Un bloqueo estadounidense que también daña al sector privado cubano

Desde que hace casi un mes a través de la Gaceta Oficial el gobierno cubano anunció un grupo de normas para ordenar el desempeño de los actores económicos no estatales, las cuales entrarán en vigor el 18 de septiembre, una sarta de tergiversaciones, manipulaciones y mentiras han aparecido al respecto en medios de prensa occidentales y en las redes sociales.

 

En realidad no es la primera vez que intentan sembrar la matriz de opinión de una cruzada del Estado contra esas formas de gestión, pues desde el triunfo de la Revolución las sucesivas administraciones estadounidenses, la mafia anticubana y quienes en diversas latitudes las secundan en su política hostil hacia la mayor de Las Antillas han pretendido utilizar como punto de lanza contra ella a los emprendedores del sector privado, incluyendo a quienes nacieron acá y desde el exterior desean invertir en su tierra natal.

 

En tal sentido no se ha quedado atrás el gobierno de Joe Biden con sus medidas dirigidas a "beneficiar" a los trabajadores por cuenta propia, a las micro, pequeñas y medianas empresas no estatales y a las cooperativas, con lo cual no sólo dividirían al empresariado cubano sino una vez más también desconocerían nuestras leyes y soberanía, y fomentarían el irrespeto a la legalidad y a la responsabilidad social, el egoísmo y cuantos valores y sentimientos dejen de ser nobles, desinteresados, humanos...

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LO QUE DICE EL INFORME DE CUBA SOBRE EL BLOQUEO ESTADOUNIDENSE

Una clara evidencia de los verdaderos objetivos del imperialismo son las afectaciones a los sectores emergentes de la economía cubana recogidas en el informe que, en virtud de la resolución 78/7 de la Asamblea General de las Naciones Unidas y titulado Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba, será presentado en octubre próximo.

Ante representantes de la prensa nacional y extranjera acreditada en La Habana, este jueves 12 de septiembre, Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Relaciones Exteriores, aseguró que las formas de gestión no estatal, establecidas como resultado de medidas del gobierno cubano, son afectadas de manera significativa, como lo muestran que, en 2023, 685 Mipymes cubanas tuvieron pérdidas en su gestión a consecuencia de la criminal política.

En el extenso y sustancioso documento se denuncian las verdaderas intenciones del gobierno norteamericano, que el 28 de mayo último anunció un grupo de medidas limitadas, en aras de supuestamente favorecer al sector privado, mediante autorizaciones para servicios de Internet y transacciones financieras.

"Sin embargo, cualquier análisis serio de estos anuncios, si se es consciente del efecto intimidatorio e integral del bloqueo, arroja muchas dudas", dice el informe y acota:

"¿Cómo harán los grandes conglomerados de las tecnologías y las comunicaciones para discriminar entre el sector estatal y privado cubano y definir su acceso a páginas web, herramientas y sitios de Internet que hoy se encuentran bloqueados para cualquier usuario desde Cuba?

"¿Cómo se facilitarán las compras en Internet de insumos necesarios para las actividades del sector privado sin acceder a tarjetas electrónicas de pago usadas en todo el mundo?

"¿Qué naviera se arriesgará a venir a Cuba para traer esos insumos, sin poder tocar puerto estadounidense en los próximos seis meses?

"¿Estará dispuesta una compañía o banco extranjero a aceptar transacciones de una empresa privada cubana si el país continúa en la Lista de países patrocinadores del terrorismo que emite el gobierno estadounidense y, por tanto, podría ser objeto de escrutinio y multas millonarias?", añade finalmente ese capítulo.

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EL BLOQUEO AFECTA A TODA LA SOCIEDAD Y ECONOMÍA CUBANAS

Pero a raíz del anuncio en mayo por el Departamento de Estado norteamericano de las nuevas "facilidades" destinadas a los actores económicos no estatales, el Minrex fue categórico al afirmar que aunque se trate de una selectividad caprichosa, ambos, tanto el sector público como el privado, seguirán sufriendo las consecuencias del bloqueo y la absurda inclusión de Cuba en la lista de Estados que supuestamente patrocinan el terrorismo.

"Es evidente que EE.UU. ratifica su voluntad de castigar al sector estatal de Cuba, conociendo que éste presta servicios esenciales como educación, salud, cultura, deportes y otros a todos los cubanos, incluyendo el sector privado; y que es la garantía de la justicia social y la equidad entre los ciudadanos", decía la declaración de nuestra Cancillería.

Pero no seamos ingenuos. Si una empresa estatal es añadida a la lista negra (elaborada por el gobierno estadounidense) automáticamente esa red de clientes que depende de ella se afecta.

Además, estoy seguro que en sus recientes artículos tergiversadores y mal intencionados sobre las nuevas disposiciones normativas destinadas a corregir distorsiones en todas las formas de gestión, incluidas las estatales, los odiadores de la Revolución cubana apenas aludieron a cuantas vicisitudes se ven obligados enfrentar a diario nuestros empresarios para soltear el principal obstáculo al desarrollo del país y al bienestar de su gente.

Recordemos el recrudecimiento del cerco económico a niveles sin precedentes durante la administración del republicano Donald Trump (2017-2021), con la imposición de más de 240 disposiciones que incluyen la limitación de viajes, afectando a miles de trabajadores privados conectados con la actividad turística.

Por ejemplo, solo en 2019 cerca de un millón de cruceristas se vieron impedidos de tocar puertos de la mayor de las Antillas, lo que perjudicó a miles de negocios por cuenta propia dedicados a la transportación, alojamiento y recreación.

En reiteradas ocasiones las autoridades cubanas se han preguntado cómo mientras el gobierno de EE.UU. dice apoyar al sector privado y buscar su prosperidad mantiene las medidas que dificultan su avance y restringen el acceso al mercado estadounidense.

En fin, de los efectos del bloqueo económico, comercial y financiero contra nuestro pueblo y nación no escapa nadie ni ninguna actividad o sector, y eso lo saben muy bien los enemigos de la Revolución.