jueves, 28 de marzo de 2024

Leones vs. Cocodrilos: ¿revive una extinta rivalidad?

El líder de la Liga Occidental, Matanzas, y su perseguidor más cercano, Industriales, inician esta noche la subserie más atractiva de los duelos de principios de semana...

Rafael Arzuaga Junco en Exclusivo 24/01/2012
35 comentarios
Matanzas y Mayabeque
Matanzas intentará dar un golpe de autoridad en su casa. (Juan Moreno Hernández / Cubahora)

Corre el martes 24 de enero en 2012, son las tres de la tarde en toda Cuba y están por terminar siete juegos de pelota correspondientes a la LI Serie Nacional de Béisbol, que está sumida ya en el segundo tercio del calendario.

A prueba están las capacidades, fortalezas, atributos para reaccionar de Pinar del Río —campeón defensor—, Sancti Spíritus —de los fuertes en el país— y Holguín —una de las dos novenas sorpresas en el primer tercio—, que necesitan acelerar el paso y despejar toda duda acerca de sus opciones de avanzar a la postemporada, so pena de quedar en una posición irreversible, crítica al menos, tan pronto como antes del juego 48.

Globalmente, cuando el jueves concluyan las decimocuartas subseries para la mayoría de los 17 contendientes, son los resultados de sus duelos los que más podrían mover el ordenamiento en las ligas Occidental y Oriental, que ahora marca empate entre dos equipos en el cuarto lugar del Oeste y diferencia de media unidad entre el quinto y cuarto mejor clasificados en el Este.

La principal atracción, sin embargo, estará donde acordaron desembocar los ríos San Juan, Canímar y Yumurí; en la Ciudad de los Puentes, en la Atenas de Cuba, en la Venecia Cubana. Allí se citaron el líder absoluto del torneo y el máximo ganador de pergaminos dorados en series nacionales; allí, por tres noches consecutivas, exactamente en el Victoria de Girón, se retarán Matanzas e Industriales.

APUNTES

Matanzas, el Matanzas del DT Víctor Mesa, que tiene a sus incondicionales —y a los que no— soñando con clasificarse, al fin, a los play offs, y hasta fantaseando con saltar de lo ridículo a lo sublime en apenas un año. E Industriales, el Industriales del debutante DT Lázaro Vargas, que tiene a sus incondicionales soñando con ceñirse la corona, como en la Serie 49, una temporada después de ni siquiera ubicarse entre los ocho mejores al finalizar la fase de calificación.

Es, también, el encuentro en el diamante de dos estrellas, dos polémicos jugadores de la última época dorada de la pelota cubana. Dos de los peloteros que, como casi ningún otro, dividían a partes iguales las simpatías y odios de la afición en el archipiélago, y que ahora, en roles de directores técnicos, siguen suscitando debate en cada decisión.

Hecha la excepción de los campeonatos disputados entre 1989 y 1992, la crónica reciente de los enfrentamientos entre estos equipos no es un sumario de rivalidad encarnizada o disputas memorables, al estilo de los Industriales-Santiago de Cuba, Villa Clara-Santiago de Cuba, Ciego de Ávila-Villa Clara, Industriales-Villa Clara o Industriales-Sancti Spíritus. 

Durante el play off de la temporada 1988-1989, Henequeneros, en aquel tiempo principal novena de Matanzas, se atravesó en el camino de Industriales, la selección número uno de la por entonces Ciudad de La Habana, y viabilizó el acceso al trono de Santiago de Cuba, el eterno rival de los azules.

En las siguientes dos campañas, 1989-1990 (XXX Serie) y 1990-1991 (XXXI Serie), con el inefable Gerardo Sile Junco en el timón y un as en el box siempre digno de reverencia, Henequeneros le regaló a los yumurinos dos títulos consecutivos. Y, si no logró el “triplete”, fue porque en 1992 Industriales los derrotó y se agenció la séptima de sus 12 coronas.

(Fueron años en que los duelos Jorge Luis Valdés-Lázaro Vargas u Orlando Hernández-Fernando Sánchez resultaron memorables; años en que Carlos Kindelán y Eduardo Cárdenas encararon a Juan Padilla y Germán Mesa; años de la explosión de José Estrada y la madurez de Javier Méndez; años en los que pesaron la veteranía de Lázaro Junco y el arrojo de Alexis Cabrejas. Años de una rivalidad memorable y de gran calidad).

Aquella pareció una maldición, el equipo se bajó del podio en la siguiente Serie. Y de ahí en adelante, como si tuvieran un lastre de toneladas en los pies, corroídas por la apatía y la desidia, las selecciones matanceras se borraron de los titulares y cayeron velozmente en las tabla de posiciones, hasta convertirse en uno de los agujeros negros de la pelota cubana, aunque siguieron naciendo talentosos jugadores en su geografía.

Por su parte, los Azules de la capital, con una generación de lujo en el box y una pléyade de jugadores de posición de niveles excelsos, en la década del '90 del siglo XX solo ganaron una vez más, justamente en la XXXV Serie (1995-1996), cuando invadieron y derrotaron al imperio de Villa Clara —aquel del jardinero central Víctor Mesa, dirigido por Pedro Jova— que ganó tres pergaminos dorados (de la XXXII a la XXXIV Serie; 1992-1993 al 1994-1995) y todavía tuvo fibras para llegar a la final de la Serie 36.

