Este domingo Bolivia pone en juego en las urnas su futuro: la continuidad del proceso progresista liderado por el presidente Evo Morales Ayma, en busca de su cuarta reelección, o el retroceso a un sistema neoliberal que mantuvo años a ese país como el segundo más pobre de América Latina.
Morales Ayma y Álvaro Linera, como vice, quien lo acompaña desde que asumió por primera vez en 2006, poseen grandes posibilidades de ganar durante esta jornada, aunque quizás lo peor ocurra después, pues hay amenazas de la oposición de que no reconocerán los resultados previstos.
Los más de siete millones de bolivianos convocados elegirán a 352 autoridades nacionales. Además de los cargos de más alto rango, se escogerán 36 senadores, 130 diputados, nueve representantes ante organismos supraestatales, cada uno con sus suplentes. Los primeros resultados parciales se publicarán horas después del cierre de las urnas, adelantó el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
En las últimas semanas, partidos conservadores organizaron y fomentaron actos de violencia, en especial en Santa Cruz de la Sierra, uno de los reductos de la derecha boliviana, apoyados por un proyecto mediático de desestabilización interna. Aun así, la mayoría de los bolivianos considera que el binomio oficialista ganará en primera vuelta.
El semanario de análisis político La época reveló las visitas realizadas a varias localidades por un equipo de expertos civiles y militares encabezados por el consultor político de Estados Unidos George Eli Birnaun, quien trabaja con el Senado en Washington.
En una nota desde La Paz, la agencia latinoamericana de noticias Prensa Latina reveló que, según la publicación, este individuo presenta en su expediente misiones cumplidas con éxito en mas de 15 lugares de los cinco continentes. Ocupó la jefatura de gabinete del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu. Además trabajó Arthur Finkestein, diseñador de estrategias para los republicanos en Estados Unidos.
A la sospechosa presencia de este personaje, se unen las acciones orientadas por la embajada norteamericana en La Paz, la capital. Como si se tratara de analfabetos ciudadanos, este grupo viajó por distintas localidades, ofreciendo emparedados, -lo que recuerda al presidente Donald Trump lanzando rollos de papel sanitario a las víctimas del ciclón Irma en Puerto Rico- y promesas de calles asfaltadas, si no apoyaban a Evo.
En entrevista al espacio televisivo Detrás de la verdad, de Life TV, Morales refirió que de inmediato convocó al encargado de negocios de la embajada norteña, al que mostró fotos de la intromisión de su país en los asuntos internos de Bolivia, pero el diplomático negó tener conocimiento del caso.
Durante el diálogo, el líder del MAS, afirmó que presentará pruebas de estas conspiraciones a las misiones internacionales de observación de los comicios presentes en el país.
"Tengo grabaciones de algunos supuestos comités cívicos de Cochabamba o de La Paz, con algunos ex o militares en servicio pasivo, con algunos miembros del Comité Cívico de Santa Cruz, que se han reunido y orquestado quemar la Casa Grande del Pueblo (sede del Ejecutivo).
A ello se une que viejos actores políticos neoliberales y separatistas –los mismos que participaron en el frustrado golpe de estado orquestado contra el mandatario en 2012- expresaron en público su respaldo al aspirante de Comunidad Ciudadana, el derechista Carlos Mesa, ex vicepresidente de Gonzalo Sánchez de Losada, quien salió huyendo de Bolivia por corrupto.
A Mesa se le recuerda por su participación en la llamada Guerra del Gas del 2003 y en la ayuda prestada a Sánchez de Losada para que abandonara Bolivia, dejando tras de si una estela de 70 fallecidos por las fuerzas represivas. El ahora aspirante presidencial le sucedió en el cargo.
Esos grupos opositores ya anunciaron que si el mandatario es reelecto como se espera, desconocerán el resultado popular, lo cual augura otra etapa de desobediencia civil en los próximos días, si llevan adelante sus planes.
