Desconocer el pasado ha sido la alternativa de algunos para dejar a un lado lo que atrás quedó. Sin embargo, no es posible vivir hoy o caminar hacia el mañana sin tener en cuenta cuánto hicimos en el ayer.
Este 19 de julio se erige como momento idóneo para reconocer a quienes con su quehacer rescatan la memoria. Así, como en el año 1935 lo sociedad habanera eligió al etnólogo y periodista cubano Emilio Roig de Leuchsenring para hacer de la ciudad un reflejo vivo de los tiempos de antaño, los que asistimos al decursar de los hechos actuales homenajeamos a todo aquel que ejerce esa necesaria labor.
El académico y pedagogo Eduardo Torres Cuevas imprime en cada texto una pasión sin igual. Gracias a ellos he podido revivir los azares de los primeros habitantes de esta isla, he sido parte de las conspiraciones patrióticas gestadas al interior de las logias masónicas de la época, incluso he sentido el olor a pólvora quemada brotando de los rifles de los mambises.
Su rol activo en la recuperación de documentos y libros que forman parte del patrimonio de la Biblioteca Nacional, entidad que dirige desde el año 2007, es uno de sus mayores logros y, al propio tiempo, todo un reto. Sí, porque mantener a buen recaudo y en perfecto estado seis millones de ejemplares —folletos, fotos y mapas— le acreditan la condición a este centro de ser uno de los archivos más importantes por su contenido en el mundo.
Para mantener vivo todo ese legado, el también Doctor en Ciencias Históricas asume en la institución una labor de rescate a través de la digitalización de tan invaluable tesoro para su preservación y puesta online a disposición de los investigadores del país.
En sus estantes se atesora una variada producción de la cultura universal y nacional, sea hecho o no por autores de este archipiélago y que traten la temática de la isla. Para el colectivo que dirige Torres Cuevas lo fundamental es rescatar la producción cubana del siglo XVIII o XIX para facilitar al público el acceso a ellos.
La pérdida de la memoria histórica podría conllevarnos a olvidar de dónde provenimos y cuál es nuestra identidad. Quizá esa idea pueda sonar apocalíptica o tremebunda para algunos. Pero, sin dudas, es una verdad latente a la cual casi nunca prestamos la atención merecida.
Obviar cuánto nos antecedió o a qué lugar pertenecemos dejará expedito el camino para olvidar quiénes somos en realidad o qué rumbo tomaremos. El Premio Nacional de Historia en el 2005, Eduardo Torres Cuevas, considera que se trata del “conócete a ti mismo” utilizado por los griegos. De la salvaguarda de esa información depende la defensa de la cultura.
Por ejemplo, parte de la rica tradición periodística descansa hoy en los registros de 11 publicaciones que se editaban simultáneamente en Cuba en las décadas de los 40 y 50 del siglo pasado. Solo a través de su consulta se puede constatar el quehacer de antaño.
Entre historia y memoria hay líneas que pueden tornarse por momentos difusas. El autor de obras de obligada lectura y referencia como Félix Varela. Los orígenes de la ciencia y conciencia cubanasy En busca de la cubanidadasegura que la primera siempre estará ahí, pero si la desconocemos o no la incorporamos es como si no existiera.
Comprender quiénes somos y cuáles son nuestras raíces propiciará desbrozar el tránsito hacia el mañana, rescatar el espíritu, el alma de todo aquello que nos identifica. En pocas palabras, sin identidad y cultura de qué futuro podríamos hablar.
Hoy, cuando las nuevas generaciones vivimos a un ritmo trepidante y algunos optan por voltear la página o desconocer lo ocurrido, se hace inminente regresar a los libros y a los hechos. Hay sucesos que acontecieron en determinada época, pero su impacto trascendió las fronteras y los años, para llegar incluso hasta nuestros días.
El Mayo francés del año 1968 marcó un hito en la sociedad de esa nación. Tanto así que sus ecos se sintieron con igual fuerza en otros países del continente. Otro ejemplo es el caso de la Revolución Cubana. Le llegada al poder de los barbudos fue el incentivo para que otros pueblos alcanzaran su determinación de luchar.