No más. Algo les faltó a aquellos jugadores añiles para ganar lo que esperaban sus seguidores y lo que pronosticaron los especialistas. Algo les faltó a las individualidades yumurinas para rendir como lo que prometían sus talentos y lo querían sus parciales. Y los partidos entre ambos no trascendían el mero cumplimiento del organigrama de la competición.
HOY

En el siglo XXI, Industriales volvió a festejar en grande. De la Serie 42 a la 50 ganó cuatro veces, un palmarés que mitiga, aunque solo en apariencias, las grandes decepciones por no clasificar a las postemporadas de la Serie 48 y la Serie de Oro.

Henequeneros dejó de ser para convertirse en Matanzas. Antes del siglo sí, lo cual no fue más que un cambio nominal. ¿Y el equipo Matanzas? Tranquilo, convertido en el hazme reír del torneo como si nada pasara con ello, manchando su historia, ganando menos, incluso, que Metropolitanos e Isla de la Juventud.

Así, unas veces menos mal, otras veces peor, deambuló por los campeonato domésticos hasta que vísperas de la actual temporada llegó, importado desde Villa Clara, Víctor Mesa, y provocó una “victormanía” que devino armazón de un nuevo entorno para la pelota yumurina.

En un dos por tres, las autoridades gubernamentales, el pueblo todo, se volcó con el “Loco Mesa” y transfiguró el estadio, renovó la confianza en sus peloteros y, primero expectante, luego con dudas, después sorprendido, ahora entusiasmado hasta lo más alto de las torres, llenó el Victoria de Girón para vivir un añejo sueño.

Y hoy, desde la 8:15 de la noche, quizás ese entusiasmo llegue al frenesí, porque Matanzas, cuna de la pelota oficial en Cuba —así reza en la mayoría de las bibliografías— recibe a Industriales, el equipo de la capital de la nación, el que todos —sin distinción de ninguna índole—  quieren derrotar. 

Lo recibe, eso sí, con la intención de hacerle entender, con dos, tres golpes, si es posible, que ya no son una banda de facinerosos que, con perfección insospechada, saben cómo perder el tiempo jugando pelota y, encima, ahuyentar del estadio hasta al más furibundo de los “béisbolmaníacos”.

Ahora, los yumurinos no son últimos en ningún renglón. Por el contrario, son los de menos derrotas (11), terceros en promedio de bateo (.302), segundos en promedio de carreras limpias (3.28) y líderes en porcentaje defensivo (.983). Así, tienen el mejor promedio de ganados y perdidos entre los 17 equipos (.686) y, con foja de 24-11, lideran la Liga Occidental por delante, ni más ni menos, que del mismo Industriales (24-14).

Con 108 extrabases (62 dobles-12 triples-34 jonrones), 195 carreras impulsadas y 212 anotadas, 135 boletos-141 ponches, su ofensiva brilla. Con 18 bases robadas-9 cogidos robando, su defensa detrás del home plate ha sido digna. Y, con 189 ponches-100 boletos, su pitcheo no ha sido el dolor de cabeza que se presagió, no al menos en 35 juegos de pelota.

Mas el huésped tiene armas para irreverenciar el tremendo arranque de las huestes del DT Víctor Mesa. Los Leones del DT Lázaro Vargas querrán caminar y salir ilesos del pantano que ha sido la tierra yumurina para algunos equipos fuertes.  

Al cabo de 38 desafíos, los Leones batean más que todos: promedian .317 (72 dobles-10 triples-50 jonrones), con 243 remolcadas y 255 anotaciones, 165 boletos-164 ponches. Y defienden para .975, aunque a sus receptores les robaron 24 bases en 30 intentos y el pitcheo exhibe un mediocre 5.03 —225 ponches-131 boletos, 102 extrabases permitidos (64 dobles y 34 jonrones), 31 pelotazos y el peor bullpen del campeonato: 6.69 de efectividad.  

Esta noche, por tanto, Matanzas intentará imponer la homogeneidad de su juego, más la ventaja de su condición de local (15-5 en casa), para rendir a un visitante (11-7 fuera de casa) que está bateando a sus anchas y está a acostumbrado a retos como el que le espera en el Victoria de Girón.

Grande es la diferencia en los duelos entre ellos. Histórica, digo. En los últimos 103 desafíos entre ambos, Matanzas acumula 33 victorias, Industriales 70. Una diferencia, afirmo yo, que esta noche no contará porque, sobre todo, el que dirige Víctor Mesa es un Matanzas sin paralelos en la historia reciente de la provincia. 

De modo que la mesa está servida. Ya, desde horas bien tempranas, el estadio comenzó a llenarse. Y ojalá, cuando comience a languidecer este martes 24 de enero de 2012, más que regalarle un gran duelo a la LI Serie Nacional, Matanzas e Industriales resuciten una rivalidad que un día fue memorable. Ojalá. La pelota cubana lo necesita.


Compartir

Rafael Arzuaga Junco

Se han publicado 3 comentarios


Ricardo
 11/3/12 10:37

Jo soy de Canada. En el mes de abril, me et me esposa vamos en Varadero y nosotros gusta asistir el baseball en Matanzas. Los cocodrilos estamos en la ciudad de Matanzas entre el 2 abril y 9 abril ? Muco garcias

Mercedes
 25/1/12 12:16

Felicitaciones a Industriales por ganar el juego de anoche. Pero, por favor, una pregunta... el chicle de Malleta que tenía anoche? ?el quería que todo el mundo viera que se le estaba cayendo la quijada?

Livy
 24/1/12 16:29

A desmelenar leones... vivan los cocodrilos!!! viva matanzas!!!!!

Deja tu comentario

Condición de protección de datos