesarias para crear acciones ofensivas. Sin embargo, con eso le bastó.
Todo el que evoca aquel torneo efectuado en Portugal entre el doce de junio y el cuatro de julio, asegura que tuvo un desenlace sorpresivo. Candidatos al trono sobraban: por ejemplo, Alemania, Francia, Italia, España, e inclusive la propia selección de casa. Y más fuertes que Grecia también parecían República Checa, Rusia, Croacia, Holanda, Suecia, Dinamarca, Inglaterra...
Mas los helenos fueron dando sucesivos golpes (eliminaron a los franceses y los españoles, y a seguidas quitaron del camino a unos checos que vivían en estado de gracia), hasta arribar al choque decisivo frente al once de casa. Un once que disponía de Figo, Deco y un muchacho con pinta de leyenda, Cristiano Ronaldo.
Una vez en la referida instancia, los griegos salieron a hacer lo que mejor sabían: romper el juego, combatir todo el tiempo, y aguardar por algún contragolpe fortuito para que su único jugador en punta encarase al portero adversario. Y el milagro se dio: Portugal dominó todo el encuentro, pero el gol le fue esquivo, y los hombres del viejo Rehhagel le sacaron una renta sin fin a un gol de Charisteas en el ’57.
Una vez más, quedaba claro que los dioses del fútbol andan poco interesados en la estética.
RÁPIDA Y FURIOSA
Luego de una versión poco pródiga en buen fútbol —en sentido general, porque hubo excepciones muy honrosas-, la Eurocopa se trasladó a Austria y Suiza, que tiraron juntas del carro del evento desde el siete al veintinueve de junio.
Fue un acontecimiento inolvidable. Dicen los números que un millón 50 mil personas asistieron a los 31 partidos disputados en la etapa conclusiva. Y que la audiencia acumulada alcanzó los ocho mil millones de telespectadores. Casi nada.
Por fortuna, el fútbol de ataque volvió a lo más alto. Tanto, que sus practicantes se abrieron espacio en la segunda ronda, y quienes se dedicaron a la racanería —como Francia y Grecia- resultaron tempranamente eliminados.
Croacia, España, Holanda y Portugal encabezaron sus respectivas llaves, en las que fueron secundadas por Alemania, Rusia, Italia y Turquía, respectivamente. No obstante, los cuartos depararon la caída de casi todos los que habían comandado sus llaves.
Mire usted: Alemania derrotó por 3-2 a Portugal, Rusia superó 3-1 a Holanda en prórroga, y Turquía despachó a Croacia en tanda de penales. España, en cambio, sí avanzó a semifinales, aunque sufrió lo indecible para doblegar a Italia en tiros de los doce pasos.
Ya a las puertas de dirimir el título, los germanos batieron 3-2 a los turcos en un choque dramático, y la Furia ibérica goleó nuevamente a Rusia (en el segmento inicial, los de Luis Aragonés habían ganado 4-1; ahora se impusieron 3-0).
Mesa servida. Panzers y españoles a por todas en el estadio Ernst Happel de Viena. Se vislumbraba un duelo de constantes ocasiones, pero la tensión hizo de las suyas y trabó a ratos el encuentro. Eso sí, hubo justicia, y el tiqui-taca vio la luz al ’32 mediante el Niño Torres, que burló a Lahm en carrera y batió in extremis a Jens Lehmann.
Eso sería definitivo. Consumidos 44 largos años sin agenciarse un torneo internacional, España se encumbraba. Y tanto, que dos años más tarde conocería la gloria del Mundial.
LOS DATOS DE LA EURO’2000
EL CHOQUE FINAL
Goles
0-1 Delvecchio (’55)
1-1 Wiltord (‘90+4)
2-1 Trezeguet (‘103)
Alineaciones
Francia: Barthez, Thuram, Blanc, Desailly, Lizarazu (’85, Pires), Djorkaeff (’76, Trezeguet), Vieira, Deschamps, Zidane, Dugarry (’58, Wiltord) y Henry. DT: Roger Lemerre.
Italia: Toldo, Cannavaro, Nesta, Iuliano, Pessotto, Di Biagio (’66, Ambrosini), Albertini, Fiore (’53, Del Piero), Maldini, Totti y Delvecchio (’86, Montella). DT: Dino Zoff.
GOLEADORES
Patrick Kluivert 5
Savo Milosevic 5
Nuno Gomes 4
Sergio Conceicao 3
Thierry Henry 3
Zlatko Zahovic 3
LOS DATOS DE LA EURO’04
EL CHOQUE FINAL
Goles
1-0 Charisteas (’57)
Alineaciones
Grecia: Nikopolidis, Seitaridis, Kapsis, Dellas, Fissas, Giannakopoulos (’76, Venetidis), Zagorakis, Basinas, Katsouranis, Vryzas (’81, Papadopoulos) y Charisteas. DT: Otto Rehhagel.
Portugal: Ricardo, Miguel (’43, Ferreira), Carvalho, Andrade, Valente, Costinha (’60, Costa), Maniche, Deco, Figo, Cristiano y Pauleta (’74, Gomes). DT: Luiz Felipe Scolari.
GOLEADORES
Milan Baros 5
Ruud van Nistelrooy 4
Wayne Rooney 4
Angelos Charisteas 3
Frank Lampard 3
Henrik Larsson 3
Jon Dahl Tomasson 3
Zinedine Zidane 3
LOS DATOS DE LA EURO’08
EL CHOQUE FINAL
Goles
1-0 Torres (’33)
Alineaciones
España: Casillas, Ramos, Puyol, Marchena, Capdevila, Senna, Iniesta, Xavi, Fábregas (’63, Alonso), Silva (’66, Cazorla) y Torres (‘78, Güiza). DT: Luis Aragonés.
Alemania: Lehmann, Friedrich, Mertesacker, Metzelder, Lahm (’46, Jansen), Frings, Hitzlsperger (’58, Kuranyi), Schweinsteiger, Ballack, Podolski y Klose (’78, Gómez). DT: Joachim Low.
GOLEADORES
David Villa 4
Roman Pavlyuchenko 3
Lukas Podolski 3
Semih Senturk 3
Hakan Yak?n 3
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