Para proteger el proceso electoral, el TSE y las Fuerzas Armadas suscribieron un convenio interinstitucional para ejecutar el plan ¨Elecciones 2019¨, que movilizará a 11 171 soldados e instructores. Esas fuerzas se encargarán de resguardar los 1 623 recintos y 12 613 mesas electorales.
Las urnas decidirán
Lo que digan las urnas resultará una decisión trascendental, no solo para Bolivia, que muestra hoy una de las economías más sólidas y prósperas del Sur latinoamericano, sino porque de mantenerse Morales en el Palacio Quemado se afianzará un movimiento geopolítico que contradice el proyecto de Estados Unidos de reconversión progresista al conservadurismo.
Una semana después, Argentina y Uruguay celebrarán comicios de igual categoría, y ya se augura el triunfo de Alberto Fernández y Cristina Fernández en el llamado granero del mundo, mientras en Uruguay, es muy probable que el izquierdista Frente Amplio continúe al frente del gobierno con su candidato Daniel Martínez para un cuarto mandato consecutivo de ese partido..
Ante el Estado Plurinacional boliviano se levanta una opción histórica sin precedentes para los pueblos que integran ese país, ahora respetado a nivel mundial, sacado de la ignorancia y la pobreza, del estancamiento y la inestabilidad política por Morales y el Mas.
Para ganar las elecciones, el candidato a la presidencia tendrá que obtener un 50% de los votos o un 10% de diferencia con su mas cercano contrincante.
La mayoría de las encuestas dan como ganador en primera vuelta a Morales, primer presidente indígena en la historia boliviana. Antiguo dirigente sindical cocalero, este político que fue subestimado por la oligarquía boliviana que no ceja en hacerle la guerra, devino uno de los líderes mas importantes de América Latina y El Caribe a nivel mundial.
La empresa de investigaciones Ipsos informó el pasado día 14 que en una reciente encuesta Morales obtuvo el 40% de las intenciones de voto, mientras Mesa alcanzó un 22%. El tercer colocado fue el aspirante por Bolivia Dice No, Óscar Ortiz, con el 10% y en último lugar por el Partido Demócrata Cristiano Hyun Chung, un coreano-boliviano con el 6%. Se trata de un evangélico que sigue los pasos del brasileño Jair Bolsonaro, según dice. Los dos últimos de la lista carecen de posibilidad alguna, dijo Ipsos.
Morales cerró su campaña electoral la semana pasada en El Alto, la ciudad más joven del país, situada a 4 090 m sobre el nivel del mar, rodeado de miles de seguidores.
En la concentración, Morales enumeró alguno de los mas importantes logros de sus gobiernos, entre ellos los 5 000 km de caminos construidos, el sistema de teleféricos que cambió la fisonomía capitalina, la nacionalización de los hidrocarburos y la redistribución de la renta por ese concepto en el desarrollo nacional, la proyectada industrialización del litio (Bolivia posee la mayor reserva mundial en casi 10 000 kms), utilizado en las nuevas tecnologías de la información y comunicación, lo que enriquecería aun mas a la nación andina.
Convencido, afirmó a la multitud que “ en estas elecciones nuevamente vamos a darles una paliza a los vendepatrias, a los neoliberales, a quienes privatizaron nuestros recursos naturales". Bolivia tiene su programa rumbo a su bicentenario (2025), debatido con los movimientos sociales y el aporte de empresarios, intelectuales y profesionales; no importamos políticas del Fondo Monetario Internacional (...), nos hemos liberado gracias a la conciencia y el voto del pueblo, hemos recuperado la patria."
Mientras, los otros tres aspirantes cerraron sus campañas en Santa Cruz, aupados por los partidos de derecha.
Desde tempranas horas de este domingo, millares de ciudadanos esperaban su turno para votar en los sitios habilitados, indicó el TSE, que dictó siete disposiciones para evitar cualquier contratiempo durante el proceso de votación.
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