El párrafo tiene apenas cuatro líneas y unas 60 palabras. Fue escrito por el Comandante en Jefe Fidel Castro el 5 de junio de 1958, hace ahora 62 años, y está recogido en carta a Celia Sánchez Manduley.
Sin embargo, en esas pocas letras está explícitamente refrendado el sentido de vida de Fidel y su lucha sin cuartel contra el Imperialismo norteamericano.
El fragmento de la misiva en cuestión dice así: “Celia: Al ver los cohetes que tiraron en casa de Mario, me he jurado que los americanos van a pagar bien caro lo que están haciendo. Cuando esta guerra se acabe, empezará para mí una guerra mucho más larga y grande: la guerra que voy a echar contra ellos. Me doy cuenta que ese va a ser mi destino verdadero.
Fidel”.
Para algunos estudiosos representa una carta testamento, pues el líder de la Revolución, tal y como hiciera José Martí en su famosa misiva inconclusa a Manuel Mercado, manifiesta el sentido futuro de su vida.
En tanto, todos los investigadores coinciden en la clarividencia política de Fidel y su sentido de la justicia y del honor. Los daños causados al bohío del campesino Mario Sariol por las bombas Made in USA no quedarían sin respuesta. Fidel lo juraría en esa carta y lo cumpliría el resto de su vida.
La cineasta Rebeca Chávez, quien leyera la fotocopia de la carta en una de las paredes del periódico Granma, quedó impactada con ella y hacia la casa de Mario, en Minas del Frío, corazón de la Sierra Maestra, marchó para hacerle un documental al campesino protagonista.
Según la propia directora de cine, y cito: “Ese día Fidel describe su futuro y le escribe a Celia que «al ver los cohetes que tiraron en casa de Mario… me he jurado que cuando esta guerra termine» —y aquí está la revelación de sus pensamientos—, le confiesa que echará otra guerra y que la ve como su destino verdadero”.
Mario Sariol era colaborador del incipiente núcleo guerrillero desde los primeros momentos. El 4 de junio de 1958 un bombardeo sorprende al campesino en el secadero de café de su casa. Afortunadamente le da tiempo a refugiarse en unos muros de piedra que había junto al propio secadero.
Las explosiones de las bombas y de los cohetes eran ensordecedoras, narra el investigador Delfín Xiqués Cutiño: “Pasan los segundos como si fuesen horas. Siente una explosión muy cerca, en dirección a su bohío. Cuando terminó el bombardeo nada quedaba de su casa. Solo humeantes escombros, de donde recogió los fragmentos de un cohete para mostrárselos a Fidel”.
El propio Comandante en Jefe, años después, relataría los motivos de tan histórica misiva, contentiva del destino de su vida: “La indignación que me produjo el brutal bombardeo, cuando conocí mayores detalles del hecho, y la confirmación del empleo por la aviación batistiana de cohetes recibidos de los Estados Unidos por la tiranía, a pesar del anunciado embargo del suministro de armamentos, fue lo que me motivó al día siguiente a escribirle a Celia, al final de un largo mensaje, el párrafo que luego ha sido tan citado”.
De entonces acá, el hombre que cambió los destinos de Cuba dedicó su vida y sus energías a enfrentar el Imperialismo norteamericano. Así lo derrotó en las arenas de Playa Girón, lo desafío en los días luminosos y tristes de la Crisis de Octubre, hizo una Revolución Socialista a solo 90 millas de sus costas y demostró la viabilidad de la construcción de una sociedad justa y garante de la igualdad de oportunidades para todos, sin importarle nunca la prepotencia imperial y sus medidas coercitivas del bloqueo y otras, tan agresivas y cobardes, como la Helms-Burton.
Hoy, aunque Fidel no está físicamente, el sentido de sus palabras a la inolvidable Celia Sánchez Manduley conserva total vigencia. Seguimos siendo socialistas y antiimperialistas y mantenemos inalterable el duelo a muerte del David irredento contra el Goliat arrogante y brutal.
Con Raúl y Díaz-Canel al frente, la lucha contra el imperialismo yanqui sigue siendo igualmente, como lo fuera con Fidel, nuestro verdadero destino.
Teresadejesus Suárez
14/6/20 9:13
Estoy aquí muy emocionada con ese artículo, en algún sitio había leído, creo en el diario del Che en la Sierra sobre el bombardero a éste campesino, peto jamás pensé que mi querido Comandante había trazado su destino y su futuro desde ese día. La verdad que la sensibilidad de las personas y su tenacidad, definen su comportamiento a lo largo de la vida. Fidel es símbolo de patriotismo, de dignidad, de honradez, de tenacidad, de altruismo, de internacionalismo!, pues quiso para los pueblos lo mismo de Cuba. Como dijo Martí: tanta gloria cabe en un grano dr maíz. Gracias por publicar este artículo, que me recuerda lo que fue y será eternamente " mi padre".♥️
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