La Cubaactual, que asume significativos cambios en su reconfiguración económica y social requiere de no deslindarse de sus antecedentes. Sin ellos, sería imposible el necesario avance. Beber de la historia es el paso necesario, el aliento para construir un acertado futuro.
Miles de historiadores celebran su merecido día cada 19 de julio a lo largo y ancho de toda la isla. Qué mejor manera de honrar al primer historiador de La Habana que reconocer a quienes mantienen viva su labor.
josé antonio gell noa
20/7/14 6:23
Julio 19 de 2014
“Año 56 de la Revolución”
CubaHora
Estimados (as) compañero(as):
Hoy 19 de julio, se celebran, solemnizan y se recuerdan hechos importantes en el ámbito nacional e internacional: se nombra como primer historiador de Ciudad de la Habana al prestigioso Emilio Roig de Leuchsenting el cual a través de las Instituciones culturales que dirigió, unió a los intelectuales de todas las tendencias en pro del rescate de la historia y los valores nacionales, contra el colonialismo y el imperialismo, para ello desarrolló el estudio científico de la Historia de Cuba, entre otras importantes actividades e incluso asociaciones de amistad con otros países y pueblos del mundo. Fue esencialmente antiimperialista y martiano.
Este día hace 37 años fue oficialmente inaugurado el Centro de Estudios Martianos, organismo de investigación multidisciplinaria sobre la vida, obra, vigencia y proyección de José Martí y se presenta una nueva imagen del Portal José Martí.
Hoy se celebra nacionalmente en la provincia de Holguín El Día del Historiador Cubano, enfrascada la organización en todo el país en el cumplimiento de los acuerdos del XXI Congreso Nacional de Historia y fundamentalmente en la preparación cada día más de los miembros y en las investigaciones encaminadas a las historias locales, municipales y provinciales y a resaltar los valores patrios de cada territorio.
En un día de tanta significación como el de hoy, el significado de Unidad para todos los revolucionarios de nuestra patria se inspira, en pensamientos de revolucionarios cubanos de los siglos XIX, XX y XXI.
José Martí, expresó:” (…) El Partido Revolucionario Cubano, que no ve en sí más que un ala de ejército y una organización preparatoria y auxiliar, parece haber dado con las ideas y métodos precisos para unir a los factores divididos.(…) ”
El Líder Histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro, en varias intervenciones afirmaba: (…) Estoy consciente de que ayudo a la Revolución, cuando trato de unir a los cubanos, y solo se podrá unir sobre la base de la desaparición de todas las injusticias y de cuantos signos de resentimientos se hayan lanzado. Y de todas las colaboraciones, hemos pedido al pueblo la que más vale; le pido al pueblo esta: que nos ayude a encontrar más amistad y más comprensión entre todos los cubanos. (…)”
“(…) La unidad es una cuestión no solo cuantitativa, es también cualitativa en una revolución. (…)”
“(…) No tienen porvenir nuestros pueblos sin la unidad, sin la integración. (…)”
“(…) Nuestra tarea es unir, dentro y fuera; eliminar todo lo que nos divida, dentro y fuera; luchar por todo lo que nos una, dentro y fuera. ¡La unidad dentro de los principios. Esa es nuestra línea! (…)”.
Raúl Castro, Primer Secretario del Comité Central del Partido en la clausura del VI Congreso del Partido, ratificó:”(…) No renunciaremos a hacer los cambios que hagan falta, como nos indicó Fidel, en su Reflexión de ayer, los que efectuaremos al ritmo que demanden las circunstancias objetivas y siempre con el apoyo y comprensión de la ciudadanía, sin poner nunca en riesgo nuestra arma más poderosa, la unidad de la nación en torno a la Revolución y sus programas. (…)”
Fraternalmente.,
José Antonio Gell Noa
Miembro de la Unión Nacional de
Historiadores de Cuba y de la
Sociedad Cultural José Martí.
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