Tigres, nuevos reyes de la pelota cubana (+Fotos)

Ciego de Ávila.-Ciego de Ávila ganó el título de la pelota cubana por vez primera en su historia, a la 1:02 de la madrugada de este 29 de junio, en el estadio José Ramón Cepero, al superar 4x3 a Industriales y ganar 4-1 el duelo por el título de la Serie 51. 

Apuntalados por el trabajo monticular de Yander Guevara, el bateo de Yoelvis Fiss y un hit histórico de Ricardo Bordón, y al cabo de 11 entradas, los bicampeones de la Liga Oriental finiquitaron la pugna en su cuartel general, para romper con la tendencia de los últimos tres años, oportunidades en que los monarcas se coronaron en casa de sus rivales. 

Guevara, derrotado el sábado último en una aparición como relevista, hizo una apertura de calidad durante diez y un tercio, en los que recetó seis ponches, soportó apenas siete indiscutibles y tres anotaciones limpias. 

Pese a su trabajo, el triunfo fue a la cuenta de Lázaro Santana, que ponchó a Rudy Reyes y dominó en fácil rolata a Alexander Malleta, a la altura del undécimo episodio. 

Fiss, jardinero central y cuarto madero, impulsó las tres primeras carreras de su equipo con par de biangulares, uno en el primer acto, con Rusney Castillo en primera, y otro en el tercero, con las bases llenas. 

Y Bordón, jardinero izquierdo, noveno en el line up de los Tigres, bateó tres hits en el partido, el último iniciada la primera hora de este martes, contra un envío del novato relevista Julio Rayzán Montesinos, el perdedor del juego. 

Antonio Armando Romero, usualmente relevista, la noche del lunes fue utilizado como abridor, en menoscabo del zurdo Ian Rendón o el diestro Darwin Rafael Beltrán, habituales en la rotación y aptos para trabajar. 

El diestro respondió a la confianza del DT Lázaro Vargas, con ocho capítulos de calidad, durante los cuales mantuvo las opciones de triunfo de su novena, con cinco ponches y siete hits en contra. 

Urgellés, con jonrón, sencillo, más un boleto, fue el único bateador desequilibrante de los Leones, que no contaron con un buen juego de sus cinco primeros bateadores (Irait Chirino, Juan Carlos Torriente, Rudy, Malleta y Serguei Pérez) combinados para cuatro sencillos y una anotada en 24 veces al bate. 

Un año después de caer con marcador global de 2-4 versus Pinar del Río en este propio escenario, los Tigres se convirtieron en los nuevos reyes de Cuba y en apenas el sexto equipo que se ciñe la corona de Cuba desde la Serie 40 (2000-2001). 

Conquistaron un título que se les resistió durante casi una década a la mejor generación de peloteros en la historia de la provincia, y sobre todo en los anteriores cuatro años, siempre bajo la égida del DT Roger Machado. 

Encima, tronchó el reciente imperio de la Liga Occidental, división de la pelota doméstica cuyas novenas alzaron el trofeo de campeón en las series 48 (La Habana), 49 (Industriales) y 50 (Pinar del Río). 

Al mando del ex receptor de los equipos Cuba, Ciego de Ávila se ubicó séptimo, tercero, cuarto y segundo entre la temporada 47 (2007-2008) y la Serie de Oro (2010-2011), pero siempre fue señalado como un equipo sin estirpe para mandar en la pelota cubana. 

Hoy, la historia cambió. Con un equipo homogéneo, experimentado, también con talento joven, logró un rendimiento ascendente durante la fase regular, hasta llegar a su punto más alto en la postemporada y ceñirse la corona más preciada de los deportes en Cuba.