Bolívar: un rescate necesario

Correspondió a  Francisco Pividal Padrón el gran mérito de desempolvar el pensamiento del libertador Simón Bolívar que las oligarquías tejieron, a su manera, para mostrar solo ese Libertador guerrero simbolizado en la frialdad estatuaria de bronce o mármol.

Así ha pasado en la historia con muchas legendarias figuras de las que se publica y difunde solo una parte de su legado y se oculta o minimizan sus contenidos sociales, el arraigo con las luchas populares y  pensamiento antiimperialista.

El apóstol de la independencia  de Cuba, José Martí, no fue una excepción, repetía en sus clases en la Universidad de La Habana el profesor Pividal, al recordarnos que eran sus versos y no su pensamiento político,  los más priorizados

Pividal era el profesor de la Escuela de Ciencias Políticas que  mayores vínculos mantenía con su alumnado. Su voz firme, dicción perfecta, fonética  exacta  y entonación peculiar,  hacía sobresalir su metodología pedagógica.

El contenido de sus exposiciones era profundo,  avalado por una vasta cultura dedicada a la investigación, de búsqueda de las cosas omitidas en la historia, unido a sus conocimientos como abogado, periodista, historiador  y docente.

Su libro Bolívar: pensamiento precursor del antiimperialismo, premio Casa de las Américas en el género de ensayo en 1977, insta a arrebatarles a la burguesía y sus aliados naturales  al Bolívar guerrero sin contenido social …… para entregarle al pueblo venezolanoy a todos los pueblos latinoamericanos, el Bolívar revolucionario, que todos llevan en el corazón.  Obtuvo también ese mismo año el Premio Extraordinario Casa de las Américas con su obra: Bolívar en nuestra América.  En 1983, fue elegido presidente de la Asociación de Historiadores Latinoamericanos y del Caribe, labor que lo condujo a numerosos países de la región en la búsqueda de datos sobre el Libertador. 

Demuestró, además, que el héroe de Ayacucho, Junín, Carabobo y Boyacá, siempre  tuvo al centro de sus objetivos libertarios el logro de una integración política y económica como una conducta intensamente defensiva, en busca de una gran nación capaz de librarse del imperio europeo y el naciente imperialismo norteamericano

Durante su exilio en Venezuela,  fue Coordinador  Político del Comité en el exilio del 26 de Julio y publicó  el semanario La voz de Cuba Libre, que reproducía las informaciones de Radio Rebelde  y circulaba por varios países de la región.

Dirigió la campaña en territorio venezolano de  ¨Un Bolívar para la Sierra¨, dinero con el que se compraron  7 toneladas de armamentos que arribaron a Cuba en los primeros días de diciembre de 1958, algunas de las cuales fueron utilizadas por el Ejército Rebelde en la toma de la  oriental ciudad de Maffo.

Fue el primer embajador cubano en Venezuela al triunfo de la Revolución, país en el que también había sido profesor de la Escuela de Aviación Militar durante el gobierno de Wolfgang Larrazábal.

No es infundada, entonces, la admiración de Hugo Chávez Frías por Pividal,  las recomendaciones  de publicar sus ideas  y estudiar sus libros que hoy son textos  escolares de niños y lectura al alcance de todos los venezolanos.

En enero de 2014, al descender del avión para asistir a la histórica II Cumbre de la Comunidad de Estados  Latinoamericanos y Caribeños, CELAC, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, hizo referencia al revolucionario martiano y bolivariano que nació en 1916 en Calimete, Matanzas y falleció en 1997.

Cuando usted, parafraseando a Bolívar, diga: Jamás conducta ha sido más infame que la de los norteamericanos con nosotros, ya sabe a quién  tiene que honrar y agradecer.